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miércoles, 30 de junio de 2010

"De noche, todos los gatos son pardos"


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Esta conocida sentencia, como muchas otras que hemos visto, tiene una aplicación literal y otra (u otras) figurada.

En el primer caso, viene a decirnos que cuando no hay capacidad de visión por falta de luz, es difícil identificar las características peculiares de cualquier cosa. En este caso, se refiere a gatos por ser animal nocturno y cercano a nosotros.

En el mismo contexto usaba mi madre uno: "De día no veo, de noche me espulgo (1)", y es que no es la noche el mejor momento para "fijar la vista", está claro.

Pero tenemos la significación figurada que es la que confiere a esta máxima la categoría de sabia, puesto que hay circunstancias que impiden captar las diferencias entre unos y otros, que hacen parecer a todos iguales. Envueltos en la masa, en el bullicio o entre un numeroso grupo, es una labor delicada "separar la paja del grano" y juzgar con justicia, de manera que tendemos a generalizar en nuestros juicios demasiado a menudo.

Esto puede ser aprovechado por muchos que, permaneciendo entre el anonimato de la gente corriente, aprovecha para "hacer de las suyas" pasando desapercibido.

De sobra sabemos que no todos los gatos son pardos ¿verdad?

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Relacionándolo con la literatura, tenemos la novela
"Todos los gatos son pardos", de Carlos Fuentes, (puede leerse en línea) que nos retrotrae a la época del encuentro Moctezuma-Cortés, en la conquista de México.
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(1) espulgar= Limpiar de pulgas o piojos. Examinar, reconocer algo con cuidado y por partes.
Se puede confundir con expurgar= Limpiar o purificar algo. Dicho de la autoridad competente: Mandar tachar algunas palabras, cláusulas o pasajes de determinados libros o impresos, sin prohibir la lectura de estos.

Ejercicio propuesto: Buscar palabras con prefijos es- y ex- homófonas (sonido parecido) y significado distinto.

martes, 29 de junio de 2010

"La experiencia es la madre..."

"La experiencia es la madre de la ciencia"

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Desde el punto de vista científico es así desde que se descubriera el método empírico en la Filosofía de Aristóteles.
Experiencia, viene del griego έμπειρία, y ésta deriva de έυ (en) y πεἳρα (prueba).
El conocimiento se consigue llevando a cabo el experimento, viendo sus aciertos y errores. Es decir, con la experiencia.
A partir de ahí, y en el lenguaje ordinario (habitual), se ha pasado a confirmar dicha sentencia con otras como:
"Sabe más el diablo por viejo que por diablo" (es decir, sabe más por lo que ha vivido)
"Del rico el remedio, y del viejo el consejo", o simplemente "Del viejo, el consejo".
Aunque la estructura familiar tradicional ya se mantiene poco y es difícil gozar de la presencia cotidiana de los abuelos en casa, no podemos olvidar cómo han ocupado "los venerables, o ancianos" un lugar predominante en muchas civilizaciones, antes de que las tecnologías nos hayan hecho creer que en ellas podemos hallar la verdad de todo.
Nada como la cercanía en las vivencias de un pueblo y el conocimiento que de ello tienen los "viejos" del lugar, para recibir orientación y consejo.
Por mucho que la ciencia avance, y para la vida cotidiana, nada mejor que nuestra propia sangre para recordarnos nuestra historia, conocer la tradición familiar y nuestras raíces. Su experiencia, es ciencia, sabiduría.
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Ver: "Del viejo, el consejo", de José Mª Gabriel y Galán.

lunes, 28 de junio de 2010

"A caballo regalado,..."

"A caballo regalado, no le mires el diente"

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Una forma de reconocer la edad y hasta el estado físico de los caballos y demás monturas está en observar sus dientes, práctica muy frecuente y recomendable para el comprador en una feria de ganado, ya que la existencia de todas las piezas o no y su estado de desgaste proporcionan valiosa información sobre el animal antes de decidirse a comprarlo.
Pero, claro, otra cosa es cuando te lo regalan…
Un regalo es un regalo y no debe ser valorado más que por lo que es.
Se supone que este refrán invita a apreciar el detalle del regalo más que el objeto regalado en sí, y a aceptarlo, sea cual sea.
En resumen: un regalo siempre debe ser bienvenido.
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viernes, 25 de junio de 2010

"Poca hiel hace amarga mucha miel"

"Poca hiel hace amarga mucha miel"

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La hiel o bilis, líquido segregado por el hígado para favorecer la digestión, es una sustancia muy amarga, como hemos podido comprobar cuando hemos tenido algún problema digestivo o gástrico. Tanto que, como dice esta sentencia, es capaz de volver amarga materia tan dulce como la miel.

Del mismo modo, cualquier pena o mal paso impide ver lo bueno que sin duda hay alrededor.

Y es que cuando se es presa del disgusto o la depresión, es difícil ver el lado bueno que seguramente existe siempre.

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jueves, 24 de junio de 2010

"Lo cortés no quita..."

