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martes, 10 de octubre de 2023

10 de octubre - #ContraLaPenaDeMuerte, #SaludMental. Mercè Rodoreda.

 Se celebran el Día Mundial de la SALUD MENTAL y el Día Mundial contra la PENA DE MUERTE.


 

El 10 de octubre de cada año la Organización Mundial de la Salud (OMS) se une a la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.

El tema del día para el 2023:
 “Salud mental, salud mundial: un derecho universal”. 
Todas las personas, sin importar quiénes sean ni dónde estén, tienen derecho a gozar del grado más alto posible de salud mental, lo que incluye el derecho a ser protegido de los riesgos para la salud mental; el derecho a una atención disponible, accesible, digna y de calidad; y el derecho a la libertad, la independencia y la integración en su entorno social. 
 Más info


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Respecto a la  PENA de MUERTE, debo confesar que no lo tendría nada claro si tuviera que votar a favor o en contra de la misma.
"Aparentemente, no hay pena de muerte en Europa, pero sí en EE UU, en Japón y en China." dijo el presidente turco Erdogan en agosto del 2016, en defensa de la restauración de la Pena de Muerte en Estambul.
Y es así: la pena de muerte todavía se aplica en 58 Estados y territorios (entre ellos, el europeo Bielorrusia).
Que el Estado, aplicando la ley del Talión, ejecute lo mismo que condena (muerte por muerte) no deja de dar en qué pensar. Por otra parte, considerar el que vivan a costa de todos, aunque al margen, indeseables capaces de causar tanto daño, gente (no se les puede llamar personas) que no merecen vivir en sociedad mientras tanta gente honrada pasa necesidad...
Sin embargo, las causas para haber llegado a ese punto pueden ser múltiples, y el derecho a matar, a ejecutar un acto que no tiene "vuelta de hoja" puede pesar en nuestras conciencias en muchos casos en los que al final han resultado ser inocentes. Por otra parte, no puede ser legal unas veces (guerras, actuaciones policiales...) y otras, como una mujer defendiéndose de su agresor, sea ilegal.
En fin, son muchas las teorías y muchas las formas de ejecución de la sentencia, formales o no: lapidación, horca, silla eléctrica, inyección letal...
La sociedad mata en nombre de la ley convirtiéndose en ejecutor de lo mismo que condena, pero por otro lado, protege, alimenta y proporciona comodidades a, por ejemplo, terroristas encarcelados... ¡Difícil ser objetivo!
 
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Autores del s.XX en las letras españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha

- de 1908, Mercè RODOREDA, escritora barcelonesa en lengua catalana. Cultivó tanto la poesía como el teatro o el cuento, aunque destaca especialmente en la novela. Póstumamente se descubrió su afición a la pintura.
 El 23 de enero de 1939 se exilió a Francia por consejo de su madre, con quien dejó a su hijo.
Mercè Rodoreda, junto con otros escritores que aún se refugiaban en Francia, tuvo que huir de París, a mediados de junio de 1940, por el avance de los soldados alemanes. Durante doce días se resguardaron en una granja hasta la firma del armisticio del 22 de junio de 1940, después de haber atravesado el Loira a través de la localidad de Meung-sur-Loire, que se encontraba totalmente destruida. De allí viajaron aún más al sur hasta establecerse esta vez en Limoges.
Fueron unos años duros para la autora, pues su compañero sentimental Armand Obiols fue detenido. Hasta agosto de 1943 no se reencontraron, en Burdeos. Allí la autora se dedicó a la costura, según palabras suyas «hasta el embrutecimiento», en un almacén durante gran parte del día, un trabajo que no le dejaba tiempo para escribir.
A principios de 1947, pudo dejar el trabajo de costurera para pasar a trabajar otra vez como colaboradora en la Revista de Catalunya y retomar su carrera literaria viviendo en Paris y Ginebra, visitando Barcelona por primera vez tras su exilio en 1949.
Fue en Ginebra donde escribió su obra más aclamada, La plaça del diamant (La plaza del diamante, 1960), considerada como la novela más importante de la narrativa catalana de la posguerra.
 En el año 1965, Rodoreda hizo los primeros pasos en la publicación de sus Obras Completas, sin embargo no serían publicadas hasta el año 1977. La obra no incluyó ninguna de sus primeras cuatro obras (Soy una mujer honrada, De lo que no se puede huir, Un día en la vida de un hombre y Crimen) porque consideraba que eran fruto de su inexperiencia y aceptó reescribir Aloma, que sería reeditada en el año 1969, para adecuarla al nivel de su obra actual.
Volvió a Cataluña en el año 1972, estableciendo su casa en la Romanyá (Girona) y entrando en una actividad literaria plena de reconocimientos y galardones.
Finalmente, murió en Gerona víctima de un cáncer, a los 75 años de edad,  un 13 de abril de 1983.

