" ¡Que
viene el coco! "
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Quien más, quién menos , muchos de nosotros hemos dormido con esta nana:
Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá... o
Duérmete, niño, que viene el Coco, y se come a los niños que duermen poco.
Tal
vez sea porque esa amenaza nunca se cumplió, aprendimos a no temerle;
por lo que cuando alguien es temeroso y ve obstáculos por todas
partes, un humorístico ¡Uh, que viene el Coco! suele servir
de conclusión entre risas para hacerle ver que son sus miedos y no la
realidad los que presentan los problemas.
Se
trata de fantasmas o amenazas infantiles como la de
el hombre del
saco, o el sacamantecas, relacionados con ciertos sucesos
macabros de rapto y muerte de niños, que aprendimos a respetar, pero no
a temer, enseñándonos que no toda la gente es buena y que no hay que
confiar en extraños.
Aunque
suene muy parecido, nada tiene que ver con el
"¡Que viene el lobo!" , famoso cuento probablemente conocido por
todos, en el que el pastorcillo asusta a sus vecinos con la falsa
amenaza hasta que un día, gritándolo por ser cierto, nadie acude en su
ayuda.
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Tratándose de literatura infantil, es incuestionable mencionar a la
genial escritora "Gloria Fuertes", que usa esta amenaza mediante
un original juego de palabras en la Nana al niño que nació muerto,
recogida en sus "Obras incompletas".
Original persona pequeñita
que al contrario de todos
no has nacido.
Vívete niño vívete
que viene el Coco
y se lleva a los niños
que viven poco.
Late un momento rey
-la madre dice-
deja que me dé tiempo
a que te bautice.
Te iba a poner Tomás,
y ya te vas.
¿Para qué habrás venido
sin más ni más?
¡Qué frío tienes hijo
sin un temblor,
creo que dentro estabas
mucho mejor!
-en el lago de llanto
de tu madre
jugabas en la orilla...-
¡Que el demonio se lleve
tu canastilla!
-Tiene ojos de listo,
es un pequeño sabio,
-y otra vecina dijo:
de buena se ha librado.
Pequeño criminal
dulce adversario
-sin nacer ni morir
a tu madre has matado-,
mientras tú,
mi niño diferente
ni blanco ni negro
mientras tú
échate un sueño largo
mi niño azul.
que al contrario de todos
no has nacido.
Vívete niño vívete
que viene el Coco
y se lleva a los niños
que viven poco.
Late un momento rey
-la madre dice-
deja que me dé tiempo
a que te bautice.
Te iba a poner Tomás,
y ya te vas.
¿Para qué habrás venido
sin más ni más?
¡Qué frío tienes hijo
sin un temblor,
creo que dentro estabas
mucho mejor!
-en el lago de llanto
de tu madre
jugabas en la orilla...-
¡Que el demonio se lleve
tu canastilla!
-Tiene ojos de listo,
es un pequeño sabio,
-y otra vecina dijo:
de buena se ha librado.
Pequeño criminal
dulce adversario
-sin nacer ni morir
a tu madre has matado-,
mientras tú,
mi niño diferente
ni blanco ni negro
mientras tú
échate un sueño largo
mi niño azul.
Quizás, además de comentarlo como poema, sería
interesante el estudio de expresiones como "venir sin más ni más", "
¡que el demonio (diablo) se (te) lleve!" "librarse de una buena"...