- de 1885, falleció Rosalía de CASTRO, escritora española a quien recordamos en la conmemoración de su nacimiento, un 24 de febrero de 1827.
En este vídeo sobre la métrica, le hacemos un pequeño homenaje
analizando y recitando completo -en la última parte- su poema "Era
apacible el día", que retrata el dolor por la muerte de su hijo. https://youtu.be/MfMAKVFAkn0
Es también el Día Mundial de las HABILIDADES de la JUVENTUD
La Asamblea General, preocupada por el elevado número de jóvenes desempleados a nivel mundial, estimado en 74,5 millones en 2013, la mayoría de los cuales vive en países en desarrollo.
Observando que los Estados Miembros tienen la importante función de satisfacer las necesidades y aspiraciones de los jóvenes, en particular en los países en desarrollo.
Reconociendo que el fomento de la adquisición habilidades por los jóvenes mejoraría su capacidad de tomar decisiones con conocimiento de causa en relación con la vida y el trabajo y les empoderaría de manera que puedan acceder a los mercados de trabajo en evolución.
Decide designar el 15 de julio Día Mundial las Habilidades de la Juventud. O.N.U.
- de 1799 en Egipto se descubre la PIEDRA de ROSETTA, que permitiría descifrar los jeroglíficos egipcios.
La Piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela
egipcia de granodiorita (roca parecida al granito, principalmente
compuesta de cuarzo y feldespatos)en la que está inscrito un decreto
publicado en Menfis en el año 196 a. C. en nombre del faraón Ptolomeo V.
El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto superior en jeroglíficos egipcios, la parte intermedia en escritura demótica y la inferior en griego antiguo.
Gracias a que presenta esencialmente el mismo contenido en las tres
inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra facilitó
la clave para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios.
Autores del s.XX y XXI en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
El primer tango que escribió fue "Pompas de jabón", con música del pianista y compositor Roberto Emilio Goyeneche o Goyheneche; fue el primero de los al menos otros 20 tangos de diversa factura que grabó Carlos Gardel compuestos por él.
También fue el autor de "Madame Ivonne", último que Gardel grabó en Argentina, antes de emprender la gira del 6 de noviembre de 1933 en que perdió la vida.
Entre sus dramas: El Romance de Dos Vagos (1925), Así nos Paga la Vida (1926), La Baba del Diablo (1930), El Cantor de Buenos Aires (1936), y La Epopeya del Tango (1932).
nunca más la vi,
nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí...
esa misma voz que dijo: "¡Adiós!".
Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar,
bordas de lanchones sin amarras que soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la "botella del figón"... (Fragmento de "Niebla del riachuelo").
- de 1917, Juan BONET, periodista y escritor español en castellano y catalán, fallecido el 28 de mayo de 1991.
Fundador del diario falangista Baleares en 1939, se jubiló como
periodista, siendo subdirector del mismo periódico, cuarenta años
después. Fue reconocido como un articulista irónico y mordaz.
Autor de las novelas, en castellano: Malhumorismo (1948), Un poco locos, francamente (1959), Historia para unas manos (1962), La terraza (1965), La prole (1965), El zoo cotidiano (1968), Vivir de palabras (1971), El entrevistario (1976), Besad, besad, malditos (1976) y Libro del buen amor, otro (1986) ; y en catalán: Els nins: apunts per un tractat del vertader pare-pedaç (1951), Els homes (1954) y Les dones: amb un novíssim diari d'Eva (1957); así como las obras teatrales, Ses tietes (1959) y Quasi una dona moderna
(1961). Con esta última consiguió el Premio Ciudad de Palma de Teatro.
Fue padre de los conocidos cantantes Joan Ramon y Maria del Mar Bonet.
Entre otras cosas cambié el vicio de la
cazalla por el del coñac, pues las hermanas tenían una botella para mí y
me lo servía ella, la muchacha, con la que salía alguna que otra tarde
al cine del barrio, que costaba poco y en el que se estaba muy caliente.