La Julieta vino expresamente a la pastelería para decirme que, antes de rifar el ramo, rifarían cafeteras; que ella ya las había visto: preciosas, blancas, con una naranja pintada, cortada por la mitad, enseñando los gajos. Yo no tenía ganas de ir a bailar, ni tenía ganas de salir, porque me había pasado el día despachando dulces, y las puntas de los dedos me dolían de tanto apretar cordeles dorados y de tanto hacer nudos y lazadas. Y porque conocía a la Julieta, que no tenía miedo a trasnochar y que igual le daba dormir que no dormir. Pero me hizo acompañarla quieras que no, porque yo era así, que sufría si alguien me pedía algo y tenía que decirle que no. Iba de blanco de pies a cabeza; el vestido y las enaguas almidonadas, los zapatos como un sorbo de leche, las arracadas de pasta blanca, tres pulseras de aro que hacían juego con las arracadas y un bolso blanco, que la Julieta me dijo que era de hule, con el cierre haciendo como una concha de oro.
Cuando llegamos a la plaza ya tocaban los músicos. El techo estaba adornado con flores y cadenetas de papel de todos los colores: una tira de cadeneta, una tira de flores. Había flores con una bombilla dentro y todo el techo parecía un paraguas boca abajo, porque las puntas de las tiras, por los lados, estaban atadas más arriba que en el centro, donde todas se juntaban. La cinta de goma de las enaguas, que tanto trabajo me había costado pasar con una horquilla que se enganchaba, abrochada con un botoncito y una presilla de hilo, me apretaba. Ya debía de tener una señal roja en la cintura. De vez en cuando respiraba hondo, para ensanchar la cinta, pero en cuanto el aire me salía por la boca la cinta volvía a martirizarme.
 (Primeras líneas de 'La Plaza del Diamante')
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- de 1910, Ramón GAYA, pintor y escritor español. 
La proclamación de la Segunda República lo sorprende en Barcelona, donde había ido para visitar a su padre. 
En enero de 1932 encontrándose en Madrid, colabora con las Misiones Pedagógicas, realiza varias copias de cuadros del Museo del Prado para el Museo del pueblo, y viaja después con dicho proyecto por los pueblos de España. 
Su esposa muere en 1939 en el bombardeo de Figueras. Con el ejército cruza los Pirineos y pasa dieciséis días en el campo de concentración de Saint-Cyprien. 
Junto al grupo de Hora de España, en junio de 1939, embarca en el Sinaia camino de México, donde permanecerá exiliado hasta 1952. 
Son años de soledad y de intenso trabajo alternando viajes por Europa con su residencia en México.
A lo largo de la década de los sesenta hará varios viajes a España: Barcelona, Madrid, Murcia, Andalucía, Valencia... donde en 1966 conoce a Isabel Verdejo, con la que se casará más tarde. Sus viajes a España se harán más frecuentes. En 1969, aparece su libro fundamental: Velázquez, pájaro solitario.
En 1985 el Ministerio de Cultura le concede la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. En 1997, se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas, y en 2002, el Ministerio de Cultura le concede el Premio Velázquez de Artes Plásticas, en su primera edición.
Fallecido un 15 de octubre del 2005, su amplia producción escrita se ha recogido en diversas recopilaciones de sus obras: Obra completa, tomo I, 1990. Obra completa, tomo II, 1992. Obra completa, tomo III, 1994. Obra completa, tomo IV, 2000. Obra completa, 2010.

Anteayer, atontamiento de la salida: los amigos, el equipaje… En N. Y., atardecer; un atardecer diríase, tropical, pero sucio, turbio, aunque hermoso, muy triste, como con dos tristezas, la suya propia de atardecer y la mía, que yo reconocía y distinguía muy bien, pero de la que se me escapaba el motivo. La verdad es que después de unos primeros años de gran desespero, había terminado por asentarme, por acomodarme en una como desdicha… blanda, casi dulzona, cómoda – a la que desde luego había tomado cariño, apego, ley –, y ahora era como si de pronto sintiese el desgarro y una pena de una separación. (Fragmento de 'Diario de un pintor')..

- de 1913, Claude SIMON, escritor francés, fallecido un 6 de julio del 2005, considerado uno de los padres del nouveau roman. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1985 .
En 1936 viajó a Barcelona y luchó en la Guerra Civil española en el bando republicano. La experiencia de esta guerra inspiraría alguno de sus mejores libros como Le Palace (El palacio, 1962) o Le jardin des plantes (El jardín botánico, 1997).
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, participó en la Batalla del Meuse (1940), pero fue detenido por los alemanes. En el traslado a un campo de prisioneros en Francia, consiguió escaparse y se afilió al movimiento de la Resistencia Francesa. 
 Su primera obra como escritor, Le Tricheur (El Tramposo) se publicó en 1946 y un año más tarde La Corde Raide (La cuerda floja), pero es en 1960 cuando se publica su primer éxito literario, La Route des Flandres (La ruta de Flandes), que trata sobre la derrota militar francesa en 1940 y por el cual recibiría el premio de la Nouvelle Vague en 1961. En 1967 obtendría un nuevo galardón, el premio francés de vanguardia Médicis, por su libro Histoire (Historia, 1967), que cuenta un día cualquiera en la vida de un hombre joven.
 En 1981 sale a la luz Les Géorgiques (Las Geórgicas, 1981) dónde en tres épocas distintas y en períodos de agitación y violencia —la Revolución francesa, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial— tres personajes viven sucesos y experiencias que parecen superponerse. En este libro el autor vuelve a reflejar su experiencia en el bando republicano de la Guerra Civil Española. Al concederle el Premio Nobel de Literatura en 1985, la Academia Sueca mencionó esta novela como su obra quizá más importante.
En 1989 publica L'Acacia (La acacia), una novela fuertemente autobiográfica y que es reconocida como una obra maestra de la literatura antibélica. En esta obra describe el viaje con su madre y su tía a través de la devastada Francia de 1918 en busca de la tumba de su padre.
En 2001, con 88 años, publicó su última novela Le tramway (El tranvía), una autobiografía con recuerdos de su infancia y vejez en la que se describe a sí mismo como un autor “difícil, aburrido, ilegible y confuso”.

