Muchas veces pensamos que no son más que ganas de "calentarnos la cabeza", pero gracias a los acentos y los signos de puntuación (coma, punto y coma, punto y seguido o aparte, exclamaciones, etc.) conseguiremos que se entienda claramente lo que queremos decir.
Si no los tenemos en cuenta, aquí tenéis unos ejemplos de lo que puede pasar.