La palabra "manjar", del catalán antiguo o del provenzal (mangare = comer) pasó a referirse a:
2. m. Comida exquisita.
3. m. Recreo o deleite que fortalece y da vigor al espíritu.
Del mismo modo, el
"vicio" se usa
comúnmente como:
5. m. Defecto o exceso que como propiedad o costumbre tienen algunas personas, o que es común a una colectividad.
6. m. Gusto especial o demasiado apetito de algo, que incita a usarlo frecuentemente y con exceso.
Ambos vocablos, pues, hacen referencia a elementos o momentos que pueden hacer más agradable la vida de una persona en frases como : Es un exquisito manjar o el más actual: (alguien o algo) "está de vicio".
Pero el ser humano es inconstante y como nos indican otros proverbios como
"lo poco gusta y lo mucho cansa", o
"lo bueno, si breve, dos veces bueno", de nuevo se encierra una gran verdad:
Lo que se tiene normalmente y en abundancia causa hastío y aburrimiento. Y es que, como somos así, no sabemos valorar algo hasta que se pierde.
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Aunque tiene muchas otras connotaciones, recomiendo la lectura de la obra de Henri Nouwen titulada:
“El Regreso del Hijo Pródigo, meditaciones ante un cuadro de Rembrandt”
©"De abuelos a
nietos". Mª A. Navarro