«Pero ella no tiene nada, no tiene a nadie, y nadie la llorará (¿qué es la muerte sin lágrimas?),
sino, tal vez, su hermano, ese otro viejo, y sin duda no más de lo que ella se lloraría a sí misma, es
decir, no se permitiría llorarse, no le parecería decoroso, no le parecería conveniente...
—Pero ella no es nada tuyo.
—No, dijo Louise.
—Ella no es nada tuyo.
—No», repitió dócilmente. Pero siguió mirando allí, frente a ella, algo que él no podía ver.
«Entonces.
—Entonces nada», dijo ella (mirando siempre —más allá de los árboles, los prados, la apacible
campiña de septiembre— esa cosa que él no podía ver). «Nada: ella no se casó nunca. Tal vez no
tuvo nunca la idea de que podía, de que tenía derecho —con ese hermano quince años más joven, y
que ellas habían educado (ella y la que ya ha muerto), y del que lograron (a fuerza de pensar en el
mejor modo de llevar un traje tres veces más tiempo del  que se necesitaba para gastar la trama
misma de la tela en que primitivamente había sido hecho) hacer un profesor de universidad, para lo
cual, a dos maestras cuyo padre y cuya madre apenas sabían leer, o tal vez ni siquiera eso, les debía
parecer  que valía la pena renunciar  a todo aquello a lo que una mujer  tenía derecho a aspirar
normalmente,  y cuando Georges y yo nos casamos, ella me dio este anillo, me hizo entrar en su
habitación (y fue la primera vez que yo sentí ese olor, ese perfume, exactamente como el de una
rosa marchita o más bien —puesto que una rosa marchita no huele a nada— el que uno piensa que
debería exhalar, es decir, algo que estaría a la vez hecho de polvo y frescura, y yo miré su mesa, su
tocador, pero no había allí  nada más que esas cuatro horquillas y ese frasco de agua de colonia
barata, y, sin embargo, olía como una flor, como una jovencita, como puede oler el cuarto o más
bien la tumba, el sarcófago donde una jovencita se hubiera conservado intacta, aunque a punto de
deshacerse en polvo al menor soplo)
(Primeras líneas de 'La Hierba').

 - de 1930, Harold PINTER, escritor británico, dramaturgo, guionista, poeta, actor, director y activista político, fallecido de cáncer de hígado un 24 de diciembre del 2008. Fue premio Nobel de Literatura en 2005.
 Sus obras más conocidas incluyen La fiesta de cumpleaños (1957), Retorno al hogar (1964) y Traición (1978), cada una de las cuales fue adaptada para cine y televisión. 
Sus adaptaciones de guiones de las obras de otros autores incluyen El sirviente (1963), El mensajero (1970), La mujer del teniente francés (1981), El juicio (1993), y La huella (2007).

Bar. Primavera. Tarde. Londres.
EMMA Está sentada en una silla de la esquina derecha. JERRY Se aproxima a ella llevando bebidas: Un vaso de cerveza para él, un vaso de vino para ella. JERRY toma asiento. Sonríen, brindan en silencio, beben. JERRY se arrellana y mira a EMMA.
JERRY.- Bueno...
EMMA.- ¿Cómo estas?
JERRY.- Muy bien.
EMMA.- Te ves bien.
JERRY.- Bueno, en realidad no estoy tan bien.
EMMA.- ¿Por qué? ¿Cuál es el problema?
JERRY.- ¡La cruda! (Levanta el vaso) ¡Salud...! (Bebe.) ¿Tú, cómo estás?
EMMA.- Yo estoy bien (Mira alrededor, luego a JERRY.) Como en los viejos tiempos.
JERRY.- Humm. Han pasado muchos años.
EMMA.- Sí. (Pausa) Pensé en ti el otro día.
JERRY.- Válgame Dios. ¿Por qué? (EMMA se ríe) ¿Por qué?
EMMA.- Bueno a veces es agradable acordarse. ¿No crees?
JERRY.- Totalmente. (Pausa) ¿Cómo va todo?
EMMA.- Pues no va mal. (Pausa) ¿Sabes hace cuánto que no nos vemos?
JERRY.- Bueno, fui a esa exposición privada... ¿cuándo fue?
EMMA.- No, no me refiero a eso.
JERRY.- Ah, ¿quieres decir solos?
EMMA.- Sí.
JERRY.- Uuhm...
EMMA.- Dos años.
JERRY.- Sí, hace como dos años. Mmm. (Pausa)
(Fragmento inicial de 'Traición')

 Fallecidos en esta fecha
 
- de 2010, Ricardo DOMÉNECH, escritor español nacido un 24 de abril de 1938. Fue un crítico literario, especialista en el teatro español del siglo XX . 
Además de su obra crítica, publicó cinco libros de cuentos y novelas cortas entre 1968 y 1989.
Entre sus obras: Pirandello y su teatro de crisis (1967), Primera crónica del teatro de Laín (1967),  Molière (1967),  Introducción al teatro de Rafael Alberti (1972) y Nuestra ardiente oscuridad (2000).
 
