se conmemora el Día Mundial de la ALEGRÍA.
No es cuestión de ponerse a pensar qué es la alegría (esa mariposa que se posa unos instantes en tu hombro y de la que hay que disfrutar antes de que emprenda el vuelo, que dicen que dijo el Dalai Lama), pero a modo de anécdota contaré que en un concurso literario pedían un mínimo de 70 páginas sobre un tema alegre y optimista... ¡y no supe sobre qué escribir que fuera original! Esa mariposa no da para mucho.
Y entonces, resignándome a no participar (y me hubiera encantado, en serio) recordé el cuento de Bucay "El buscador". ¡Habrá que tomar nota!
- de 1894, Juan FILLOY, escritor argentino a quien recordamos con ocasión de la fecha de su fallecimiento, un 15 de julio de 2000.
En su longeva existencia (quince días después hubiera cumplido 106 años), desarrolló una vasta obra literaria con más de cincuenta títulos en todos los géneros: novela, cuento, artículo, ensayo, traducción, poesía, teatro, relato e historia.
Miembro de la Academia Argentina de Letras, 1980, cuenta entre sus obras con tírulos como: Caterva (1938), Yo, yo y yo (1971), Vil &Vil ( 1975), L’Ambigú (1982), Gentuza (1991), La purga (1992).
.
Acaso hubo búhos acá.
Adán y raza, azar y nada.
Allí va Ramón y no maravilla.
Al reparto, otra perla.
Amad a la dama.
Amada dama.
A Mercedes ese de crema.
Amargor pleno con el programa.
Amigo, no gima.
Amó la paloma.
Amo la pacífica paloma.
Amor a Roma.
Ana lava lana.
Ana lleva al oso la avellana. (Palíndromos en "Karcino")
- de 1902, Serafina QUINTERAS, seudónimo de la escritora, periodista, cantautora y poetisa peruana Esmeralda Gonzales Castro, recordada en su obituario, un 13 de mayo del 2004. Hija de padres poetas, colabora bajo distintos alias en diversos medios escritos. Adquiere el que le dio fama, por su admiración a los autores teatrales españoles Serafín y Joaquín Álvarez Quintero.
Su prima hermana Emma Castro Pervuli, asume el seudónimo de "Joaquina Quinteras" y juntas inician una trayectoria dentro de la música criolla peruana, componiendo canciones como "El Ermitaño", "Todo y Nada" y sus mayores éxitos, "Muñeca Rota" y "Parlamanías".
Muchachita ingenua de los ojos negros,
no eres ni siquiera la sombra de ayer;
hoy vives un mundo de desilusiones
envuelta en la niebla de tu atardecer.
Me parece verte con tu traje lila,
con tu sombrerito de flores extrañas,
siendo el terciopelo de tus marimoños,
mucho menos suave que el de tus pestañas.
Muñeca preciosa,
que fuiste un conjunto de miel, nieve y rosa;
muñeca divina,
es una cascada tu voz cristalina.
¿Quien deshizo el alma de tus perendegues?
¿Quien quebró tu espejo? ¿Quien rasgó tu mota?
Hay una tristeza de tu desencanto
toda la tragedia de muñeca rota.
¿Recuerdas? La vida nos unió un instante,
y la misma vida trazó dos caminos;
tú trepas la cumbre de los desengaños
yo bajo la cuesta de los desatinos.
Muchachita ingenua, yo sigo admirando,
el mohin gracioso que habla en tus dengues,
y te sigo viendo con tu traje lila
con tus marimoños y tus perendengues. (Muñeca rota)
- de 1918, Mario LÓPEZ, poeta y pintor español recordado en la fecha de su defunción, un 1 de abril del 2003.
de dias, aunque acaecidos, no olvidados... (A BUJALANCE)
- de 1928, César LEANTE, escritor cubano nacionalizado español. Fue asesor nacional de Literatura del Ministerio de Cultura de Cuba.
El 17 de septiembre de 1981 pidió asilo político en España, debido a la falta de libertad de expresión imperante en su país.
Otras obras: Desnudo femenino y otros cuentos (1995), El bello ojo de la tuerta (1999), Pan negro (2003).
- de 1981, Aroa MORENO DURÁN, escritora y periodista española.
- de 1969, Miguel LABORDETA, poeta y dramaturgo español fallecido repentinamente apenas dos semanas después de su 48 cumpleaños, pues nació el 16 de julio de 1921.
Hermano del cantautor, escritor y político José Antonio Labordeta, escribió en 1945 su primer libro de poemas, Sumido 25, al que siguieron, en 1949, Violento idílico y en 1950 Transeúnte central. Cultivó un estilo surrealista de lenguaje expresivo y amplios registros, elocución desbordada, verso libre y tono apocalíptico plagado de visiones cósmicas de raigambre barroca y romántica, especialmente en sus primeros tres poemarios.
Al final de su vida, en 1969, aparecen Los Soliloquios, que junto a Autopía, publicada póstuma en 1972, muestran una poesía más ceñida y condensada. También escribió una obra de teatro titulada Oficina de Horizonte (1955).
