Es el Día Internacional de la COBERTURA DE SALUD UNIVERSAL. Desde el 2017, primera resolución unánime de las Naciones Unidas en la que se pide a los países que brinden atención médica asequible y de calidad a todas las personas y en todas partes.
En este día de 1904, en Suecia, el dramaturgo José de ECHEGARAY obtiene el primer premio Nobel de Literatura concedido a un español,
- "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez, cumple 109 años.
La primera edición se publicó en 1914 (Ediciones de la lectura), y en
1917 se publicó la edición completa, compuesta por 138 capítulos
(Editorial Calleja, Madrid).
Quedaba claro que Platero
era un texto adulto, aunque por su sencillez y transparencia se
adecuara perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños. Algunos
capítulos encerraban una cierta crítica social, revelando una dimensión
del autor que muchos tardaron en advertir. El propio Juan Ramón
Jiménez, en un «prologuillo» a la edición aclaraba: «Yo nunca he escrito
ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los
libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le
ocurren».
- de 1898, Humberto ZARRILLI, poeta y pedagogo uruguayo citado en la fecha de su fallecimiento, un 4 de diciembre.
se pusieron a jugar,
y al escondite jugaban
una tarde frente al mar.
El niño de ojos de cielo
quiso con ellos jugar;
fue a decírselo a la Luna,
escondida en el pinar.
Corre el niño hacia la Luna,
la Luna corriendo va,
y sólo se detenía,
cuando el niño, a descansar
- Espérame, Luna boba,
que no quiero hacerte mal.
Pero si el niño corría,
la Luna corría más.
Frente a un pozo se detiene
y, asomándose al brocal,
en el agua ve a la Luna,
que muy quietecita está.
-Esta vez, ¡oh, Luna mala!
no te podrás escapar.
El niño, para guardarla,
la tapa pone al brocal.
En esto, la madre inquieta
al hijo viene a buscar ...
En sus sueños vio a la Luna
toda la noche llorar.
Por la mañana temprano,
a la Luna fue a soltar,
pero en las aguas dormidas
la Luna no estaba ya.
- La luna se ahogó en el pozo;
yo fui el culpable, mamá.
Y su mamá le consuela
cuando al niño ve llorar. ('Romance del niño que ahogó a la luna')
- de 1928, Eutiquio LEAL, seudónimo de Jorge Hernández Barrios, escritor colombiano considerado por críticos literarios (como Isaías Peña Gutiérrez y Carlos Orlando Pardo) uno de los primeros en renovar la literatura colombiana, de manera especial en cuanto a procedimientos, técnicas, lenguaje, voces y modos narrativos.
Fallecido el 13 de mayo de 1997, el mismo Pardo publicó en 1988 el libro Vida y obra de Eutiquio Leal.
Entre sus obras: Bomba de Tiempo ( cuento, 1974, laureado en el IV festival de arte de Cali), El oído en la tierra (novela, 1979), Música de sinfines (poesía, 1988), La Hora del Alcatraz (novela, 1989) y Trinitarias (poesía, 1996).
Un día nos veremos frente a frente, y entonces ya será otro cantar. LAURA
Seguro que en el instante del portazo él vio todo con la deslumbrante claridad de un relámpago, semejante vaina, imagínese. Si acaso después podría hacerse conciencia y memoriar. Cuando por tercera vez chirrió el timbre, por tercera vez hizo lo mismo, exactamente como en las ocasiones anteriores de hacía treinta o sesenta minutos. Había descendido de su trono y ya con los pies en el piso plástico, casi destronado para siempre comenzó a obrar sin presentimientos, sin premuras pero sin tardanzas. Casi seguro de sus gestos, muy pagado de su prestigio personal, de su magnífica situación financiera aunque también exagerándolo todo con ribetes de orgullo, impartiendo a cada acto y a cada detalle una importancia y unos tonos que en últimas no tenían, "yo mismo lo sé". Todo sería lanzar bien fuerte con franca voz de mando el "ya va! " de los ensayos y empezar a vestirse las prendas decisivas para oficiar el ritual preparado. Calzarse las botas altas de charol, que no resistía casi y que sólo usaba a raticos en ciertas recepciones allá en el latifundio del llano o sea "mi finca". Cubrir su respetable calva con el sombrero de copa bomba y ala encocada, tomar el bastón de mango metálico en su izquierda y ahí si bastonear recio como las dos veces anteriores. Medir largos pasos elegantes hacia la puerta de entrada y a cada taconeo estirar más la nuca, sumir más el vientre, sacar más el tórax, entorchar más sus dos pencas de bigotes ariscos, valiente pinche pues, mi señor. (Fragmento del cuento 'Alguna vez el viento')
Fallecidos en esta fecha
- de 1989, Carlos BARRAL, poeta, editor y político español nacido un 2 de junio del 1928.
