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domingo, 3 de julio de 2016

Leyendo "Don Quijote". 1ª parte. Cap.10

Capítulo décimo
De los graciosos razonamientos que pasaron entre D. Quijote y Sancho Panza su escudero

Dejamos a nuestros protagonistas bastante malparados, pero Sancho, al contemplar la victoria de Don Quijote, vio la ocasión que ni pintada para reclamar la ínsula que su señor le había prometido. A lo cual respondió Don Quijote: advertid, hermano Sancho, que esta aventura, y las a estas semejantes, no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza, o una oreja menos; tened paciencia, (...)

Sancho le ayudó a subir a Rocinante dándole las gracias, pero Don Quijote no solo no dijo nada más sino que tomó el camino con tanta velocidad que a duras penas podía alcanzarle con su pollino. A voces pidió que le esperase y, haciéndolo su amo, cuando llegó a su lado le dijo:
paréceme, señor, que sería acertado irnos a retraer a alguna iglesia, que, según quedó maltrecho aquel con quien combatisteis, no será mucho que den noticia del caso a la Santa Hermandad, y nos prendan

Pidiéndole su señor que se tranquilizase puesto que nunca nadie había aprisionado a ningún caballero por sus hazañas, se pone presumido:
Pues no tengas pena, amigo, respondió Don Quijote, que yo te sacaré de las manos de los caldeos, cuanto más de las de la Hermandad. Pero dime por tu vida: ¿has tú visto más valeroso caballero que yo en todo lo descubierto de la tierra? ¿Has leído en historias otro que tenga ni haya tenido más brío en acometer, más aliento en el perseverar, más destreza en el herir, ni más maña en el derribar?

Sancho reconoce que poco ha leído sobre eso “porque ni sé leer ni escribir; mas lo que osaré apostar es que más atrevido amo que vuestra merced yo no le he servido en todos los días de mi vida, y quiera Dios que estos atrevimientos no se paguen donde tengo dicho. Lo que le ruego a vuestra merced es que se cure, que se le va mucha sangre de esa oreja, que aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas”.

Y en ese momento es cuando Don Quijote se acuerda del Bálsamo de Fierabrás con tanta fe en su poder curativo que le dice: y así, cuando yo le haga y te le dé, no tienes más que hacer sino que cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo, como muchas veces suele acontecer, bonitamente la parte del cuerpo que hubiere caído en el suelo, y con mucha sutileza, antes que la sangre se hiele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de encajarlo igualmente y al justo. Luego me darás a beber solos dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana.

Ante prodigio semejante, Sancho está dispuesto a renunciar a su ínsula a cambio de esa prodigiosa receta:  ¿Pues a qué aguarda vuestra merced a hacerle y a enseñármele? Calla, amigo, respondió Don Quijote, que mayores secretos pienso enseñarte, y mayores mercedes hacerte; y por ahora curémonos, que la oreja me duele más de lo que yo quisiera.

Mientras se hace la cura, sigue la conversación, desvariando Don Quijote al ver rota su celada y prometiendo hacer todo tipo de sacrificios hasta conseguir una nueva. Temiendo Sancho, con razón por lo que ya llevaba visto, que eso le afectase a él, comenta: Mire vuestra merced bien que por todos estos caminos no andan hombres armados sino arrieros y carreteros, que no sólo no traen celadas, pero quizá no las han oído nombrar en todos los días de su vida.

No duda nuestro caballero de que eso no será así y lo conseguirán sin que pase mucho tiempo, pero, entre tanto, “dejemos esto para su tiempo, y mira si traes algo en esas alforjas que comamos, porque vamos luego en busca de algún castillo donde alojemos esta noche, y hagamos el bálsamo que te he dicho, porque yo te voto a Dios que me va doliendo mucho la oreja”. 

Creía Sancho que lo poco que llevaba en las alforjas no era comida digna de caballeros, aclarándole su amo que si de comer se trata, no hacen ascos a nada, así que “sacando en esto lo que dijo que traía, comieron los dos en buena paz y compañía; pero deseosos de buscar donde alojar aquella noche, acabaron con mucha brevedad su pobre y seca comida”.

Por el camino se encuentran, cuando se hace de noche, las cabañas de unos cabreros donde deciden pasar la noche, con el desengaño de Sancho y la satisfacción de Don Quijote que considera que se acerca más al mundo de los caballeros durmiendo al aire libre.
Y en busca del merecido descanso les dejamos.

¡Seguimos!

jueves, 31 de marzo de 2016

Veo, veo... profesiones

Las profesiones (todas en masculino) son: camarero, albañil, cajero, óptico, peluquero, panadero, dentista, taxista, enfermero, médico, barrendero, policía, pollero, jardinero, carnicero, fontanero, conductor o chófer y bombero.
 

martes, 22 de marzo de 2016

Leyendo "Don Quijote". 1ª parte. Capítulo 7 (vídeo).

Capítulo séptimo
De la segunda salida de nuestro buen caballero D. Quijote de la Mancha 



Las voces de Don Quijote, que en ese momento despertaba, hicieron que se interrumpiera la selección de libros, por los que se dan algunos títulos que fueron condenados al fuego siendo "inocentes".

