Muere en 2022, a los 91 años, el escritor Dominique LAPIERRE, autor de los superventas ‘La ciudad de la alegría’, ‘¿Arde París?’ y ‘Oh, Jerusalén’. (Fuente)
Su fama la debe principalmente a sus novelas El Jarama e Industrias y andanzas de Alfanhuí.
Junto a autores como Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Carmen Gaite y Alfonso Sastre, fue fundador y colaborador de la Revista Española. Todos ellos compartieron una poética realista que presentaba notables influencias del neorrealismo italiano.
Ferlosio es autor también de los relatos Y el corazón caliente (1961) y Dientes, pólvora, febrero (1961); posteriormente abandonó el género narrativo por mucho tiempo, durante el cual su contribución a la literatura española se limitó a su labor periodística y a sus ensayos.
Regresó a la narrativa con la novela El testimonio de Yarfoz (1986), un largo relato que se presenta inacabado sobre una civilización con una elevada competencia hidraúlica, en un territorio que el lector puede situar en la comarca probablemente legendaria de Mantua, entre Alcalá de Henares, Titulcia y Madrid. La novela fue finalista al Premio Nacional de Literatura, que finalmente recayó en Luis Mateo Díez por su obra La fuente de la edad.
Fallecido el 1 de abril de 2019, mostramos una acertada entrevista de ElPaís.com en su 90 cumpleaños:
https://elpais.com/cultura/2017/12/03/actualidad/1512328224_696887.html
Siempre estaba sentado de la misma manera: su espalda contra lo oscuro de la pared del fondo; su cara contra la puerta, hacia la luz. El mostrador corría a su izquierda, paralelo a su mirada. Colocaba la silla de lado, de modo que el respaldo de ésta le sostribase el brazo derecho, mientras ponía el izquierdo sobre el mostrador. Así que se encajaba como en una hornacina, parapetando su cuerpo por tres lados; y por el cuarto quería tener luz. Por el frente quería tener abierto el camino de la cara y no soportaba que la cortina le cortase la vista hacia afuera de la puerta.
—¿Me dejas que descorra la cortina? El ventero asentía con la cabeza. Era un lienzo pesado, de tela de costales.
Pronto le conocieron la manía y en cuanto se hubo sentado una mañana, como siempre, en su rincón, fue el mismo ventero quien apartó la cortina, sin que él se lo hubiese pedido. Lo hizo ceremonioso, con un gesto alusivo, y el otro se ofendió:
—Si te molesta que abra la cortina, podías haberlo dicho, y me largo a beber en otra parte. Pero ese retintín que te manejas, no es manera de decirme las cosas.
—Pero hombre, Lucio, ¿ni una broma tan chica se te puede gastar? No me molesta, hombre; no es más que por las moscas, ahora en el verano; pero me da lo mismo, si estás a gusto así. Sólo que me hace gracia el capricho que tienes con mirar para afuera. ¿No estás harto de verlo? Siempre ese mismo árbol y ese cacho camino y esa tapia.
—No es cuestión de lo que se vea o se deje de ver. Yo no sé ni siquiera si lo veo; pero me gusta que esté abierto, capricho o lo que sea. De la otra forma es un agobio, que no sabes qué hacer con los ojos, ni dónde colocarlos. Y además, me gusta ver quién pasa.
—Ver quién no pasa, me querrás decir. (Fragmento de 'El Jarama')
En el 2008 fue finalista en dos premios emblemáticos en la literatura en habla asturiana: el de temática general "Oficialidá" del concejo de Bimenes y el de erotismo "Arbidel" del concejo de Ribadesella.
Entre sus obras, el relato Xente de perende (2006) y ensayos como Galicia: una realidad ecológica diversa y compleja (2003) o L'añu la cris que naide nun quixo ver (El año de la crisis que nadie quiso ver, 2010), Ensayos desde la depresión. Asturias, Europa, globalización, cambio climático (2017), Avances y desafíos de la integración europea a 60 años del Tratado de Roma (2018), Yo soy de Quini (2019).
Se vinculó al grupo poético de "La Otra Sentimentalidad", corriente que en la poesía española contemporánea toma el nombre de su primer libro en conjunto, publicado en 1983, y en la que también participaron los poetas Javier Egea y Álvaro Salvador.
