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lunes, 23 de octubre de 2023

23 de octubre - #IntoxicacionPlomo, #SUPERVIVENCIAINFANTIL.

 

se celebra el Día Mundial de Acción para la SUPERVIVENCIA INFANTILEsta efeméride surgió como iniciativa de la ONG Save The Children y la Organización Mundial de la Salud. El objetivo es detener la mortalidad infantil de los niños, sobre todo de los menores de cinco años, por causas que se pueden evitar, como la neumonía, la diarrea, las complicaciones derivadas durante el parto o la desnutrición. 
 
Aproximadamente la tercera semana del mes de octubre de cada año se celebra la Semana Internacional de Prevención de la Intoxicación por Plomo y de la prohibición del plomo en la pintura
Tema 2022: "Di no al envenenamiento por plomo". #ProhibirLaPinturaConPlomo

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 Autores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
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- de 1897, Juan Ignacio LUCA de TENA, escritor, comediógrafo y periodista español, padre del periodista Guillermo Luca de Tena y del escritor, y también periodista, Torcuato Luca de Tena. Fundador del periódico ABC de Sevilla, uno de los más decididos apoyos contra la república y la monarquía. Fallecido un 11 de enero de 1975.
Fue embajador en Chile (1941-1943) y en Grecia (1962), en misión especial para la boda del príncipe Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia. Fue elegido académico de la Lengua en 1944 y en el 1951 obtuvo el premio Agustín Pujol por su drama El cóndor sin alas.
Ya a los diecisiete años estrenó la comedia Lo que ha de ser; su gran éxito sin embargo llegó con la farsa ¿Quién soy yo?, estrenada en 1935 y que fue premio Piquer de 1935, un premio otorgado por la Real Academia a la mejor comedia de cada año. El éxito de esta obra motivó que el autor escribiera una continuación, Yo soy Brandel (1938).
El teatro de Luca de Tena pertenece a la llamada alta comedia según los moldes establecidos por Jacinto Benavente.
Su comedia más citada es Don José, Pepe y Pepito (1952), aunque su producción incluye otros éxitos como El dilema, Las canas de Don Juan (1925), Dos mujeres a las nueve (premio Nacional Jacinto Benavente, 1949), Las chicas del taller (1963), Yo soy Brandel (1969), El rey de las finanzas (1972), etc.
En su comedia ¿Dónde vas, Alfonso XII? (1957) que tiene por tema el amor de Alfonso XII por la tempranamente desaparecida reina Mercedes, toca una de sus obsesiones: la monarquía, que idealiza en línea con su ideología monárquica vertida a través del diario que dirigió, ABC.
 También escribió libretos de zarzuela: El emigrante y El huésped del sevillano, esta última inspirada en La ilustre fregona de Miguel de Cervantes.
Veamosla: https://youtu.be/e6Dxh8QiLNI

- de 1962, Antonio SALINERO, escritor español, novelista y poeta. Licenciado en Derecho y funcionario de la Administración de Justicia en su ciudad natal, falleció el 9 de julio de 2022 tras cinco años de enfermedad.
Durante sus estudios universitarios fundó la revista literaria Rayuela, donde publicó relatos y poemas.
Columnista habitual del diario El Mundo (edición de Valladolid), cuenta entre sus obras: El Seudónimo (Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid, 2001), A vida o muerte (2006) y Qué bello es morir (2017).
Ha participado en libros colectivos con varios relatos: “Días de Gloria” (2002), “Animales” (2011), “Relatos para Sallent” (2011) entre otros, y tiene en su haber diferentes obras de ensayo: “Nuestros premios Cervantes: Francisco Umbral” (2003), “Ciudad y Literatura”  (2004), “Los amigos de Cervantes en Valladolid” (2004) y “La razón de la sinrazón que a la razón se hace” publicada por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (2005).
En noviembre de 2015 obtuvo el XX Premio Internacional de Narrativa de la Asociación de Periodistas de Ávila con su relato " La vida es sueño".
 
La fecha del estreno estaba a la vuelta de la esquina y la zozobra ante la inminencia del fracaso se adueñaba de mí. El insomnio, las palpitaciones y las continuas pesadillas iban a acabar conmigo. Para redimirme de anteriores fiascos como director teatral, dejar las marionetas y salir del pozo negro en el que me hallaba inmerso, opté por un clásico. A tiro fijo. La coyuntura no aconsejaba aventuras y, como no era menester devanarse los sesos con libretos vanguardistas o arriesgarse con Ionesco, Sartre o Pirandello, me decidí por una fiel adaptación de “La vida es sueño”.
Llevaba una racha tan mala que no me hubiera importado hacer de estatua humana en el parque, al menos los niños me hubieran lanzado algunas monedas.
Rebusqué en mis viejas agendas y pese a las suplicantes instancias cursadas a concejales y demás mandarines culturales de la región, nadie quiso subvencionar el proyecto, así que tuve que malvender mi coche y la bisutería de la abuela para montar la obra. La estrechez presupuestaria la convirtió en una patochada minimalista sin apenas tramoya ni decorado, un montaje ramplón sin orden ni concierto. Un desastre. (Primeros párrafos de 'La vida es sueño')