"Lo cortés no quita lo valiente"
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Cortés
, (atento, comedido, afable, urbano, según definición de la RAE) viene de "corte", que en su segunda acepción se refiere al lugar donde tiene su residencia el soberano y al conjunto de todas las personas que componen la familia y el acompañamiento habitual del rey.

Hubo un tiempo en que los modales refinados y las normas de cortesía creaban un prototipo de hombre afeminado, aparentemente poco preparado para combatir.

La frase, utilizada por Góngora en el romance que copio a continuación, tiene, pues, el sentido de que un cortesano (hombre de corte con exquisitos modales) puede muy bien ser un hombre valiente cuando el caso lo requiere.

En la sociedad actual, se emplea para decir la verdad o denunciar algo aunque duela, es decir, aun rompiendo las normas de cortesía.

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El romance que os decía, de Góngora, es de los llamados
"moriscos o de frontera", por referirse a tiempos de la Reconquista y al enfrentamiento entre moros y cristianos. Se llama "Entre los sueltos caballos".

Entre los sueltos caballos
De los vencidos Cenetes (1),
Que por el campo buscaban
Entre la sangre lo verde,

Aquel español de Orán
Un suelto caballo prende,
Por sus relinchos lozano,
Y por sus cernejas(2) fuerte,

Para que le lleve a él,
Y a un moro cautivo lleve,
Un moro que ha cautivado,
Capitán de cien jinetes.

En el ligero caballo
Suben ambos, y él parece,
De cuatro espuelas herido,
Que cuatro alas le mueven.

Triste camina el alarbe(3),
Y lo más bajo que puede
Ardientes suspiros lanza
Y amargas lágrimas vierte.

Admirado el español
De ver cada vez que vuelve
Que tan tiernamente llore
Quien tan duramente hiere,

Con razones le pregunta,
Comedidas y corteses,
De sus suspiros la causa,
Si la causa lo consiente.

El cautivo, como tal,
Sin excusas le obedece,
Y a su piadosa demanda
Satisface desta suerte:

«Valiente eres, capitán,
Y
cortés como valiente:
Por tu espada y por tu trato
Me has cautivado dos veces.

Preguntado me has la causa
De mis suspiros ardientes,
Y débote la respuesta
Por quien soy y por quien eres.

En los Gelves nací, el año
Que os perdisteis en los Gelves,
De una berberisca noble
Y de un turco matasiete.

En Tremecén me crié
Con mi madre y mis parientes
Después que perdí a mi padre,
Corsario de tres bajeles(4).

Junto a mi casa vivía,
Porque más cerca muriese,
Una dama del linaje
De los nobles Melioneses,

Extremo de las hermosas,
Cuando no de las crueles,
Hija al fin de estas arenas,
Engendradoras de sierpes (5).

Cada vez que la miraba
Salía un sol por su frente,
De tantos rayos ceñido
Cuantos cabellos contiene.

Juntos así nos criamos,
Y Amor en nuestras niñeces
Hirió nuestros corazones
Con arpones diferentes.

Labró el oro en mis entrañas
Dulces lazos, tiernas redes,
Mientras el plomo en las suyas
Libertades y desdenes.

Apenas vide trocada (6)
La dureza de esta sierpe,
Cuando tú me cautivaste:
¡Mira si es bien que lamente!»

«Esta es la causa, español,
Que a llanto pudo moverme;
Mira si es razón que llore
Tantos males juntamente.»

Conmovido el capitán
De las lágrimas que vierte,
Parando el veloz caballo,
Parar sus males promete.

«Gallardo moro, le dice,
Si adoras como refieres,
Y si como dices amas,
Dichosamente padeces.

¿Quién pudiera imaginar,
Viendo tus golpes crueles,
Cupiera un alma tan tierna
En pecho tan duro y fuerte?

Si eres del Amor cautivo,
Desde aquí puedes volverte,
Que me pedirán por voto
Lo que entendí que era suerte.

Y no quiero por rescate
Que tu dama me presente
Ni las alfombras más finas
Ni las granas más alegres.

Anda con Dios, sufre y ama,
Y vivirás, si lo hicieres,
Con tal que cuando la veas
Hayas de volver a verme.»

Apeóse del caballo,
Y el moro tras él desciende,
Y por el suelo postrado
La boca a sus pies ofrece.

«Vivas mil años, le dice,
Noble capitán valiente,
Pues ganas más con librarme
Que ganaste con prenderme.

Alah se quede contigo,
Y te dé victoria siempre
Para que extiendas tu fama
Con hechos tan excelentes».

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(1) Individuo de la tribu berberisca de Zeneta, una de las más antiguas y principales del África septentrional.
(2) Mechón de pelo que tienen las caballerías detrás del menudillo, de longitud, espesor y finura diferentes según las razas.
(3) Árabe.
(4) Corsario era un guerrero del mar, confundido con pirata. La diferencia está en que el corsario con su buque (bajel) trabajaba para una nación mientras que el pirata iba "por libre".
(5) Culebras de gran tamaño. Personas crueles.
(6) De trueque, trocar= Cambiada.