Día Mundial del TRASTORNO BIPOLAR. En este día
se recuerda el nacimiento de Vincent Van Gogh, quien fue diagnosticado
con la enfermedad. Se suele caracterizar por la alternancia
de episodios maníacos (altos emocionales) y depresivos (bajos
emocionales) separados por períodos de estado de ánimo normal.
Una persona puede tener trastorno bipolar y no desarrollarlo hasta
que un determinado acontecimiento, sea la muerte de un familiar, una
separación u otra situación estresante, no desencadenan la
sintomatología. (Fuente)
Día internacional de las TRABAJADORAS DEL HOGAR.-
Fue en el año 1988 cuando se proclamó el 30 de marzo como el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, por medio del primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar, que tuvo lugar en Bogotá, Colombia.
En esa reunión se discutieron muchos asuntos, pero los de mayor interés
eran la gran discriminación que sufren las personas que se dedican a
este trabajo, la falta de leyes que les amparan, el establecimiento de
un pago digno por su labor y el derecho a una protección social por
parte de los estados.
¿Qué otra cosa son y han sido las amas de casa? Sin oficio, sin vocación y sin
remuneración, sin acceso al trabajo 'reconocido' y vocacional, y a menudo mucho menos valoradas que estas trabajadoras
(empleadas) del hogar, que sufren el mismo tipo de discriminación y
vejaciones sin el supuesto filtro del cariño derivado del entorno familiar.
Me
pregunto si el reconocer sus derechos y situación resulta más difícil
porque sería tener que reconocer a su vez la dureza del trabajo del ama
de casa.
En cualquier caso, vaya este día para destacar el trabajo que las
mujeres realizan en el hogar sin descanso ni vacaciones y prevenir el maltrato físico y psicológico
del que pueden ser víctimas, hasta el punto de que ni como trabajadoras se las reconocía.
Hace un año a una de estas trabajadoras, de Vigo, se le reconoció la posibilidad de poder cotizar y poder cobrar desempleo y jubilación .
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Efemérides literarias Autores del s.XX-XXI en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura)
Nacidos en esta fecha
- de 1924, José María MARTÍNEZ CACHERO, catedrático y escritor español fallecido un 30 de junio de 2010.
En la Universidad de Oviedo se encargó del Servicio de Publicaciones y también fue Secretario de la Revista "Archivum", de la Facultad de Filosofía y Letras. Fue jurado en diversos premios literarios, destacando sus nueve años del Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Fue miembro Numerario del Real Instituto de Estudios Asturianos y correspondiente de la Real Academia Española.
Martínez Cachero cultivó tanto la crítica literaria periodística o de actualidad como la crítica universitaria o de investigación. Se dedicó, fundamentalmente, a tres campos de investigación:
1. Clarín y la novela realista española del siglo XIX.
2. La crítica y los críticos literarios de España.
3. La novela española a partir de 1939.
Otros autores y temas de su interés fueron Azorín, la Generación del 98 y la poesía española de postguerra.
Es también autor de un libro de recuerdos y memorias literarias Antes que el tiempo muera en nuestros brazos (2002) y Liras entre lanzas. Historia de la Literatura "Nacional" en la Guerra Civil (2009).