Yo tenía las manos ásperas, sin uñas apenas, casi no les daba
tiempo a crecer. Casi no tenía tacto para lo suave y la piel de ella me
pareció como irreal. Ella era la hermana más joven y la mimaban tanto
como la exigían.
-¿Por qué te dejas controlar tanto?
Ella
tenía un pequeño arranque de rebeldía, pero se quedaba en los comienzos.
He sabido, cuando ya nada tiene remedio, que ella buscaba su comodidad,
su tranquilidad, y que una palabra más alta que otra la descomponía, de
un modo tonto, pero absoluto, por toda una jornada.
Me casé.
También he sabido que me casaron o nos casaron. Y comenzó en la casa una
guerra sorda. Me buscaron un nuevo trabajo. No era, esto es así, un
oficio, era sencillamente una ocupación. Buscaron recomendaciones y me
hicieron funcionario.
-Un funcionario es un señor -decían las cuñadas. (Fragmento de "A ellas les sienta bien el luto"). .
- de 1941, Rodolfo FOGWILL, escritor argentino fallecido el 21 de agosto de 2010. Licenciado en Sociología, escribió poemas, cuentos,
novelas y ensayos sobre temas relacionados con la comunicación,
literatura y política. Fue profesor en la Facultad Libre de Rosario.
En
1980 su relato Muchacha punk obtuvo un importante premio patrocinado por la empresa Coca-Cola, que le permitió dedicarse a escribir.
En 1983 aparece su primera novela: Los Pichiciegos,
ambientada en la guerra de las Malvinas.
Esta obra ha sido adaptada al teatro. En 2003 ganó la beca Guggenheim
y, al año siguiente, el Premio Nacional de Literatura por su libro Vivir afuera. En 2004 obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito en la disciplina "Novela: Quinquenio 1999 - 2003".
Otras obras: Restos diurnos (cuentos, 1993), Lo dado (poesía, 2001), En otro orden de cosas (novela, 2002), Urbana (novela, 2003), Canción de paz (poesía, 2003), Runa (novela, 2003), Últimos movimientos (poesía, 2004), Un guion para Artkino (novela, 2009), Cuentos completos (2009).
Que no era así, le pareció. No
amarilla, como crema; más pegajosa que la crema. Pegajosa, pastosa. Se
pega por la ropa, cruza la boca de los gabanes, pasa los borceguíes,
pringa las medias. Entre los dedos, fría, se la siente después.
–¡Presente! –dijo una voz abotagada.
–Pasa –respondió. No “pasá” sino “pasa”. así debían decir.
Entonces la voz de afuera dijo “calor”, y haciendo ruido rodó hacia él un muchacho enchastrado de barro.
–No hace frío –habló el llegado–, pero habría que apuntalar algo más el durmiente...
–Después se hará –le dijo, mientras
sentía que el otro se acomodaba enfrente, embarrado, húmedo, respirando
de a saltos. Imaginaba la nieve blanca, liviana, bajando en línea recta
hacia el suelo y apoyándose luego sobre el suelo hasta taparlo con un
manto blanco de nieve. Pero esa nieve ahí, amarilla, no caía: corría
horizontal por el viento, se pegaba a las cosas, se arrastraba después
por el suelo y entre los pastos para chupar el polvillo de la tierra; se
hacía marrón, se volvía barro. Y a eso llamaban nieve cuando decían que
los accesos tenían nieve. Nieve: barro pesado, helado, frío y pegajoso. (Comienzo de 'Los pichiciegos', en pdf)
Fallecieron en esta fecha
Durante sesenta años fue colaborador del diario El Pueblo de Río Cuarto, en el que escribía una columna diaria con comentarios de actualidad, crítica literaria o teatral.
Después de publicados sus primeros siete libros en ediciones de autor, permaneció más de 28 años (entre 1939 y 1967) sin nuevas publicaciones. Durante ese tiempo se desempeñó como juez, si bien no dejó de escribir profusamente.
A partir de 1984 y hasta su muerte, a los 106 años, residió en la ciudad de Córdoba (Argentina).
