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Esta expresión nos
recuerda a los cuentos en que la rana o sapo se convierte en príncipe
¿verdad? Pues en su origen, según José Mª Iribarren en
El porqué de los dichos, "alude
a la pesca y por contraposición al pez. Debe de estar en relación con la
frase Salga pez o Salga rana, modismo muy usual, no
explicado por la Academia, y que equivale a salga lo que saliere,
expresando la resolución de hacer una cosa en que hay riesgo, cualquiera
que sea su resultado".
Por otro lado, y en
sentido general, la RAE nos dice:
No obstante, y
dada la antigüedad de la expresión, me atrevería a atribuirlo al
personaje Juan
Rana, nombre artístico del actor cómico Cosme Pérez (s.
XVII), de gran relevancia en la corte de Felipe IV. Se cuenta que
este versátil actor era gracioso ya a simple vista, por su físico, pero
también por sus dotes artísticas y la gran variedad de sus personajes.
Sus apariciones eran totalmente ingeniosas y variadas, tanto que a
menuda se solía anunciar su participación en una obra para atraer al
público aun sin ser cierto.
De ahí -y de la
importancia que el teatro ha tenido siempre en expresiones heredadas por
el habla popular- creo no errar al deducir que, por ello, cuando algo no
responde a las expectativas creadas, cuando cambia hacia una dirección
que no era la esperada o simplemente nos defrauda, se emplea "salir
rana".