Sería fácil tarea la de componer doble nómina de novelistas españoles supervivientes de la Guerra Civil, integrada una por aquellos que a su término comenzaron a formar parte de la «España peregrina» (trasterrados o exiliados) y por quienes se quedaron en España, la otra. Muerto en 1938 el patriarca decimonónico Armando Palacio Valdés, fallecidos en 1936 Valle-Inclán y Unamuno, apartado voluntariamente del cultivo del género Ramón Pérez de Ayala, los nombres más antiguos del conjunto son los de los noventayochistas Pío Baroja y Azorín, quienes publicarán en los años 40 nuevos títulos narrativos que, a mi ver, no constituyen aportación sustancial a su prestigio. Mencionaré a narradores más y menos vinculados a la plenitud de la denominada «Promoción de El Cuento Semanal», de la que Eduardo Zamacois será su representante en el exilio y López de Haro, Insúa, Mata y Martínez Olmedilla algunos de los que dificultosamente superviven en actividad y estima dentro de España. José María Salaverría y Ricardo León mueren en seguida (1940 y 1943 respectivamente); Wenceslao Fernández Flórez y Concha Espina todavía conocen en los años 40 éxitos de alguna importancia -caso de El bosque animado, 1943; o del premio «Miguel de Cervantes» concedido en 1950 a Un valle en el mar, obra de la novelista santanderina-. Miembros de la Generación del 27, afectos a la estilística de los «Nova Novorum» o independientes en su humor y en su realismo tradicional, van a —450→ encontrarse, asimismo, ya en el exilio -Salinas, Jarnés, Francisco Ayala, Rosa Chacel o Salazar Chapela-, ya en España -caso de Miquelarena, Samuel Ros, Claudio de la Torre, Ledesma Miranda, José Ballester, Tomás Borrás, Pérez de la Ossa, González Ruano, Ximénez de Sandoval-2. Habrá que hacer algún día recuento debidamente circunstanciado pero mi objeto de ahora es otro: atender a los nombres nuevos, inéditos o muy poco difundidos hasta 1936; a los modos de llegada al público lector y a la situación editorial existente; así como a ciertas acogidas de la crítica. (Fragmento inicial de 'Novelistas jóvenes y panorama editorial en la década de los cuarenta')
- de 1926, Álvaro CEPEDA SAMUDIO, escritor y periodista colombiano. Citado un 12 de octubre, fecha de su fallecimiento en el 1972, publicó junto a Gabriel García Márquez, Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor Crónica, revista literaria y deportiva que apareció de 1950 a 1952. Fue editor del Diario del Caribe de 1961 a 1972. Como escritor, Cepeda Samudio es visto como uno de los grandes transformadores de la literatura colombiana en el siglo XX, alejándola del costumbrismo e imprimiéndole un estilo original, urbano y profundamente caribeño. Se destacan su libro de cuentos Todos estábamos a la espera (1954) y la novela La casa grande (1962). Fue integrante del Grupo de Barranquilla, y es considerado por la crítica como uno de los padres del boom latinoamericano.
Tal vez porque de niño me faltó todo, y en la casa de vecindad donde viví no había siquiera un trozo de madera con qué fabricar un juguete, fue por lo que adquirí la costumbre de aferrarme a los pocos objetos que durante esos años caían por casualidad en mis manos. El osito de cristal morado que encontré una vez en una calle alegre y al que le faltaba la cabeza, ha vuelto a mi memoria muchas veces en estos días. El osito era parte de mi vida y cuando mi padre lo pisó, recuerdo perfectamente ese momento pues todavía al pensar en el osito morado siento apretárseme la garganta, esperé por muchas veces a que llegara borracho y cuando eso ocurrió lo empujé con toda mi venganza desde lo alto de la escalera. Las personas no me impresionan tanto como los objetos y aunque he intentado muchas veces querer de veras a una mujer no lo he conseguido. En cambio las cosas me atraen, me seducen, con sus líneas iguales y esa sensación de seguridad, de inmutabilidad que emana de ellas. Yo soy un hombre normal y comprendo que esta costumbre mía de enamorarme de las cosas es malsana. Y he luchado para dominarme. Pero las cosas son más fuertes que las personas, no se dispersan como las personas y en su unidad son más fuertes que nosotros. (Inicio del cuento 'El piano blanco').
- de 1947, Jorge PAOLANTONIO, escritor argentino fallecido el 4 de julio del 2019. Fue profesor licenciado en Lengua y Literatura inglesa por la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó posgrado en Literaturas Contemporáneas en Stockwell College, Kent, y cursó el doctorado en Lenguas Modernas en la Universidad del Salvador. Becario del Fondo Nacional de las Artes Argentina y del Consejo para las Artes U.K. Ejerció la docencia a nivel terciario y universitario hasta 2008.
En julio de 2013 el Senado de la Nación lo distinguió "por su labor intelectual y su trayectoria multi-premiada" y en noviembre de 2015 le otorgó su máximo galardón: el Diploma "Senador Domingo Faustino Sarmiento".
Últimas publicaciones. Obra poética: fra spille e manoscritti/ entre manuscritos y alfileres - Diez poemas en folleto bilingüe italiano-español para el Festival della Letteratura di Milano, Italia, 2013. El avistador y otros poemas - Diez poemas en folleto para el Corredor Internacional de Poesía Abbapalabra 2013, realizado en México. Baus o la lenta agonía de las especies migratorias (2014) y Del orden y la dicha (segunda edición, 2014).