Fue "alma mater", junto a Jaime Gil de Biedma, de la generación literaria de los 50.
Escribió tres volúmenes de memorias que son un hito del género en español.
Escribió treinta años de Diarios y mantuvo correspondencia, entre otros, con Max Aub, María Zambrano, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester, Vicente Aleixandre, Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma, Jaime Salinas Bonmatí y los presos políticos de Burgos.
Su archivo se encuentra depositado en la Biblioteca de Cataluña.
Su poesía está recogida en dos publicaciones: Antología poética (1989) y Poesía completa (1998). Sus Memorias (prólogos de José María Castellet y Alberto Oliart, 2001, edición completa de los libros anteriores) y Los diarios / 1957-1989 (1993).
Ser el gato,
hacer un esfuerzo y ser el gato
transitorio del alba y en la cumbre
del mundo transitado, y presumible.
Ser por fuera del gato todo el gato posible
después del atigrado resplandor de la noche
última y la pasmada contracción felina.
Comenzar en el zinc al borde de las uñas,
en el cielo que escurre el canalón vacío
y en la flor espectral que crece entre las rejas.
El gato que despierta paso a paso las viejas
miserables espaldas de fábrica baldada
y el aire algodonoso de las ramas al suelo
y la tierra afeitada del muro hasta el camino
y hasta el bidón sonoro que su peso estremece.
Ser gato por fuera y tan cabal. Parece
que el mundo quepa dentro de esta pausa ondulada
precisa como un astro, que te llama
y a quien no negarás el pararte desnuda
donde nadie hubiera imaginado
aurora sobre el muro desconchado,
alba rosada sobre el gris de un gato,
con las puntas nocturnas de los pechos
apuntando a esos hombres cavilosos
que llegan tan despacio, pisando en las afueras. ('Exterior del gato')
En Madrid, descubre el Postismo en cuanto se publica su primer Manifiesto en 1945, y entra en relación con sus fundadores Eduardo Chicharro, Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi.
En el Postismo encuentra una renovación con relación a la poesía que se estaba escribiendo en España en el momento, polarizada por los grupos garcilasista y tremendista, y se adhiere a él.
Estudia los ismos de la Vanguardia histórica, lee a Dante y a poetas modernos franceses e italianos, se interesa por el esoterismo. En 1962 funda y dirige la Revista de Cultura Brasileña, patrocinada por la Embajada del Brasil en Madrid, que continuará dirigiendo hasta 1970 y en ella dará a conocer a los lectores españoles la floreciente cultura brasileña y difundirá las posiciones de su vanguardia, entre ellas la poesía concreta.