Testigo imparcial
 Los tanques y los camiones, ¿no tienen marcha atrás? Y los nadadores, ¿no nadan de espaldas? Teniendo esto en cuenta, se comprende lo que algunos opinan: que, técnicamente, lo ocurrido, aunque inverosímil, es posible. Pero otros, también con razón, dicen: ¿y las motos? De las motos, ¿qué? Yo, la verdad, no me meto en tantas filosofías. Ha ocurrido, ¿no? Y todos hemos sido testigos, ¿no? ¡Pues entonces, leñe! Ahora, tocante al motivo, ése ya es otro cantar y yo me callo. Pero que ocurrió lo que ocurrió... Vamos, eso lo ha visto menda con estos ojos y no hay canalla que me lo niegue ahora mismo. La impresión que yo tenía era como en el tren, cuando llegas a una estación en que el tren se bifurca, y van y ponen una locomotora en la cola, y tú, que no te has movido de tu asiento y estás acostumbrado a que el campo y las casas y todo se vayan como huyendo en una dirección, ves que de golpe, en cuanto el tren se vuelve a poner en marcha, se van en la dirección opuesta y tú vas y dices carajo, qué es esto. El teniente Valbuena lo explicaba de otra manera. A él le dio la impresión de estar viendo bajar unas escaleras mecánicas en unos grandes almacenes o en el metro, y como si, de pronto, alguien hubiera manipulado en el mecanismo y la escalera se pusiera a subir, pero con todas las gentes en la postura anterior y como si creyeran estar bajando. Fue algo parecido a todo esto; fue lo mismo, igualito. Yo miraba el desfile y de pronto qué cosa tan rara, no puede ser. Y era eso, sí. En aquel instante —no lo olvidaré nunca— pasaba delante de mí una compañía de fusileros a las órdenes del capitán Bravo, en perfecta formación, y el sol brillaba con intensidad en cascos y bayonetas... La tropa desfilaba muy marcial y muy disciplinada y muy requetebién... Pero lo hacía caminando de espaldas, hacia atrás. (Fragmento de 'La pirámide de Keops').

jueves, 6 de julio de 2023

6 de julio - #BesoRobado, #CruzRoja. Estíbaliz Espinosa, Faulkner.

   Se celebra el Día Mundial del Beso Robado, que comenzó en el Reino Unido y es una celebración distinta, aunque similar, a la del Día Internacional del Beso, del 13 de abril. 

Pero recuerda: una broma deja de serlo en cuanto implica una pérdida de respeto.

Según algunos expertos los besos dados con intensidad son equiparables a una sobredosis de anfetaminas: aumentan los niveles de dopamina (sustancia asociada al bienestar) y de testosterona (asociada al deseo sexual) y se generan adrenalina y noradrenalina, que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardiaca. También se segregan endorfinas (hormonas de la felicidad) y oxitocina (llamada hormona del amor). Y se activan nada menos que 34 músculos.
Además de recibir cariño y una buena dosis de ánimo, un beso largo y apasionado desarrolla los pulmones, reduce la presión arterial y la cantidad de colesterol en sangre, disminuyendo así el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Además ayuda a evitar la caries, y resulta ser un buen remedio contra las arrugas y la obesidad, ya que con un beso diario de 3 minutos se puede adelgazar 3 kilos al año. :D
En este día especial se realizan algunas actividades como batir el récord del beso más largo del mundo, que por ahora dura 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. 
En fin, que esta divertida celebración es, sin duda, una buena excusa para robar un beso de alguien que te guste mucho... ¡ganándotelo, claro! y sabiendo que es CONSENTIDO.
 
- 1713: En Madrid (España) se celebra primera sesión oficial de trabajo de la Real Academia Española en la propia casa de su fundador, Juan Manuel Fernández Pacheco.

- 1864: se funda la Cruz Roja Española.  En sus orígenes, su actuación estuvo centrada en intervenciones humanitarias en caso de conflicto armado, como por ejemplo, en 1870 en la Guerra Franco-Prusiana -siendo el primer envío de ayuda humanitaria que realizó la Cruz Roja Española- y durante la Tercera Guerra Carlista en 1872. Nicasio Landa, junto con Joaquín Agulló, marqués de Ripalda, fue uno de los fundadores.
 
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Autores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
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- de 1859, Verner VON HEIDENSTAM, escritor sueco, premio Nobel de Literatura en 1916, citado con ocasión de su obituario, un  20 de mayo  de 1940.
Su obra Vallfart och vandringsar (Años de peregrinaje y vagabundeo, 1888), una colección de poemas líricos basados en sus vivencias durante su recorrido por el Oriente, señaló el comienzo de su disidencia con el naturalismo. 
Entre sus obras: Hans Alienus (1892), Dikter (Poemas, 1895) y Karolinerna (Los soldados de Carlos, 2 vols., 1897-1898, novela histórica) y Nya Dikter, (Nuevos poemas, 1915).
Sten Sturen hizo venir de Andorf a un ingeniero llamado el maestro Andrés, y le encargó que tallara una imagen tan preciosa, que no hubiera otra parecida en todos los países del Norte, porque habría de servir para adornar la Catedral de Estocolmo.
El maestro Andrés era un hombre rudo e imperioso, pero de amable sonrisa y mano firme. Era alto y bien proporcionado. Llevaba sus cabellos, ya muy grises, partidos por una raya al medio, enmarcando una frente alta y despejada, como si fuera la cabeza de un Cristo. Su mirada era tan lánguida y extraña, que parecía brotar desde lo más profundo de su mente y proyectarse sobre quien hablaba. Así era como les parecía a sus amigos que, dándole una palmada cariñosa en el hombro, le decían:
«Maestro, ¿dónde están tus pensamientos...? Clavas tus ojos en nuestro semblante, pero estás abstraído, como si no nos vieras».
Había recorrido muchos países, y más de una vez ciñó armadura para probar la suerte de las armas. Era devoto sin afectación, y muy asiduo en visitar las iglesias. La gente, sin embargo, había observado que sólo se arrodillaba ante las imágenes de los santos, nunca ante las de las santas.
Debajo de su jubón llevaba el maestro Andrés, colgada de una cadenilla, la efigie de San Jorge.
(Inicio de "San Jorge y el dragón Endymion", 1898)
.
-  de 1914, José GARCÍA NIETO, escritor español, también recordado en la fecha de su defunción, un 27 de febrero de 2001.
Fue miembro, junto a Gabriel Celaya, Blas de Otero y José Hierro, de la generación poética de la posguerra española. 
Llega en 1929 a Madrid, donde contactó con el círculo literario del Café Gijón. Desde entonces se dedica a la literatura, especialmente a la poesía, al teatro (incluyendo la adaptación de clásicos españoles), y al guión cinematográfico.
Académico de la Real Academia Española en 1982, sillón "i", ha sido galardonado en numerosas ocasiones, entre ellas, en 1950 con el Premio Adonais por Dama de soledad, el Premio Fastenrath de la Real Academia Española por Geografía es amor en 1955, Premio Nacional de Literatura en dos ocasiones (1951 y 1957), Premio Mariano de Cavia de periodismo en 1980 y Premio Cervantes en 1996 por el conjunto de su obra.

Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido,
en ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer,
cuando las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido,
pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño tan lejano,
las rosas de aquel día,
crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.
(Al espejo retrovisor de un coche)
.
- de 1974, Estíbaliz ESPINOSA, (@criaturamecanic), escritora española de origen gallego que escribe en dicha lengua y castellano. También traductora y músico (cantante lírica). Licenciada en Sociología y en Filología Hispánica.
 En Internet y a través de sus blogs ( ...mmmm..., [...] y Abra a cápsula, por favor), experimenta con ambientaciones sonoras, canto y ruidismo.
  Como poeta se dio a conocer con Mecánica Zeleste (1999). Posteriormente obtuvo el Premio Esquío con Pan (libro de ler e desler) (2000). En este conjunto de textos hay referencias al cine, al juego humano y al espacio exterior. Sigue ese reto en –orama (2002), cuyo título es un juego de palabras con el de su obra anterior (pan-orama).
Muestra influencias muy variadas, desde científicas hasta provenientes de las artes plásticas, de los cuentos de hadas, del dibujo, de la música, de la matemática o de la astronomía.
 Número e (Premio Espiral Maior 2001) cierra ese primer ciclo, con textos que aluden a los números, a la pérdida de la identidad y a la cibernética. Publica Zoommm. Textos biónicos en el 2007, Papel a punto de en el 2011, y Curiosidade, en el 2015.
Colabora en Babelia (El País) y en el suplemento cultural del ABC.
Sus antologías: Poesía Galega Contemporánea III 1975-2000, Mujeres de carne y verso (2001) y Das sonorosas cordas (2005).
Últimas obras: As neuronas irmás (Premio Afundación-Pen Club 2017), Gustav Henningsen. O danés curioso en Ordes (sobre el prestigioso folklorista, 2018), Curiosas na Lúa. Os parladoiros de Estrelecidas (ciclo de charlas, 2020). Constelación Maruja que muta noutras (2021). Abominables adorables (infantil y juvenil, 2022)
Su web: https://estibalizespinosa.com/

Toda la elegancia y la ternura de un pañuelo doblado por nuestra madre al fondo del cajón que en contadas ocasiones miras. Factura de la luz. Estos horizontes móviles pueden con todo. Nada los amenaza, nada los arrasa. Soportan, como columnas de humo, la belleza. Salen indemnes de ella. No se inmutan ante nuestro informe forense. Saben dónde se esconde el delator sin delatarlo. Nunca se leen entre líneas a sí mismas. Sellado con silicona preservan el corazón de los grandes. En una urna griega, las cenizas de un romántico inglés. En un cáliz que se aparta, las retinas celestes de un peruano. Resiste una copia en carbón de aquellos que se perdieron. Páginas de cortesía nos ofrecen su cálida nuca. Páginas, páginas, páginas. Demasiadas. Su insolencia. Léeme. A veces sosa su cáustica, aburrido su paroxismo. Las ocultas, las pálidas, las eclipsadas... qué hambre de su peinado de trenzas oscuras. De toda su patafísica. Quién lo diría: células fotoeléctricas que se activan con tu mirada. Hologramas viviendo su existencia a medias en el orden del alfabeto. Es esta una cama hecha para deshacerse. Una levadura que levita. Cada expresión humana corre a esta ecuación a guarecerse. Del mundo. A pesar de nosotros mismos, su registro nos lamina en pasados y futuros, formas dichas y elididas, nombres propios y comunes. Lo mezcla todo. Su ciencia vacuna la ficción. De la escritura no esperes nada, la literatura con su forma de hueco de pala está excavando los contornos de tu muerte. Les planta flores y vías lácteas. En este laboratorio improvisado que fregamos desde los siete años, una casual sucesión de químicas orgánicas convierte esos contornos en bomba.
Una bomba permanentemente en suspense sobre la boca abierta de un niño.
Es el hijo de tu hijo de tu hijo, radiactivado en la lectura.

(Fragmento de "Papel a punto de", 2008)
Fallecidos en esta fecha 
 
- de 1962, William FAULKNER, escritor estadounidense, premio Nobel de literatura en 1949, a quien recordamos en la fecha de su nacimiento, un 25 de septiembre de 1897. Recibió también el premio Pulitzer en 1955, por su novela Una fábula y en 1963, por su novela Los rateros.
En general, la crítica identifica El ruido y la furia, Mientras agonizo (1930), Luz de agosto (1932), ¡Absalón, Absalón! y El villorrio (1940) como sus novelas más importantes así como la colección de cuentos ¡Desciende, Moisés! (1942), que incluye una de sus máximas creaciones, el cuento largo "El oso".
 Es considerado uno de los creadores de ficción más importantes de las letras del siglo XX, a la altura de Marcel Proust, Franz Kafka y James Joyce. Su influencia es reconocida por, entre otros autores, Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa.
 Jorge Luis Borges tradujo su obra Las palmeras salvajes.