Lo sabéis amigos
no volveremos más.
La virtud de la lluvia
se aniquila en los soles
y el viento entre las flores
se sumerge en la sangre de los toros.
Sólo los viejos vagabundos al morir
pueden saber quizá
el secreto de la hora derramada
y el porqué de la mujer húmeda en estío.
Pero nosotros no. No podemos volver.
Es imposible calavera mariposa
el tiempo entre la niebla seducido.
Somos nosotros mismos
el ritmo pereciente
y nuestro gesto
la invisible caracola de la muerte
primavera pura aniquilada
en incesantes mundos destruidos.
Nada más. Tan sólo eso.
Un levantar baldío de los brazos
para recoger el mar que se nos huye
pletórico de ahogados y de olvidos.
Un lamento también
y un querer crear agujeros
en el agua mansa de los recién nacidos. (Fragmento de Destino)
Entre 1987 y 1992 dirigió la revista de poesía Signos. Desde 1986 colaboró como articulista en diferentes revistas y periódicos. Es uno de los autores más importantes de la literatura gay española. Cultiva poesía, novela, ensayo, teatro y colaboraciones periodísticas como el programa de radio 5 (RNE) "Entiendas o no entiendas".
Entre sus obras: El triunfo del vacío (poesía, 2004), A través de un espejo oscuro (novela, 2005), Concierto del desorden (poesía, 2007), La loca aventura de vivir (novela, póstuma, 2009), Nostalgia de siglos y Con estas mismas distancias (poesía, póstuma, 2011) y los libretos de ópera: Sin demonio no hay fortuna (1987) y Estamos en el aire (1991).
¿A qué viene esconderse los espectros?
Entonces no era así.
Íbamos juntas las almas en busca de cuerpos
porque en uno solo no cabía la conciencia.
Qué arteras artimañas usamos por no vernos,
qué orgullo solitario en nuestras cuevas
adornadas con estampas del deseo.
Hablaron de un camino que lleva a la derrota.
También de una cascada que da la bienvenida
y de una comunión de sombras exaltadas.
Sabemos ya que el tacto nos daba la medida
de nuestra pretensión, pero el recuerdo borra
la intensidad vital, el sol, la llamarada.
Espectros de una vida que se agota,
hemos llegado hasta aquí.
Vamos juntas las almas al olor de los cuerpos,
que en esa confusión estaba la respuesta.
Por absurdo que parezca el desafío,
habrá felicidad en el rencuentro.
Cuando hagan la señal, salgamos de las cuevas.
(Espectros de una vida que se agota, de "El triunfo del vacío" 2004)
.
En 1962 se dio a conocer con la novela Los Enanos, y a continuación publicó Los cien pájaros en 1963. El éxito que alcanzó con sus primeros trabajos se consolidó con la obtención en 1964 del XIII Premio Planeta por su novela Las Hogueras. Su última novela publicada, El asesino de los sueños, es de 1986.
Su obra se enmarcó dentro del realismo y del testimonio social. Trató con un lenguaje directo temas poco habituales en la literatura española de entonces, como el sexo, la homosexualidad y la prostitución.
Aunque tuvo inconvenientes por ello con la censura franquista, consiguió gran notoriedad en las décadas de los 60 y 70.
Entre otras obras, los títulos: La madama (1969), Rey de Gatos. Narraciones antropófagas (1972) y Os habla Electra (1975).
—¿Qué te ocurre, querida? ¿No estás bien?
La voz de Sibila estaba llena de rencor. Era baja, firme, como la de alguien que anuncia algo pensado, meditando durante largo tiempo. Una idea madura e irrevocable.
—No quiero vivir aquí. Quiero ir a la ciudad.
La ciudad. Por la cabeza de Archibald pasaron imágenes confusas, rápidas: barbudos, haraposos y hambrientos habitantes de la ciudad. Gente con la cara angustiada corriendo hacia el autobús, haciendo cola en una panadería, aplastada por una manifestación sembrada de pancartas ininteligibles… Recordó la espesa nube flotando, años atrás, sobre la inmensidad de las casas, cuando él se trasladaba todos los días en bicicleta hasta el centro. Vivía con su familia en la montaña, en un suburbio de la ciudad, subido en una colina, e iba desde allí hasta sus estudios apresurados, y luego al oscuro taller donde estaba empleado, una habitación que olía espesamente a tinta, a papeles amontonados, a excrementos de gato. La espesa nube flotando, tapando el sol. Su padre —bajaban los dos juntos, cada uno hacia su trabajo— decía: «¿Ves? ¿Ves esa niebla? Eso es lo que han sudado, lo que han respirado los puercos ciudadanos esta noche. Esa nube son las enfermedades, el olor, lo podrido de cada uno de ellos. Nosotros vamos a envolvernos en esa niebla. No veremos el sol. No tendremos aire propio hasta que volvamos a casa». (Fragmento de 'Las Hogueras').