Era más importante atender a nuestro protagonista, que puesto en pie, animaba en un supuesto torneo repartiendo cuchilladas por todas partes. Queriendo calmarle y que volviera al lecho y ante sus desvaríos, el cura, a quien llamó señor Arzobispo Turpin (de las aventuras de Roldán, caballero de Carlomagno) le calma: Calle vuestra merced, señor compadre, dijo el cura, que Dios será servido que la suerte se mude, y que lo que hoy se pierde se gane mañaa; y atienda vuestra merced a su salud por ahora, que me parece que debe de estar demasiadamente cansado, si ya no es que está mal ferido. Ferido no, dijo Don Quijote; pero molido y quebrantado no hay duda en ello
Y creyéndose esta vez Reinaldos de Montalbán, pidió de comer, comió y se volvió a quedar dormido.

Quemados los libros y tapiado el aposento-biblioteca para que no pudiera Don Quijote acceder a él (por obra de encantamiento, dirían) pasaron dos días hasta que nuestro caballero se levantó buscando, efectivamente, sus libros y quedó muy encolerizado por el supuesto hechizo. Sin embargo, permaneció en su casa muy tranquilo durante quince días entretenido con las visitas de sus amigos, el barbero y el cura.

Pero no cejaba en sus ideas, y por eso "En este tiempo solicitó Don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien (si es que ese título se puede dar al que es pobre), pero de muy poca sal en la mollera. En resolución, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salir con él y servirle de escudero"

"Decíale entre otras cosas Don Quijote, que se dispusiese a ir con él de buena gana, porque tal vez le podía suceder aventura que ganase en quítame allá esas pajas, alguna ínsula, y le dejase a él por gobernador de ella. Con estas promesas y otras tales, Sancho Panza (que así se llamaba el labrador) dejó su mujer e hijos, y asentó por escudero de su vecino.
No olvidaba los consejos que le diera el castellano que le había armado caballero, por lo que "Dio luego Don Quijote orden en buscar dineros; y vendiendo una cosa, y empeñando otra, y malbaratándolas todas, allegó una razonable cantidad. Acomodóse asimismo de una rodela que pidió prestada a un su amigo, y pertrechando a su rota celada lo mejor que pudo, avisó a su escudero Sancho del día y la hora que pensaba ponerse en camino, para que él se acomodase de lo que viese que más le era menester; sobre todo, le encargó que llevase alforjas."

Y así "Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni Don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque les buscasen. Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido." Emprendieron el mismo camino que en su salida anterior tomara Don Quijote por el Campo de Montiel, y empezamos a ver en las conversaciones sobre la supuesta ínsula e incluso algún reino que el caballero prometía, la sabiduría socarrona y muchas veces tan acertada del escudero frente a las ilusiones y aires de grandeza de su nuevo señor.

¡Seguimos!

domingo, 21 de febrero de 2016

Nueva lista en Youtube: Los trabajos de Hércules

Como ya llevamos tres vídeos sobre los primeros trabajos de Hércules (ojo, es mitología para niños), hemos abierto esta lista de reproducción que servir´para poder verlos todos hasta llegar a los doce trabajos que Erineo le mandó por orden de la Sibila de Delfos y como castigo por haber matado a su familia.
https://www.youtube.com/playlist?list=PL0nktq1eq1R9jv91JwvtP5NwKdf5erWOh 




viernes, 5 de febrero de 2016

¿Conocéis a la mariquita refranera?

Una manera divertida de entender el significado de los refranes, expresiones y frases hechas que ya vamos explicando en:
 http://refranenmano.blogspot.com.es
Mediante vídeos muy cortitos en mi canal http://youtube.com/academiamarian  protagonizados por esta mariquita, nuestros niños (y a veces hasta los no tan niños) comprenden el significado de refranes como:  
"Obras son amores y no buenas razones" https://www.youtube.com/watch?v=zziRId9a8rY&list=PL0nktq1eq1R-ikOFq4UL8cUloqtJXCYnV  , 
"Quien bien te quiere te hará llorar" https://www.youtube.com/watch?v=jN1UWb3YDsQ
"Sabe más el diablo por viejo, que por diablo" https://www.youtube.com/watch?v=27Q1WtHxUYM ,
"Más vale pájaro en mano que ciento volando" https://www.youtube.com/watch?v=wF0YwIokwUc ,
"Casa con dos puertas mala es de guardar" https://www.youtube.com/watch?v=txA_VPickAc
 "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar"https://www.youtube.com/watch?v=cWyO6GsdZnE 
"Poner la mano en el fuego", "Dime con quién andas y te diré quién eres", "La unión hace la fuerza" ...
Y para más grandes, la lista de reproducción Refranes, dichos y sentencias https://www.youtube.com/watch?v=9znqfwZhzis&list=PL0396098C0F35D164 
 No he seguido porque no he tenido muchas visitas ni comentarios.
Si así lo decís, seguiré con ellos e incluso podéis indicarme qué refranes os gustaría ver explicados.