Teatro: "Un dios menor y otros monólogos" (2013), "El horrible crimen de la india Ynéz de Huayamba (1713)" (2014).
Narrativa: "Traje de Lirio/ Año de Serpientes" (novelas breves, 2014) y "La Fiamma, una vita da Opera", traducción al italiano de su obra publicada en 2012, de Elisabetta Marelli (2014), "Tigre, tigre y otros textos" (2016), "Los vientos de agosto" (2017).
Uno vuelve
por el espejo de la sala
sin ya mirarse
no sea que la infancia
vuelva con pulmotores de la polio
alcanfor
escapularios
quién no sabe
nos prometían algodones de azúcar
si dejábamos que Salk nos vacunase
poníamos nombres a las flores
poníamos apodos
a la vecina ronca
poníamos la oreja
cuando hablaban los mayores
éramos los hijos
ellos
los grandes que volvían del cine
con impermeable y sombreros y lilas parisinas
besos en la boca
bostezos en cinemascope
los hijos éramos
no veíamos la hora
de ser padres. ('Regresos', en la antología 'En este duro oficio', 2015)
Fallecieron en esta fecha
- de 1952, Delfina BUNGE, escritora argentina nacida un 24 de diciembre de 1881.
Su temprana vocación por la escritura resultó en algunas publicaciones en francés. Luego publicará en español unos cuarenta títulos entre los que se destacan ciertos ensayos y varios libros de lectura, dedicados a la educación de la infancia argentina.
Delfina Bunge llevó cotidianamente un diario íntimo que terminó en dieciocho cuadernos manuscritos y cinco volúmenes escritos a máquina, casi diez mil páginas de un rico testimonio de la petite histoire de los argentinos de fines del siglo XIX y de comienzos del siglo XX.
Fue amiga personal de dos de las más grandes figuras intelectuales de la Argentina de su tiempo: Victoria Ocampo y Alfonsina Storni, quien le dedicó parte de su trabajo y tradujo sus poemas del francés.
«Nous qui savons la vie et la souffrance, / Femmes parlons enfin! / Offrons dans la douleur la fleur de la science, / Nous qui portons la vie éclose dans nos mains» (…) «L’homme n’a que la mort, nous avons la naissance, / Et le premier frisson» (…) «Au sacrifice obscur, au silence de mère / Qui donne à tous la vie, et sait après se taire… / —Femmes, ne parlons pas!— / Que pourraient ils comprendre à nos douleurs, hélas!» (Fragmentos de 'Femmes, parlons enfin')
"Nosotras que sabemos de la vida y el sufrimiento, / Mujeres, finalmente hablemos! / Oferezcamos en el dolor la flor de la ciencia, / Nosotras que llevamos la vida florecida en nuestras manos "(...)" El hombre no tiene más que la muerte, nosotras tenemos el nacimiento / Y la primera emoción "(...) "En el sacrificio oscuro, en el silencio de la madre / que da a todos la vida y sabe callar después... / -Mujeres, no hablemos! - / ¿Quiénes podrían entender nuestro dolor, por desgracia" (Fragmentos de 'Mujeres, hablemos al fin'. Traducción nuestra)
- de 1924, José María MARTÍNEZ CACHERO, catedrático y escritor español fallecido un 30 de junio de 2010.
En la Universidad de Oviedo se encargó del Servicio de Publicaciones y también fue Secretario de la Revista "Archivum", de la Facultad de Filosofía y Letras. Fue jurado en diversos premios literarios, destacando sus nueve años del Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Fue miembro Numerario del Real Instituto de Estudios Asturianos y correspondiente de la Real Academia Española.
Martínez Cachero cultivó tanto la crítica literaria periodística o de actualidad como la crítica universitaria o de investigación. Se dedicó, fundamentalmente, a tres campos de investigación:
1. Clarín y la novela realista española del siglo XIX.
2. La crítica y los críticos literarios de España.
3. La novela española a partir de 1939.
Otros autores y temas de su interés fueron Azorín, la Generación del 98 y la poesía española de postguerra.
Es también autor de un libro de recuerdos y memorias literarias Antes que el tiempo muera en nuestros brazos (2002) y Liras entre lanzas. Historia de la Literatura "Nacional" en la Guerra Civil (2009).