Sí. Eso es… Decencia, eso era lo que me decidió. Hace poco descubrí que la haraganería engendra nuestras virtudes, nuestras más tolerables cualidades; contemplación, ecuanimidad, pereza, dejar en paz al prójimo; buena digestión mental y física; la sabiduría de limitarse a placeres carnales: comer y defecar y fornicar y sentarse al sol, porque no hay nada mejor, comparable, ninguna cosa mejor en este mundo sino vivir por el corto tiempo en que se nos presta aliento, estar vivo y saberlo –ah, sí. Ella me enseñó eso, me marcó también para siempre- nada, nada. Pero hace poco he visto claro, sacando la conclusión lógica, que una de las virtudes primordiales –ahorro, aplicación, independencia- engendra todos los vicios –fanatismo, entrometimiento, suficiencia, miedo y lo peor de todo: decencia-. Nosotros, por ejemplo. Porque el hecho de ser solventes por primera vez, de saber con seguridad de dónde vendría la comida de mañana (el maldito dinero, demasiado: de noche nos quedábamos despiertos planeando cómo gastarlo; para la primavera ya andaríamos con prospectos de compañías de vapores en los bolsillos) me había esclavizado y entregado a la decencia como cualquiera. (Fragmento de "Las palmeras salvajes")

- de 1964, Rafael CANSINOS ASSENS, escritor español recordado en su natalicio, un 24 de noviembre  de 1886. Poeta, novelista, ensayista, crítico literario, hebraísta y traductor perteneciente a la Generación de 1914 o Novecentismo.
           Su primer cuento aparece en la revista literaria El Arte hacia 1898 y también colabora en Vida Nueva, revista de la generación del 98 dirigida por el gaditano Dionisio Pérez Gutiérrez, así como en el periódico El País.
         Hacia 1901 Pedro González-Blanco le pone en contacto con el Modernismo, que le cautiva, y conoce a Francisco Villaespesa. Colabora en Helios (1903) y en la  Revista Latina y Renacimiento (1907). En esos años participa activamente en una campaña filo-sefardí que tuvo por finalidad recuperar la memoria judía española. Escribe salmos.
            Se hace periodista e irá relacionándose con el citado Villaespesa, Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Gregorio Martínez Sierra, Ramón Gómez de la Serna, Antonio  y Manuel Machado, etc. Publica su primera obra, El Candelabro de los siete brazos (salmos), en 1914, modernista, pero publicada tardíamente, cuando ya esta estética empieza a decaer. 
            En 1919 abandona el periodismo para dedicarse por completo a la literatura. Es la época en la que se relaciona con Guillermo de Torre, Adriano del Valle, Xavier Bóveda, Vicente Huidobro, etc. También con Jorge Luis Borges, que desde ese momento se referirá a él como su maestro. En 1921, en El movimiento V.P, hace un retrato irónico de los protagonistas de las Vanguardias españolas, y en especial de la disolución del Ultraísmo.
Publica también importantes ensayos de crítica literaria como Poetas y prosistas del novecientos (1919), Los temas literarios y su interpretación (1924) y los cuatro tomos de La nueva literatura (1917–1927).
Otros ensayos como El divino fracaso (1918), España y los judíos españoles (1920), Salomé en la literatura (1920), Ética y estética de los sexos (1921), Los valores eróticos en las religiones: El amor en el Cantar de los Cantares (1930) y La Copla Andaluza (1936) desarrollan de modo original los temas que enuncian sus títulos. Escribió, entre otras, las novelas La encantadora (1916), El eterno milagro (1918), La madona del carrusel (1920), En la tierra florida (1920), El movimiento VP (1921), La huelga de los poetas (1921) y Las luminarias de Hanukah (1924).

