Del mismo modo que quedó en el terreno de las expresiones populares el "acogerse a la quinta enmienda", el origen de este dicho que hoy comentamos está también en el terreno de las leyes y la jurisprudencia, pues cualquier ciudadano que utilizara sus servicios debía responder con su nombre completo y fecha de nacimiento (pregunta 1), país de nacimiento y profesión (pregunta 2), religión y estado civil (pregunta 3), Rentas y patrimonio (pregunta 4) y así sucesivamente.
Como es lógico, y para evitar luego problemas de embargos y demás o para poder solicitar ayudas, normalmente la respuesta a esta pregunta era "no tener un duro", "estar sin blanca" o algo parecido; es decir, no se tenía nada.
De ahí que ahora se use para indicar lo mismo y resumir la situación: declarar en público ser pobre de solemnidad aunque por detrás se sepa que no se priva de nada.
Una picaresca que tal vez nos haya llevado a estar como estamos. Y aunque ya se encarga "papá administración" de tenernos bien controlados (cuentas bancarias, vida laboral, propiedades...) y sólo pueden escaquearse(1) los que de verdad tienen y pueden costearse abogados y notarios que les ayudan a estafar a los demás; si aun así, y con más de cinco millones de parados nos sablean(2) y nos acribillan(3) a impuestos sacándonos lo que no tenemos... ¿qué harían si tuviésemos?
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Definición de la RAE (www.rae.es):
(1) escaquearse. Eludir una tarea u obligación en común.
(2) sablear. 1. tr. coloq. Sacar dinero a alguien dándole sablazos, esto es, con petición hábil o insistente y sin intención de devolverlo.
(3) acribillar. Molestar mucho y con frecuencia.