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martes, 10 de diciembre de 2024

10 de diciembre - #DerechosAnimales, #DerechosHumanos. Carmen de Burgos. Paula Bonet.

   Es el Día de los DERECHOS HUMANOS y el Día Internacional de los DERECHOS DE LOS ANIMALES

Este día, en 1948, se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Cada 10 de diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos para recordar que el respeto a los derechos básicos e inalienables de todas y cada una de las personas es el ideal común al que aspiran todas las naciones y pueblos del mundo.
El lema de este año: «¡Conoce tus derechos!».

 El Día fue proclamado por la Asamblea General en 1950, y la fecha elegida coincide con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que había sido aprobada en 1948. Este documento histórico detalla en sus 30 artículos los derechos fundamentales civiles, culturales, económicos, políticos y sociales que nos unen como comunidad internacional bajo los mismos ideales y valores. (ONU).

Por otra parte, y muy relacionado con lo anterior, cada 10 de Diciembre, desde 1997,  se conmemora en varios países el Día Internacional de los Derechos Animales, fecha en la que se realizan cientos de acciones mediáticas y educativas, con el principal objetivo de informar a la sociedad sobre la circunstancia que viven los animales en las principales áreas donde se les explota y extermina, así como divulgar qué es el especismo. Desde 1978 existe la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, en la que se establecen los derechos fundamentales que todos los animales, independientemente su especie, deben tener garantizados. Los 14 artículos que conforman esta Declaración Universal, pueden sintetizarse en cuatro derechos básicos: la vida, la libertad, no someterles a situaciones que les generen dolor, y no considerarles propiedad.  (Fuente)
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Autores nacidos en esta fecha

 Carmen de BURGOS y SEGUÍ, también conocida como Colombine (Almería, 10 de diciembre de 1867-Madrid, 9 de octubre de 1932).
 Fue una periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer española perteneciente a la Generación del 98. Se la considera la primera periodista profesional en España y en lengua castellana por su condición de redactora del madrileño Diario Universal en 1906, periódico que dirigía Augusto Figueroa
Primera corresponsal de guerra española, firmó también con seudónimos como «Gabriel Luna», «Perico el de los Palotes», «Raquel», «Honorine» o «Marianela»..
Hizo campaña para que se legalizara el divorcio, lo que le valió la admiración de Giner de los Ríos y Blasco Ibáñez, pero ataques por parte de la Iglesia y de los sectores conservadores que buscaron desacreditarla.
Destinada en Toledo, seguía volviendo a su casa de Madrid todos los fines de semana para animar la tertulia literaria que había creado a su regreso de Francia, ‘La tertulia modernista’. Allí conoció a Ramón Gómez de la Serna, entonces un desconocido estudiante de 18 años, con el que mantuvo una intensa relación amorosa y literaria durante veinte años.

 Tras el desastre del Barranco del Lobo en el Rif en 1909, Carmen de Burgos decide acercarse a las tropas españolas que luchaban alrededor de Melilla. Allí ejerció de corresponsal de guerra del diario El Heraldo de Málaga. Una vez de vuelta a Madrid, publicó el artículo ¡Guerra a la guerra! en el que defendía a los pioneros de la objeción de conciencia.
En su rica actividad cultural, se relacionó con personajes de la talla de Galdós, Blasco Ibáñez, Cansinos Assens, Juan Ramón Jiménez, Tomás Morales, Alonso Quesada, Julio Romero de Torres, Sorolla, etc. Se la considera una de las primeras defensoras del papel social y cultural de la mujer.
Entre sus obras: El tío de todos, 1925. Quiero vivir mi vida, 1931. Puñal de claveles, 1931.Los anticuarios. Cuentos de Colombine. En la guerra. Honor de familia.

Por mi parte, sé decirles que nunca he experimentado un amor humanitario tan intenso como el que me inspiraba la vista del Ejército en Melilla. Al contemplar sus sufrimientos o sus escasas alegrías, en todos los instantes he sentido una gran piedad por aquellos hombres que han de obedecer unas leyes que les obligan a matar a sus semejantes o a morir. Pensaba en el valor de los Doukhobars negándose a combatir, valor heroico sobre todos, porque es consciente y humanitario, y prefieren morir con las manos puras sin derramar sangre. (Fragmento de 'Memorias de Colombine')

Reportaje de elpais.com sobre su figura: Perico el de los palotes era mujer
 
- de 1902, Dulce María LOYNAZ, poetisa cubana. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992.
Publicó sus primeros poemas en La Nación, en 1920. Invierno de almas y Vesperal; en dicha publicación aparecieron otros textos entre 1920 y 1938.
 En 1947 publicaría Juegos de agua, libro de poemas, y a partir de 1950 el editor español se interesa por la obra de la cubana, publicando varios de sus trabajos. De esta época, específicamente de 1951, data la publicación de Jardín. Le seguirían: Carta de amor al rey Tut-Ank-Amen (1953), Poemas sin nombre (1958) y Un verano en Tenerife, (libro de viajes).
Fallecida un 27 de abril de 1997, sus últimas publicaciones fueron Poemas escogidos, de 1985, Bestiarium y La novia de Lázaro, ambos de 1991. La Diputación de Cádiz publicó, además, en 1992, Poemas náufragos, y la editorial Espasa Calpe una amplia antología de su obra.

Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?
Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya…
Amor… ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana… -No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar…
Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal…
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.
('La Balada del amor tardío')
.
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- de 1923, Jorge SEMPRÚN, político y escritor español, citado aquí en la fecha de su fallecimiento, un 7 de junio. Durante la Segunda Guerra Mundial, ocupada Francia por la Alemania nazi, combatió entre los partisanos de la Resistencia, como muchos otros españoles refugiados en Francia después de la Guerra Civil. Se afilió en 1942 al Partido Comunista de España (PCE). En 1943, tras ser denunciado, fue detenido, torturado y posteriormente deportado al campo de concentración de Buchenwald, estancia que marcaría su posterior experiencia literaria y política. De hecho, recogerá en varios de sus libros su trabajo en la administración del campo. Tras su liberación, fue recibido como un héroe en París, donde fijó su residencia.
Toda su obra escrita, ya novelas u obras autobiográficas, está fuertemente influida por sus peripecias vitales, en particular su paso por el campo de concentración de Buchenwald (El largo viaje, La escritura o la vida, Aquel domingo, Viviré con su nombre, morirá con el mío). Su expulsión del Partido Comunista queda reflejada en Autobiografía de Federico Sánchez, mientras que Federico Sánchez se despide de ustedes narra el período, entre 1988 y 1991, en que fue Ministro de Cultura en el Gobierno de Felipe González.
Hasta 2003, todas sus obras de ficción habían sido escritas en francés, sólo utilizando el castellano para algunos de sus libros biográficos. En dicho año se publica la primera novela de Semprún escrita originalmente en castellano, Veinte años y un día.
Entre sus reconocimientos:  Premio Planeta (1977) por Autobiografía de Federico Sánchez.  Premio José Manuel Lara (2004) por Veinte años y un día.

Entonces da dos pasos, lateralmente, hacia las ventanas de donde viene, a su derecha, la luz, y se pone los dedos de las dos manos sobre los párpados —que cierra como se cierra los ojos de los que acaban de morir— sobre los huesos de la cara, dejando los ojos cerrados después de que los dedos hubieran dejado de cubrirlos y sus dos manos se juntan, quizá implorantes, bajo la barbilla. Entonces vuelve a abrir los ojos, evita disimuladamente mirar el cuadro, da la vuelta al sofá que se encuentra allí, delante de la Vista de Delft, sale de la sala, vuelve a entrar en la otra, más grande, a la que se accede directamente desde el rellano del primer piso, y cuyos ventanales —así lo ha observado hace un momento— dan a un estanque, y se inmoviliza delante de El jilguero de Carel Fabritius.
Nada más, no mirar nada más.
El pequeño lienzo está ante él, encadenado en su visión minuciosa, absorbente, como el propio pájaro está encadenado —a decir verdad, delicadamente— a una anilla que podría deslizarse por el soporte metálico en el que se apoyan sus patas (pájaro inmóvil, conocedor de los límites de su fingida libertad, habiendo ya a menudo agitado con sus alas el espacio aéreo que le sirve de jaula, resignado tal vez ahora, pero atento sin embargo, al acecho incluso, con la cabeza erguida que resalta sobre el lienzo rugoso de una pared que amarillea, en cuya parte baja, ligeramente hacia la derecha del borde inferior del cuadro, aparece la firma del pintor en letras mayúsculas, y la fecha: 1654
. (Fragmento de La segunda muerte de Ramón Mercader).

- de 1980, Paula BONET, escritora y artista pictórica. Licenciada en Bellas Artes, recibe la Medalla al Mérito cultural 2018 de la Comunidad Valenciana. Es colaboradora, desde el 2021, en la sección cultural de El País. 
En junio de 2022 anunció que abandonaba la vida pública debido a la salida de prisión del hombre que la acosaba.
Autora de la novela La anguila (2021), escribe e ilustra obras como: Escribe con Rosa Montero, 2017. Los diarios de la anguila, 2022. Paraíso perdido: a partir del poema épico de John Milton,  2023.
Sitio web: www.paulabonet.com