Sería fácil tarea la de componer doble nómina de novelistas españoles supervivientes de la Guerra Civil, integrada una por aquellos que a su término comenzaron a formar parte de la «España peregrina» (trasterrados o exiliados) y por quienes se quedaron en España, la otra. Muerto en 1938 el patriarca decimonónico Armando Palacio Valdés, fallecidos en 1936 Valle-Inclán y Unamuno, apartado voluntariamente del cultivo del género Ramón Pérez de Ayala, los nombres más antiguos del conjunto son los de los noventayochistas Pío Baroja y Azorín, quienes publicarán en los años 40 nuevos títulos narrativos que, a mi ver, no constituyen aportación sustancial a su prestigio. Mencionaré a narradores más y menos vinculados a la plenitud de la denominada «Promoción de El Cuento Semanal», de la que Eduardo Zamacois será su representante en el exilio y López de Haro, Insúa, Mata y Martínez Olmedilla algunos de los que dificultosamente superviven en actividad y estima dentro de España. José María Salaverría y Ricardo León mueren en seguida (1940 y 1943 respectivamente); Wenceslao Fernández Flórez y Concha Espina todavía conocen en los años 40 éxitos de alguna importancia -caso de El bosque animado, 1943; o del premio «Miguel de Cervantes» concedido en 1950 a Un valle en el mar, obra de la novelista santanderina-. Miembros de la Generación del 27, afectos a la estilística de los «Nova Novorum» o independientes en su humor y en su realismo tradicional, van a —450→ encontrarse, asimismo, ya en el exilio -Salinas, Jarnés, Francisco Ayala, Rosa Chacel o Salazar Chapela-, ya en España -caso de Miquelarena, Samuel Ros, Claudio de la Torre, Ledesma Miranda, José Ballester, Tomás Borrás, Pérez de la Ossa, González Ruano, Ximénez de Sandoval-2. Habrá que hacer algún día recuento debidamente circunstanciado pero mi objeto de ahora es otro: atender a los nombres nuevos, inéditos o muy poco difundidos hasta 1936; a los modos de llegada al público lector y a la situación editorial existente; así como a ciertas acogidas de la crítica. (Fragmento inicial de 'Novelistas jóvenes y panorama editorial en la década de los cuarenta')
- de 1926, Álvaro CEPEDA SAMUDIO, escritor y periodista colombiano. Citado un 12 de octubre, fecha de su fallecimiento en el 1972, publicó junto a Gabriel García Márquez, Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor Crónica, revista literaria y deportiva que apareció de 1950 a 1952. Fue editor del Diario del Caribe de 1961 a 1972. Como escritor, Cepeda Samudio es visto como uno de los grandes transformadores de la literatura colombiana en el siglo XX, alejándola del costumbrismo e imprimiéndole un estilo original, urbano y profundamente caribeño. Se destacan su libro de cuentos Todos estábamos a la espera (1954) y la novela La casa grande (1962). Fue integrante del Grupo de Barranquilla, y es considerado por la crítica como uno de los padres del boom latinoamericano.
Tal vez porque de niño me faltó todo, y en la casa de vecindad donde viví no había siquiera un trozo de madera con qué fabricar un juguete, fue por lo que adquirí la costumbre de aferrarme a los pocos objetos que durante esos años caían por casualidad en mis manos. El osito de cristal morado que encontré una vez en una calle alegre y al que le faltaba la cabeza, ha vuelto a mi memoria muchas veces en estos días. El osito era parte de mi vida y cuando mi padre lo pisó, recuerdo perfectamente ese momento pues todavía al pensar en el osito morado siento apretárseme la garganta, esperé por muchas veces a que llegara borracho y cuando eso ocurrió lo empujé con toda mi venganza desde lo alto de la escalera. Las personas no me impresionan tanto como los objetos y aunque he intentado muchas veces querer de veras a una mujer no lo he conseguido. En cambio las cosas me atraen, me seducen, con sus líneas iguales y esa sensación de seguridad, de inmutabilidad que emana de ellas. Yo soy un hombre normal y comprendo que esta costumbre mía de enamorarme de las cosas es malsana. Y he luchado para dominarme. Pero las cosas son más fuertes que las personas, no se dispersan como las personas y en su unidad son más fuertes que nosotros. (Inicio del cuento 'El piano blanco').
