Hallo esta noticia 'escondida' en los trasfondos de la sección cultural de ElPais.es, que prefiere dedicar su portada a temas tan trascendentales (¿!) como la hecatombe del Madrid FC, Operación Triunfo o el sexismo en la fiesta de un club masculino londinense. No digo que no, pero un huequito en portada a la XXVI Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía...
Nacida un 12 de mayo de 1924, Claribel ALEGRÍA, destacó como poeta, narradora, ensayista y traductora de la poesía de Robert Graves y otros autores ingleses.
Las tendencias ideológicas y literarias de Claribel son el reflejo de la corriente literaria que se impulsó en Centroamérica en los años de 1950 - 1960, conocida como la "Generación comprometida".
Sus escritos abordan asuntos como el amor, la muerte o el anhelo y la esperanza vital.
Entre sus obras: Somoza, expediente cerrado (2008), Ojo de cuervo (antología poética, 2010), Savoir Faire (antología poética), 2011: Otredad (2011), Claribel Alegría en el país de la realidad (2012).
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Itaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario. (Primeros versos de 'Carta a un desterrado')
Las tendencias ideológicas y literarias de Claribel son el reflejo de la corriente literaria que se impulsó en Centroamérica en los años de 1950 - 1960, conocida como la "Generación comprometida".
Sus escritos abordan asuntos como el amor, la muerte o el anhelo y la esperanza vital.
Entre sus obras: Somoza, expediente cerrado (2008), Ojo de cuervo (antología poética, 2010), Savoir Faire (antología poética), 2011: Otredad (2011), Claribel Alegría en el país de la realidad (2012).
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Itaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario. (Primeros versos de 'Carta a un desterrado')