Miembro de la Academia Argentina de Letras desde 1980, cuenta entre sus obras: Caterva (1938), Yo, yo y yo (1971), Vil &Vil ( 1975), L’Ambigú (1982), Gentuza (1991), La purga (1992), etc.
De improviso surcaron la mesa varios cascarudos. Tincazos entre los platos de entremeses. Hediendez entre los dedos alejados.
Nuevos sorbos. La presencia de otros cascarudos endureció su ceno. No se reparpilaban ya pinchando aceitunas y pinchando con sus pullas a "Katanga".
-Más cascarudos todavía. ¡Qué peste de bichos!
-Es el tiempo. Está por descomponerse.
Contemplaron el cielo. Mientras lo hacían, una falange de cascarudos accionó impunemente entre los platos de berberechos, manises y ensalada rusa. Manotones irascibles. Imprecaciones.
-¡Vaya una plaga!
-¡Qué fatalidad: siempre abunda lo que revienta!
Hacía un calor raro. El asfalto guardaba la insolación del día. La tormenta inminente soltaba su red de sombras. Calor húmedo, impregnante. Calor de colores nocturnos, con todo el color de los calores meridianos.
Los cascarudos invadieron todo. La concurrencia desarticuló su compostura en ademanes y contorsiones violentas. Restallaba el fastidio por doquiera. Intervino el propietario del bar. Movilizó los lavacopas. Escobazos y pisotones. El asedio cesó en parte. Pero, a poco, el instinto estratega de los cascarudos volvió sobre sus pasos. Y, aun diezmados, incursionaron parajes en donde no es posible la vigilancia ajena...(Fragmento de La caterva).
- de 2003, Roberto BOLAÑO, escritor y poeta chileno nacido el 28 de abril de 1953.
El futuro escritor se trasladó con su familia a México en 1968, con quince años de edad, el mismo año del movimiento estudiantil que provocó la invasión del ejército a la Ciudad Universitaria de la UNAM y al Casco de Santo Tomás, y posteriormente la Matanza de Tlatelolco. Estos hechos, que sucedieron a fines del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (PRI) y que costaron la vida a cientos de mexicanos, serían más tarde narrados por Bolaño en su novela Amuleto (1999).
En 1973 regresó a Chile con el propósito de apoyar el proceso de reformas socialistas de Salvador Allende a través de la Unidad Popular, al mismo tiempo que para experimentar la sensación de libertad extrema manifestada por la Generación beat. Tras un largo viaje en autobús, 'a dedo' (auto-stop, mochilero) y en barco (atravesando prácticamente toda América Latina) llegó a Chile el mes de agosto de ese año, pocos días antes del Golpe de Estado del 11 de septiembre.
Tras una experiencia en prisión, narrada en su cuento Detectives, publicado en Llamadas telefónicas y donde aparece bajo su álter ego literario Arturo Belano, regresó a México en enero de 1974 y conoció al que se convertiría en su mejor amigo, el poeta Mario Santiago Papasquiaro, y al chileno Bruno Montané (a quienes Bolaño representaría, respectivamente, mediante los personajes de Ulises Lima y Felipe Müller en su premiada novela Los detectives salvajes). Un año después, en 1975, con Papasquiaro, Montané y otros amigos fundarían el movimiento infrarrealista que, surgido a partir de reuniones y tertulias bohemias en el Café La Habana de la Avenida Bucareli, se opuso radicalmente a los poderes dominantes en la poesía mexicana y al establishment literario de ese país, que tenía a Octavio Paz como su figura preponderante.
En 1976, poco antes de que con los infrarrealistas publicaran su primera antología, Pájaro de calor, Lisa Johnson , quien fuera su mayor amor mexicano, rompió con él, siendo esta una de las principales razones de que dejara México y decidiera irse a vivir a Europa, quedándose definitivamente en Cataluña donde residía su madre, enferma.
Fue en este año cuando Bolaño publicó su primer libro de poesía, Reinventar el amor, en la imprenta artesanal de su amigo Juan Pascoe. También ese año escribió el primer manifiesto infrarrealista, que acaba con una frase que, según la periodista Montserrat Madariaga, resume el «canon literario» que acompañó al escritor a lo largo de su vida: «Déjenlo todo, nuevamente láncense a los caminos.»
