Quizás lo conozcamos en la versión más humorística: "Algo es algo, dijo un calvo, que se encontró un peine sin púas".
Y es que ya se contempla ampliamente en nuestro refranero la misma idea: "Quien no se consuela, es porque no quiere", o "A caballo regalado, no le mires el diente".
Se trata de valorar lo que uno se encuentra, por poco que parezca, ya que todo puede ser de utilidad (nunca se sabe).
Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)" ¡Pídelo! http://educacion-ne.es/refranes.htmRecopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)" ¡Pídelo! http://educacion-ne.es/refranes.htm
Como dice Macaco, recogiendo también una sentencia popular ya comentada:
El vaso medio lleno o medio vacío, depende de ti y de mí. .*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Ejercicio propuesto: Ya que lo citamos, podría ser un divertido ejercicio analizar las "frases hechas" (estar con lo puesto, ir a todo trapo, beber hasta los posos, aprender la lección, etc...) que este simpático cantante usa en este tema: "Tengo".
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Tengo.. y lo que tengo, lo mantengo a base de amor y fe.
Siento que si no estás no corre el viento -quizás afuera sí, pero no dentro de mi...
Vengo sin maleta, con lo puesto, y esta canción, mi remedio, vitamina pal´vivir.
Vuelvo y acelero si estás lejos, pongo el freno cuando pasas junto a mi.
La melodía de una rumba me dijo: el secreto no esta en la tumba sino en el vivir,
y viviendo a todo trapo, olvidé caminar despacio y las heridas en mis pies sentí.
No cantaré a lo que desconozco, solo a lo que entró en el fondo; como el poso del vino que bebí
y antes de emborracharme, brindaré mirando a tus ojos y gritaré: el secreto, es el amor
que siento por ti.
Tengo... y lo que tengo, lo mantengo a base de amor y fe.
Siento que si no estás no corre el viento - quizás afuera sí, pero no dentro de mi...
Vengo sin maleta, con lo puesto, y esta canción, mi remedio, vitamina pal´vivir.
Vuelvo y acelero si estás lejos, pongo el freno cuando pasas junto a mí.
La primera lección aprendí, pero olvidé el cuaderno al salir
(en la escuela de la vida no se puede repetir),
así que voy, lápiz en mano, tomando notas y callando - a veces es mejor no decir-.
Aprendí a alzar las velas, a aguantarle a la marea y a romper las olas del mal vivir
y es que el vaso medio lleno medio vacío, mi niña, solo depende de ti y de mí.
Y no es más rico el que más lleva, sino el que algo tiene y lo conserva
sin enfriarlo, sin olvidarlo en un cajón.
Y no hay mayor tesoro que el que guardas en tu corazón,
no en el bolsillo triste de un pantalón.