- de 1947, Jorge PAOLANTONIO, escritor argentino fallecido el 4 de julio del 2019. Fue profesor licenciado en Lengua y Literatura inglesa por la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó posgrado en Literaturas Contemporáneas en Stockwell College, Kent, y cursó el doctorado en Lenguas Modernas en la Universidad del Salvador. Becario del Fondo Nacional de las Artes Argentina y del Consejo para las Artes U.K. Ejerció la docencia a nivel terciario y universitario hasta 2008.
En julio de 2013 el Senado de la Nación lo distinguió "por su labor intelectual y su trayectoria multi-premiada" y en noviembre de 2015 le otorgó su máximo galardón: el Diploma "Senador Domingo Faustino Sarmiento".
Últimas publicaciones. Obra poética: fra spille e manoscritti/ entre manuscritos y alfileres - Diez poemas en folleto bilingüe italiano-español para el Festival della Letteratura di Milano, Italia, 2013. El avistador y otros poemas - Diez poemas en folleto para el Corredor Internacional de Poesía Abbapalabra 2013, realizado en México. Baus o la lenta agonía de las especies migratorias (2014) y Del orden y la dicha (segunda edición, 2014).
Teatro: "Un dios menor y otros monólogos" (2013), "El horrible crimen de la india Ynéz de Huayamba (1713)" (2014).
Narrativa: "Traje de Lirio/ Año de Serpientes" (novelas breves, 2014) y "La Fiamma, una vita da Opera", traducción al italiano de su obra publicada en 2012, de Elisabetta Marelli (2014), "Tigre, tigre y otros textos" (2016), "Los vientos de agosto" (2017).
Uno vuelve
por el espejo de la sala
sin ya mirarse
no sea que la infancia
vuelva con pulmotores de la polio
alcanfor
escapularios
quién no sabe
nos prometían algodones de azúcar
si dejábamos que Salk nos vacunase
poníamos nombres a las flores
poníamos apodos
a la vecina ronca
poníamos la oreja
cuando hablaban los mayores
éramos los hijos
ellos
los grandes que volvían del cine
con impermeable y sombreros y lilas parisinas
besos en la boca
bostezos en cinemascope
los hijos éramos
no veíamos la hora
de ser padres. ('Regresos', en la antología 'En este duro oficio', 2015)
Su temprana vocación por la escritura resultó en algunas publicaciones en francés. Luego publicará en español unos cuarenta títulos entre los que se destacan ciertos ensayos y varios libros de lectura, dedicados a la educación de la infancia argentina.
Delfina Bunge llevó cotidianamente un diario íntimo que terminó en dieciocho cuadernos manuscritos y cinco volúmenes escritos a máquina, casi diez mil páginas de un rico testimonio de la petite histoire de los argentinos de fines del siglo XIX y de comienzos del siglo XX.
Fue amiga personal de dos de las más grandes figuras intelectuales de la Argentina de su tiempo: Victoria Ocampo y Alfonsina Storni, quien le dedicó parte de su trabajo y tradujo sus poemas del francés.
«Nous qui savons la vie et la souffrance, / Femmes parlons enfin! / Offrons dans la douleur la fleur de la science, / Nous qui portons la vie éclose dans nos mains» (…) «L’homme n’a que la mort, nous avons la naissance, / Et le premier frisson» (…) «Au sacrifice obscur, au silence de mère / Qui donne à tous la vie, et sait après se taire… / —Femmes, ne parlons pas!— / Que pourraient ils comprendre à nos douleurs, hélas!» (Fragmentos de 'Femmes, parlons enfin')
"Nosotras que sabemos de la vida y el sufrimiento, / Mujeres, finalmente hablemos! / Oferezcamos en el dolor la flor de la ciencia, / Nosotras que llevamos la vida florecida en nuestras manos "(...)" El hombre no tiene más que la muerte, nosotras tenemos el nacimiento / Y la primera emoción "(...) "En el sacrificio oscuro, en el silencio de la madre / que da a todos la vida y sabe callar después... / -Mujeres, no hablemos! - / ¿Quiénes podrían entender nuestro dolor, por desgracia" (Fragmentos de 'Mujeres, hablemos al fin'. Traducción nuestra)