Dalet
La mujer es un sueño, es nuestro sueño, ¡oh hombres! Y ha nacido de nuestra ternura
y de nuestra plenitud en la soledad.
La mujer ha nacido de la profundidad masculina, como las nieblas se elevan del vasto
sueño de la mar; y somos nosotros los que la hemos creado con todos sus atributos.
Todo en ella es obra nuestra; y hemos creado sus senos manifiestos y su sexo enigmático.
La mujer es nuestro sueño, ¡oh hombres!, y ha nacido de nuestro sueño como las diosas y como las sirenas; y ha tomado de nuestro sueño toda la ambigüedad.
Todo es en ella vago e impreciso; y nada hay en su cuerpo que tenga la medida, cierta y eficaz, de nuestro puño cerrado, lleno de fuerza y plenitud.
La mujer es un sueño ante nuestros ojos profundos, y por eso se asemeja a tantas cosas su cuerpo desplegado; por eso es comparable a las serpientes y a las grandes aves y a las ánforas y a las liras; y por eso, cuando destrenza su cabellera, nos parece un prodigio.
Por eso es variable y distinta como un sueño; como un sueño de mediodía y de medianoche, y también como un sueño matutino que roza ligero las sienes del durmiente; como un sueño de adolescente distinto del que ciñe la frente de los hombres maduros con la gracia de un poniente sobre un páramo.
Por eso, ¡oh hombres!, cambia constantemente ante nuestros ojos y nuestro corazón; y por eso su desnudez nos embriaga tan locamente como un sueño.
(Fragmento de "Las hogueras del mirto").
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- de 2005, Claude SIMON, escritor francés nacido el 10 de octubre de 1913, considerado uno de los padres del nouveau roman.
Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1985 por la calidad de sus novelas, “que combinan la creatividad del poeta y la del pintor al dar profundo testimonio de la complejidad de la condición humana”.
 En 1936 viajó a Barcelona y luchó en la Guerra Civil española en el bando republicano. La experiencia de esta guerra inspiraría alguno de sus mejores libros como Le Palace (El palacio, 1962) o Le jardin des plantes (El jardín botánico, 1997).
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, participó en la Batalla del Meuse (1940), pero fue detenido por los alemanes, que lo enviaron a un campo de prisioneros en Sajonia. En el traslado a un campo de prisioneros en Francia, consiguió escaparse y se afilió al movimiento de la Resistencia Francesa. Se refugió en el sureste francés.
Su primera obra como escritor, Le Tricheur (El Tramposo) se publicó en 1946 y un año más tarde La Corde Raide (La cuerda floja), pero es en 1960 cuando se publica su primer éxito literario, La Route des Flandres (La ruta de Flandes), que trata sobre la derrota militar francesa en 1940 y por el cual recibiría el premio de la Nouvelle vague en 1961. En 1967 obtendría un nuevo galardón, el premio francés de vanguardia Médicis, por su libro Histoire (Historia, 1967), que cuenta un día cualquiera en la vida de un hombre joven.
 En 1981 sale a la luz Les Géorgiques (Las Geórgicas, 1981) dónde en tres épocas distintas y en períodos de agitación y violencia —la Revolución francesa, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial— tres personajes viven sucesos y experiencias que parecen superponerse. En este libro el autor vuelve a reflejar su experiencia en el bando republicano de la Guerra Civil Española. Al concederle el Premio Nobel de Literatura en 1985, la Academia Sueca mencionó esta novela como su obra quizá más importante.
En 1989 publica L'Acacia (La acacia), una novela fuertemente autobiográfica y que es reconocida como una obra maestra de la literatura antibélica. En esta obra describe el viaje con su madre y su tía a través de la devastada Francia de 1918 en busca de la tumba de su padre.
En 2001, con 88 años, publicó su última novela Le tramway (El tranvía), una autobiografía con recuerdos de su infancia y vejez en la que se describe a sí mismo como un autor “difícil, aburrido, ilegible y confuso”.
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- de 2009, Enrique CONGRAINS, escritor peruano fallecido tan solo dos días después de su cumpleaños, pues nació el 4 de julio de 1932. Se le engloba en la llamada Generación del 50, de la que forman también parte Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro y Carlos E. Zavaleta.
 Publicó en 1954 el libro de cuentos Lima, hora cero, inaugurando el realismo urbano en el Perú, que sus compañeros de generación explorarían después, al igual que autores posteriores, como Oswaldo Reynoso. Este libro describe la marginalidad de las barriadas limeñas, sobre las que en esa década recayó la mirada de la sociedad, dada la importancia de la ola migratoria andina hacia la capital del Perú en ese entonces.
Al año siguiente publicó su segundo libro, la colección de cuentos Kikuyo, que circuló minoritariamente.
Entre sus obras: Domingo en jaula de esteras (cuento incluido en Cuentos peruanos. Antología completa y actualizada del cuento en el Perú. 1957), No una, sino muchas muertes (novela, 1957), El narrador de historias (novela, 2008) y 999 palabras para el planeta Tierra (novela, 2009).

Por alguna desconocida razón, Esteban había llegado al lugar exacto, precisamente al único lugar..., Pero, ¿no sería, más bien, que "aquello" había venido hacia él? Bajó la vista y volvió a mirar. Sí, ahí seguía el billete anaranjado, junto a sus pies, junto a su vida.
¿Por qué, por qué él?
Su madre se había encogido de hombros al pedirle él, autorización para conocer la ciudad, pero después le advirtió que tuviera cuidado con los carros y con las gentes. Había descendido desde el cerro hasta la carretera y, a los pocos pasos, divisó "aquello" junto al sendero que corría paralelamente a la pista.
Vacilante, incrédulo, se agachó y lo tomó entre sus manos. Diez, diez, diez, era un billete de diez soles, un billete que contenía muchísimas pesetas, innumerables reales. ¿Cuántos reales, cuántos medios, exactamente? Los conocimientos de Esteban no abarcaban tales complejidades y, por otra parte, le bastaba con saber que se trataba de un papel anaranjado que decía "diez" por sus dos lados.
(El niño de junto al cielo, en Lima Hora Cero, 1954).
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- de 2011, Miquel PAIROLÍ, escritor y periodista español en las lenguas catalana y castellana, nacido el 9 de diciembre de 1955. Cultivó la novela, el teatro, el articulismo o el guión televisivo para retratar la realidad de manera minuciosa profundizando en cuestiones esenciales de la naturaleza humana.
Muy influido por Josep Pla, entre sus obras destacan los dietarios Paisatge amb flames (1990), L'enigma (1999) y  Octubre (la última, 2010), y sus novelas, El manuscrit de Virgili (2004) y Cera (2008).

