Hubiera sido imperdonable que no hubiera incluido canciones suyas en el repertorio de los vídeos infantiles que voy haciendo, y afortunadamente puedo estar orgullosa de tener entre ellos el "barquito de cáscara de nuez"
Si es verdad que nadie muere mientras perdure su memoria, Emilio Aragón, Miliki, seguirá vivo siempre. Descansa en paz, buen amigo.