En 1971 publica En medio del camino, obra que recogía su poesía hasta ese momento. En 1983 publica El bosque transparente, que reúne su poesía de los años 70; en 1985, El ave en su aire. En 1996, la Fundación Jorge Guillén publicó tres volúmenes en los que está reunida su poesía publicada hasta entonces y la mayoría de la inédita hasta aquel momento. Escribió un texto autobiográficos titulado Mis caminos convergentes y, durante varios años unos diarios de los cuales se han publicado Los trabajos del espíritu (1971-1972 y 1978-1979), escritos en Suecia, Puerto Rico, Italia y España, y ricos en reflexiones personales sobre, por ejemplo, la poesía de Dante, la literatura en lenguas minoritarias o la experiencia cotidiana del autor y sus amistades.
de tus cavernas infinitas, de
tus abismos que se hunden
como sube la hiedra por el tronco,
por el aire
baja el relámpago, ilumina
y retorna a su flor;
como el día se extiende
en sus estancias sin puertas ni cúpulas
que cierran todas las salidas
y entrecruzan sus dobles linternas,
de ti la obtienen. Nada nuestra,
acaparadora de ortos
innombrables, que un día surgirán
sobre tus pies desnudos,
tendrán, para nosotros, senos tales
que muramos sin preguntar
en su redondez impoluta,
miradas que sostengan las nuestras
sin apartarse, largas comas
undosas, en que está todo color
como en la luz, que nos los muestra, todos;
y, voz unánimemente profética,
en nuestra propia nada
contemplarán la que comparten ellos,
hombres de hambre con sed. (Hambres (III) (A la luz))
Miembro de la Academia Argentina de Letras desde 1997, practicó el periodismo político y desarrolló un personal estilo literario con personajes estrafalarios y un humor rayano en el negro.
Fueron llevadas al cine sus obras: Rosaura a las diez, el cuento Ceremonia secreta (Secret Ceremony) con actores de la talla de Elizabeth Taylor, Robert Mitchum y Mia Farrow y Los asesinos de los días de fiesta (en España Ángeles de negro, con Carmen Maura).
Todas las noches, desde el crepúsculo hasta el alba, resonaba en el bosque el canto del ruiseñor.
El rey lo oía desde su palacio.
—Más precioso es ese ruiseñor que todos mis tesoros –decía el rey, y suspiraba. Todas las noches, desde el crepúsculo hasta el alba, el ruiseñor cantaba en lo más profundo del bosque.
El rey, insomne, lo escuchaba embelesado.
—A quien me traiga vivo al ruiseñor le regalaré la más hermosa de mis favoritas –decía el rey—.
Le daré veinte guerreros, la mitad de mis eunucos, todos mis pavos reales blancos, un laúd de madera de la India con incrustaciones de nácar, tapices de seda bordados con hilos de oro, aguamaniles de plata labrada, los pebeteros del templo, el anillo de Chapur.
Los más expertos cazadores, con redes, con ligas y con trampas, fueron de noche al bosque a cazar
al ruiseñor, pero el ruiseñor no se dejó atrapr.
Y seguía cantando, todas las noches, desde el crepúsculo hasta el alba, con su maravillosa voz.
Asomado a la ventana de su palacio, el rey lo oía, y su rostro era del color de la luna, y su corazón,
una cisterna seca.
Ejércitos de guerreros y de cortesanos, con arcos y con flechas, con tambores y estandartes, se dirigieron al bosque y conminaron al ruiseñor a que se presentase delante del rey, pero el ruiseñor desobedeció las órdenes. Y todas las noches el ruiseñor cantaba en la espesura del bosque con su voz celestial. (Fragmento del minicuento 'El Ruiseñor')
- de 2010, Manuel CABALLERO AGÜERO, escritor, historiador, periodista y profesor venezolano nacido un 5 de diciembre de 1931. Recibió el Premio Nacional de Periodismo y el Premio Nacional de Historia en 1994 y en 2005 fue elegido como miembro de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Caballero escribió regularmente en algunos periódicos venezolanos, como El Nacional, El Diario de Caracas y más recientemente en El Universal.
A pesar de su pasado como pensador y activista político de izquierdas, en particular durante la presidencia de Rómulo Betancourt, fue un duro crítico de la gestión de Hugo Chávez.
Entre sus últimas obras: Por qué no soy bolivariano (2006), La peste militar (2007), Contra la abolición de la historia (2008), Polémicas y otras formas de escritura (2008) e Historia de los venezolanos en el siglo XX (2010).