Com Antoni en el poema de Kavafis, sempre acabem perdent aquesta Alexandria que hem tingut. Però no ha estat somni, no.
Gràcies pels anys de convivència amb la mare, pels dies de la infantesa a Palol y per les paraules de l’avi.
Gràcies per la verdor fosca i llunyana del bosc de les Gavarres i per l’olor de la roureda i gràcies per tants capvespres en què hem vist pondre’s el sol entre el Montseny i Rocacorba.
Gràcies pel gust de les viandes i dels fruits que dóna aquesta terra, que hem pres cuinats amb saviesa humil i antiga coneixença, i gràcies pels vins que alimenten el cos i alegren l’esperit.
Gràcies per las estelades nits d’estiu, compartides amb els amics, potser no lluny de mar.
Gràcies pel Concert per a violí i orquestra, de Beethoven, que és com dir la música, i gràcies per haver conegut Roma i Viena, Trieste i Lisboa, París i Amsterdam.
Gràcies pels llibres que he llegit i que tant m’han acompanyat sempre i, entre ells, pels més estimats, que a l’alta nit reprenia del prestatge per tornar a un poema o a un paràgraf.
Gràcies també per les pàgines que he pogut escriure, per a mi i per als altres.
Alexandria és gran i tota plena de contrastos. Quan s’acosta la fi, el record s’expandeix com un oratge pels jardins de la ciutat i oblida els suburbis, les males hores, els dies amargs, els errors comesos, que també han existit.
A l’hora del comiat, només dos mots d’Horaci: carpe diem, amics, companys, beveu el vi, gaudiu la mel. Que la vida és breu i passa, i tot és ara i res. (No ha estat un somni, no)

Como Antonio en el poema de Kavafis, siempre acabamos perdiendo esta Alejandría que hemos tenido. Pero no ha sido sueño, no. Gracias por los años de convivencia con la madre, por los días de la niñez en Palol y por las palabras del abuelo. Gracias por el verdor oscura y lejana del bosque de las Gavarres y por el olor del robledal y gracias por tantos atardeceres en que hemos visto ponerse el sol entre el Montseny y Rocacorba. Gracias por el gusto de las viandas y los frutos que da esta tierra, que hemos tomado cocinados con sabiduría humilde y antigua conocimiento, y gracias por los vinos que alimentan el cuerpo y alegran el espíritu. Gracias por las estrelladas noches de verano, compartidas con los amigos, puede que no lejos de mar. Gracias por Concierto para violín y orquesta, de Beethoven, que es como decir la música, y gracias por haber conocido Roma y Viena, Trieste y Lisboa, París y Amsterdam. Gracias por los libros que he leído y que tanto me han acompañado siempre y, entre ellos, los más queridos, que en la alta noche retomaba del estante para volver a un poema o un párrafo. Gracias también por las páginas que he podido escribir, para mí y para los demás. Alejandría es grande y llena de contrastes. Cuando se acerca el fin, el recuerdo se expande como un tiempo por los jardines de la ciudad y olvida los suburbios, las malas horas, los días amargos, los errores cometidos, que también han existido. A la hora de la despedida, sólo dos palabras de Horacio: carpe diem, amigos, compañeros, beban el vino, disfruten la miel. Que la vida es breve y pasa, y todo es ahora y nada. (Traducción nuestra. Publicado el 7 de julio de 2011, un día después de su fallecimiento por un cáncer)
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- de 2013, Juan INTROINI, escritor, filólogo, latinista y profesor uruguayo nacido el  13 de febrero de 1948, autor de ensayos sobre tradición y literatura clásica, literatura uruguaya, traducciones de literatura en latín y cinco libros de cuentos.
El 8 de noviembre de 2011 fue elegido para ocupar el sillón «Javier de Viana» de la Academia Nacional de Letras del Uruguay.
Destacan las recopilaciones de sus ensayos en: Séneca. Apocolocyntosis del divino Claudio (1996), La ninfa en la selva. Literatura uruguaya y tradición clásica (con Victoria Herrera, 2008 ) y Viejas liras y nuevos vates. Literatura uruguaya y tradición clásica (con Victoria Herrera y L. Augusto Moreira, 2011). (Imagen de Alfredo Fressia. ladiaria.com.uy)
Sus cuentos: El intruso (1989), La llave de plata (1995), La tumba (2002), Enmascarado (2007) y El canto de los alacranes (2013, publicación póstuma).

Las manos eran grandes, excesivamente grandes en relación al cuerpo del hombre y se duplicaban inmóviles sobre la superficie del escritorio. Estaban salpicadas aquí y allá de cicatrices, pequeños costurones y huellas de algún rasguño reciente. Los dedos eran largos, poderosos. Delataban una tensión animal en acecho. Las uñas, que brillaban cuidadosamente recortadas, nacaradas con esmero, eran nueve: se destacaba la falange ausente del meñique de la mano izquierda. Erguida entre el pulgar y el índice de la mano derecha, una pequeña lima apuntaba hacia el techo.
Las manos descansaban sobre la superficie aséptica de un escritorio de cármica con patas metálicas. Estaban acompañadas por una breve columna de expedientes apilados, un block para anotaciones, una lámpara encendida y dos vasos alargados: uno contenía lápices y bolígrafos, del otro asomaba una solitaria rosa encarnada, único detalle fresco y vívido en esa oficina lóbrega.
La mano izquierda se sacudió apenas el letargo y con un gesto lacónico le indicó la estrecha silla que enfrentaba el escritorio. Oliveira contempló los bultos de los enormes archivos que llegaban hasta el techo y parecían ocupar toda la habitación. Después, sus ojos soñadores volvieron al cono de luz en que yacían las manos, otra vez inmóviles, y ascendieron hacia la cara del hombre procurando, sin lograrlo, no dejarse atrapar por el ojo de vidrio.
–Osorio– dijo el hombre con voz levemente aflautada, mientras sus labios esbozaron una sonrisa mecánica, dejando asomar una doble hilera de dientes blanquísimos, chillonamente postizos. –Pero llámeme Tumba o La Tumba, como prefiera –agregó–; aquí todos me llaman así. 

 (Fragmento del cuento 'La tumba')