A través del infrarrealismo, la poesía de Bolaño y Mario Santiago se caracterizó por su cotidianidad, su disonancia y sus elementos dadaístas.
Sus obras Los detectives salvajes (1998), 2666 (póstuma, 2005) y la breve Estrella distante (1996) figuran en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.
Murió en Barcelona mientras esperaba un transplante de hígado.
Otras obras: El último salvaje (poesía, 1995), Llamadas telefónicas (cuentos, 1997), Tres (poesía, 2000), Nocturno de Chile (novela, 2000), Putas asesinas (cuentos, 2001), Amberes (novela, 2002), Una novelita lumpen (novela, 2002).
Ésta será una historia de terror. Será una historia policíaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá. No lo parecerá porque soy yo la que lo cuenta. Soy yo la que habla y por eso no lo parecerá. Pero en el fondo es la historia de un crimen atroz.
Yo soy la amiga de todos los mexicanos. Podría decir: soy la madre de la poesía mexicana, pero mejor no lo digo. Yo conozco a todos los poetas y todos los poetas me conocen a mí. Así que podría decirlo. Podría decir: soy la madre y corre un céfiro de la chingada desde hace siglos, pero mejor no lo digo. Podría decir, por ejemplo: yo conocí a Arturito Belano cuando él tenía diecisiete años y era un niño tímido que escribía obras de teatro y poesía y no sabía beber, pero sería de algún modo una redundancia y a mí me enseñaron (con un látigo me enseñaron, con una vara de fierro) que las redundancias sobran y que sólo debe bastar con el argumento.
Lo que sí puedo decir es mi nombre.
Me llamo Auxilio Lacouture y soy uruguaya, de Montevideo, aunque cuando los caldos se me suben a la cabeza, los caldos de la extrañeza, digo que soy charrúa, que viene a ser lo mismo aunque no es lo mismo, y que confunde a los mexicanos y por ende a los latinoamericanos. (Inicio de Amuleto, 1999)
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Como escritor publicó una colección de cuentos, Coche negro, caballos blancos en 1989 que ganó el primer premio en el género cuentos de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, y varias novelas: Función de Gala (1976), El baile de los guerreros (1979), El placer desbocado (1988, Premio del Club de los XIII a la mejor novela del año), Ciudad sin noche (1991) y Pasiones recobradas (1997).
Además, publicó Cuadernos de la sombra, sus memorias de infancia, en el 2001.
Frente al desafío de escribir sobre la compleja ciudad de hoy, y la imposibilidad de abarcar a Buenos Aires en su tupida trama urbana –en realidad, hay varias ciudades distintas dentro de ella, cada una con sus rasgos propios, inconfundibles con los del barrio vecino–, avizoré una sola elección posible: referirme a «mi» ciudad (de ahí el título que otorgué a este libro), el espacio acotado en que ha transcurrido mi ya larga vida. Habrá lector que me reproche no ocuparme del tango, del barrio de La Boca, de la vida nocturna o de la calle Corrientes. He preferido dejar esos lugares comunes donde les corresponde, en las páginas de cuanta guía turística existe sobre el tema. Con la única excepción del Teatro Colón, porque ocupa un sitio preferencial en mi vida. Al releerme, al final de esta excursión totalmente subjetiva por las calles, los lugares y los edificios que me son familiares, advierto los límites, acaso estrechos, de mis andanzas porteñas: el barrio Norte, la Recoleta, Palermo, algo del centro, algo de barrios prestigiosos, como Belgrano o Flores. No mucho más: hay zonas enteras de la ciudad que me son ajenas, y lo lamento. Pero quiero ser fiel a mis escenarios conocidos y no pretender una ciudadanía ecuménica, esa suerte de «porteñidad» total a la que imaginariamente aspiran algunos vates trasnochados. (El autor presenta "Mi Buenos Aires querido", en pdf, 2011).