En trece y martes ni te cases ni te embarques
Y continúa: "... ni de tu casa te apartes".
¿Por
qué esa fobia en especial a este día de la semana en el que, por otra
parte, sabemos que la vida transcurre normalmente, con sus momentos
buenos y malos, como en lo demás días?
Buscando documentación,
la tesis general es que el "mal fario" viene ya desde su origen , es
decir, de la decisión de los romanos de dar a ese día el nombre del dios
de la guerra, Marte. Por lo cual, si al dios le da por hacer de las
suyas, no es el día más propicio para iniciar actividades que precisen
de pericia y suerte para ser mantenidas 'a flote' (como son el
matrimonio y el viaje en barco).
Para confirmar ese temor, la
historia constata que se produjo en martes la confusión de lenguas en la
Torre de Babel y la caída de Constantinopla . Si tenemos en cuenta que
hay 52 semanas y pico en el año, tenemos de 52 a 53 martes. Sin remedio
tiene que haber constancia de hechos buenos y malos a lo largo de la
Historia... y el que en unos países sea el martes y en otros el viernes,
convirtiéndolos en fatídicos si además se les une el número 13, entra
en el terreno de la superstición, en el que, como en el de la fe,
cualquier intento de demostración quedará condenado al fracaso.
Veamos ahora, entonces, el temor al número 13, que fue considerado
"benéfico" por los romanos (era el preferido de Julio César, ya que la
legión (1) decimotercera fue la que le llevó a grandes victorias por
todo su imperio).
Pues bien, encontramos en la tradición
hebrea (Biblia, Antiguo Testamento) que los espíritus maléficos son 13,
que es este capítulo del Apocalipsis el que habla de la Bestia y el
anticristo y, por si no fuera suficiente, en la famosa Santa Cena
(inicio de la pasión y muerte) fueron trece.
Así que ¿para qué queremos más? Si se junta el dios de la guerra con el temido 13... ¡Cuidado!
Pero
es curioso que en civilizaciones como la anglosajona no sea el martes,
sino el viernes 13, el día a temer. Bien, pues también tiene el mismo
origen, solo que no estando tan influenciados por la cultura romana,
consideraron al viernes (día de la crucifixión) como más apropiado para
darle la mala fama.
Y como para darles la razón, fue el
viernes 13 de octubre de 1307 cuando comenzó la persecución que acabaría
con la Orden del Temple, pero también, y debido a la maldición que
desde la hoguera pronunciara el último maestre Jaques de Molay, fueron
desapareciendo los instigadores de dicha persecución, así como la
dinastía completa de los Capetians (Felipe el hermoso) de la que no
quedó heredero alguno.
Como hemos mencionado, han sido muchos
los martes y viernes 13 a lo largo de la Historia y los hay buenos y
malos... pero como parece que es más fácil recordar esto último, y "por
si acaso" más vale no tentar a la suerte en estos días.
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Sirva este refrán (buscando, como siempre, su aplicación al terreno de
las asignaturas de Lengua y Literatura españolas), para hablar de la
enumeración y de las frases coordinadas distributivas, así como del uso
del "ni" como conjunción negativa.
No bebas agua que no veas ni firmes carta que no leas...
Lo prestado, ni agradecido, ni pagado; etc.