Fallecieron en esta fecha
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- de 1936, Luigi PIRANDELLO, escritor italiano nacido un 28 de junio de 1867, premio Nobel de literatura en 1934.
Su acercamiento al partido fascista en los años veinte fue un hecho extraño, aunque no puede desligarse de su proximidad a cierta vanguardia italiana. Pero pidió la entrada directamente a Mussolini, tras el asesinato de Giacomo Matteotti en 1924, y apoyó al mandatario por ese hecho. Todo ello causó un gran desazón entre sus lectores y en la ciudadanía italiana sojuzgada; para algunos fue el suyo un modo de ir contra la corriente intelectual, pero lo cierto es que el Régimen le nombró a continuación presidente de la Academia Italiana recién fundada, lo cual, eso sí, más bien lo alejó de esa compañía política. Y si bien logró tanto el premio Nobel en 1934 como el reconocimiento de su valor como novelista y autor teatral, ese gesto de 1924 no ha dejado de empañar su imagen.
Queda el recuerdo de su individualismo a ultranza, de su entierro ascético en una humilde caja, de su original literatura, especialmente de los relatos y las piezas teatrales, con títulos como:
La vira nuda (novela, 1911). I Vecchi e I Giovani (Los viejos y los jóvenes, novela, 1913) .
Quaderni di Serafino Gubbio o Si gira (Los cuadernos de Serafino Gubbio, operador o Se filma , novela, 1925). Uno, nessuno e centomila (novela, 1926). La favola del figlio cambiato (teatro, 1934). Non si sa come (teatro, 1935). Sogno, ma forse no (teatro, 1931). I giganti della montagna (Los gigantes de la montaña, teatro, 1937).

Hubo un tiempo en que una de las pocas cosas, quizá la única, que yo supiera de cierto era ésta: que me llamaba Matías Pascal.Y de ello me aprovechaba. Siempre que algún amigo o conocido mío daba muestras de haber perdido el bien de la inteligencia, hasta el punto de venir a pedirme consejo o indicación alguna, me encogía de hombros, entornaba los ojos y respondía:
—Yo me llamo Matías Pascal.
—Gracias, querido amigo; pero ya lo sabía. —¿Y te parece poco?
Alguno se dignará compadecerme —¡cuesta tan poco! — imaginándose el atroz sentimiento de un desventurado al cual le ocurra descubrir hasta cierto punto, que..., nada, en fin de cuentas, que ni padre, ni madre, ni cómo fue o cómo no fue; y se dignará también indignarse —lo cual cuesta todavía menos— de la corrupción de las costumbres, y de los vicios, y de la plaga de los tiempos, que tanto mal pueden ocasionar a un pobre inocente.
Que hagan lo que gusten. Mas es deber mío advertirles que no es ese mi caso, que no se trata precisamente de eso que se figuran. Podría exponer aquí, en un árbol genealógico, el origen y descendencia de mi familia, y demostrarles que no sólo he conocido a mis padres, sino también a mis antepasados y sus hazañas en un largo período de tiempo, no por cierto todas ellas verdaderamente laudables...
(Inicio de "El difunto Matías Pascal")

- de 1966, Gregorio LÓPEZ Y FUENTES, escritor mexicano. Citado en la fecha de su nacimiento, un 17 de noviembre.  Empezó a escribir a la edad de quince años al mismo tiempo del inicio de la Revolución mexicana, conflicto que abordó en la mayoría de sus libros. Más tarde fue maestro de literatura en la Ciudad de México. En 1921 comenzó a escribir para el diario El Universal, frecuentemente bajo el seudónimo "Tulio F. Peseenz".
Su obra refleja una visión realista, pero humorística de México, en la que trata el tema de la opresión indígena. Su obra más famosa es El indio que sería traducida al inglés en 1937. Esta obra fue la primera novela en obtener el Premio Nacional de Literatura entregado por la Secretaría de Educación Pública en México, el cual fue sustituido posteriormente por Premio Nacional de Ciencias y Artes en las áreas de Lingüística y Literatura.
Entre su bibliografía: El alma del poblacho (1924), Campamento (1931), Tierra (1932), Mi general (1934), El indio (1935) y Una carta a Dios (1940).

Mi teoría radica en eso precisamente, en reintegrarles la confianza. ¿Cómo? A fuerza de obras benéficas, pues, por fortuna, el indio es agradecido; tratándolos de distinta manera; atrayéndolos con una protección efectiva y no con la que sólo ha tenido por mira conservarlos para sacarles el sudor, como cuidamos al caballo que nos carga; y, para ello, nada como las vías de comunicación, pero no las que van de ciudad a ciudad, por el valle, sino las que enlacen las rancherías; las carreteras enseñan el idioma, mejor que la escuela; después el maestro, pero el maestro que conozca las costumbres y el sentir del indio, no el que venga a enseñar como si enseñara a los blancos. Con ello labrarán mejor la tierra, la que ya tienen, o la que se les dé” (Fragmento de 'El indio')