Si hay algo que caracteriza al carácter español es
que le "toquen" el amor propio desde fuera, y eso parece ser lo que ha
sucedido con el informe PISA... y han entrado las prisas por justificar
lo injustificable, por buscar los culpables, por ver la paja en ojo
ajeno...
No nos engañemos: la culpa NO es de los profesores, NO de los alumnos, NO de los políticos, la culpa es de TODOS.
¿Que quieren decir aquello de : "yo soy yo y mis circunstancias"? Bien, lo admito. Es más, pienso que así es.
Desde
mi época de estudiante he ido asistiendo a reestructuraciones en los
planes de enseñanza, y opino que totalmente justificadas, porque los
tiempos cambian y hay que ajustarse a ellos. Que se haya dicho que
estábamos sujetos a los caprichos del ministro/-a de cultura
correspondiente, que traíamos o adaptábamos planes educativos que se
habían mostrado ineficaces en otros países, que... ¡es lo mismo!. Yo
pasé por el examen de ingreso a mis 9 años, el Bachillerato con las
pruebas de Reválida en 4º y en 6º necesarias para la obtención de los
títulos de Bachiller Elemental y Superior, el primer COU, la primera
Selectividad, y la Licenciatura en la casi recién estrenada UAM
(Universidad Autónoma de Madrid).
Como
madre y como profesora he vivido los EGB y BUP, FP, ESO... El estudio
por medio de fichas en los que los chicos se limitaban a copiar, sin
necesidad de memorizar o entender por estar ya señalado en el tema hasta
en negrita o cursiva aquello que debian incluir como respuesta, muchas
veces en el mismo libro para que fuera más accesible a los chicos
(pobres, bastante sobrecargados estaban ya) , eso sí... con kilos y
kilos de libros en su mochila, -contradiciendo ampliamente aquello de
"el saber no ocupa lugar" - libros que, afortunadamente, no tenían que cargar
porque no hacían falta deberes... luego, no hicieron falta exámenes de
septiembre...
Y, mientras, unos padres sobrecargados de trabajo porque se necesitaban
dos sueldos: uno para pagar la hipoteca o alquiler y otro para vivir...
Incoherencias entre la vida familiar y laboral como el hecho de que los
padres debían salir a su trabajo a las 6 ó 7 de la mañana y los niños
no tenían guardería o centros de preescolar hasta las 9 de la mañana
(las 8 en el mejor de los casos), los descansos para la comida de 12:30 a
15 horas, mientras que los padres (en el caso de los afortunados que
pudieran ir a casa a comer por trabajar cerca) terminaban su jornada
matutina a las 14 horas... Item más, la salida de los colegios a las 5
de la tarde mientras los padres regresaban a casa a las 20 horas...
Resultado:
descenso de la natalidad y cierre de colegios por falta de alumnos,
niños educados por los abuelos o enseñados a estar en comedores
escolares, clases extraescolares y/o solos ante la tele en espera de la
llegada de los papás que, hartos de trabajar y con ganas de estar con
sus hijos (uno o dos, normalmente), deseaban realizar con ellos
actividades lúdicas antes de mandarlos a dormir a las 21 ó 22 horas;
chicos que olvidaban lo aprendido -"cogido con alfileres"-, sin nociones
de gramática ni ortografía...
Ahora, la inmigración ha elevado el número de niños en edad escolar y toda adaptación al cambio necesita de un proceso... Pero las clases de apoyo en el mismo Centro han resultado un fracaso más mientras los padres no disponen de tiempo para ayudarles ni de dinero para profesores particulares.
¿Que
los niños no saben leer, esquematizar, resumir?, ¿que los niños no
comprenden lo que leen (tan importante para cualquier adquisición de conocimientos)?, ¿que se ha perdido el respeto a la figura del
profesor?, ¿que los estudiantes conocen mejor sus derechos que sus
obligaciones?, ¿que se rechaza una asignatura como educación a la
ciudadanía (¿Hay que recordar que antes se llamaba Religión, luego fue
Ética o también Estudio de las religiones?)?, ¿que sin conocer su propia lengua materna, ahora los alumnos deben ser forzosamente bilingües?...
Señores, seamos serios y dejémonos de "parches":
Para
echar la culpa a los padres hay que proveerles del tiempo que necesitan
para dedicarlo a sus hijos ( y éste, claramente, va mucho más allá de
los tres meses de baja maternal): el núcleo fundamental de la Sociedad
está en la "república independiente de cada casa" (jamás un slogan
publicitario ha retratado tan elocuentemente una realidad).
Para
echar la culpa a los profesores hay que mirar con lupa el sistema de
oposiciones que premia a los que más "citas" son capaces de hacer y
convierte a muchos en funcionarios de "vuelva usted mañana", sin
vocación y sin habilidad de y para enseñar, y - lo que es peor- sin
posibilidad de "echar marcha atrás" si es demostrada su manifiesta
ineptitud (mis hijos se llevan 6 años y han tenido los mismos apuntes,
ejemplos y ejercicios del mismo profesor/-a, amén de los mismos
problemas). Y ya no entro en la enseñanza privada en la que prima en el
mayor de los casos la brillantez de resultados (marketing), por lo que
los niños con dificultades son relegados para que abandonen, aburridos, u
ocasionen a sus padres más gastos en clases de apoyo para no menoscabar el prestigio del Centro... o abundan en ellos los
profesores "multidisciplinares" - ya no digo no licenciados en la
asignatura, sino hasta no idóneos- (por ejemplo, en mi caso personal,
profesora titular de Lengua, Literatura, Filosofía, Hª del Arte y Latín
en una Academia concertada; o a la que se le obligaba, si quería ser
contratada como suplente en un prestigioso colegio de la zona Sur
madrileña, además de impartir las clases, a acompañar a los chicos en el autobús y vigilarles en el
Comedor).
Y, por último, para echar la
culpa a los chicos hay que modificar antes cuidadosamente las
circunstancias en las que han crecido y se han desarrollado con tan
tremendas paradojas.
... Seguimos