La poética del grupo queda reflejada sobre todo en ese breve libro y en menor medida en el opúsculo Manifiesto albertista (1982) de Luis García Montero y Javier Egea.
Su trayectoria personal se fue ampliando en lo que se fue conociendo más tarde como "poesía de la experiencia", que diluye el yo más personal en la experiencia colectiva.
Desde 1994 compartía su vida con la escritora Almudena Grandes, fallecida recientemente (R.I.P). Es director del Instituto Cervantes desde 2018.
Entre los galardones poéticos que ha obtenido destacan el Premio Adonáis de poesía en 1982 por El jardín extranjero, el Premio Nacional de Poesía en 1995 por Habitaciones separadas, y el Premio Nacional de la Crítica por La intimidad de la serpiente (2003).
En el año 2010 se le concedió en México el Premio Poetas del Mundo Latino, por su trayectoria.
Últimas obras: Habitaciones separadas (20 años sí es algo), 2014. Balada en la muerte de la poesía, 2016. Un lector llamado Federico García Lorca, 2016. A puerta cerrada, 2017. Las palabras rotas, 2019. Poesía y contrato social. Conversación en la frontera, 2020. No puedes ser así (breve historia del mundo), 2021. Un año y tres meses, 2022. Prometeo, 2022.
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...
Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento. (Aunque tú no lo sepas... )
De 1911 son sus primeros poemas ("espeluznantes", según posterior confesión de Salinas) publicados por Ramón Gómez de la Serna en su revista Prometeo.
Implicado en la creación de la Universidad Internacional de Verano de Santander (de la que sería secretario general entre 1933 y 1936), conoció en el verano de 1932 a una estudiante estadounidense, Katherine R. Whitmore, que sería luego profesora de lengua y literatura española en el Smith College (Northampton, Massachusetts). Ella fue la destinataria de su trilogía poética La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. Un rápido vistazo a sus libros de poesía revela ya que prefiere el verso corto y renuncia casi siempre a la rima. La aparente sencillez de sus versos hizo que Lorca les llamase prosías (según informó Vivanco).
Abrir los ojos. Y ver
sin falta ni sobra, a colmo
en la luz clara del día
perfecto el mundo, completo.
Secretas medidas rigen
gracias sueltas, abandonos
fingidos, la nube aquella,
el pájaro volador,
la fuente, el tiemblo del chopo.
Está bien, mayo, sazón.
Todo en el fiel. Pero yo...
Tú, de sobra. A mirar,
y nada más que a mirar
la belleza rematada
que ya no te necesita.
Cerrar los ojos. Y ver
incompleto, tembloroso,
de será o de no será,
—masas torpes, planos sordos—
sin luz, sin gracia, sin orden un mundo sin acabar,
necesitado, llamándome
a mí, o a ti, o a cualquiera
que ponga lo que le falta,
que le de la perfección.
En aquella tarde clara,
en aquel mundo sin tacha,
escogí:
el otro.
Cerré los ojos. ('Vocación')
- de 1964, Humberto ZARRILLI, poeta y pedagogo uruguayo nacido un 12 de diciembre de 1898.
se pusieron a jugar,
y al escondite jugaban
una tarde frente al mar.
El niño de ojos de cielo
quiso con ellos jugar;
fue a decírselo a la Luna,
escondida en el pinar.
Corre el niño hacia la Luna,
la Luna corriendo va,
y sólo se detenía,
cuando el niño, a descansar
- Espérame, Luna boba,
que no quiero hacerte mal.
Pero si el niño corría,
la Luna corría más.
Frente a un pozo se detiene
y, asomándose al brocal,
en el agua ve a la Luna,
que muy quietecita está.
-Esta vez, ¡oh, Luna mala!
no te podrás escapar.
El niño, para guardarla,
la tapa pone al brocal.
En esto, la madre inquieta
al hijo viene a buscar ...
En sus sueños vio a la Luna
toda la noche llorar.
Por la mañana temprano,
a la Luna fue a soltar,
pero en las aguas dormidas
la Luna no estaba ya.
- La luna se ahogó en el pozo;
yo fui el culpable, mamá.
Y su mamá le consuela
cuando al niño ve llorar. ('Romance del niño que ahogó a la luna')
,
Aunque el mayor volumen de su obra lo constituye su cuentística, también destacó en otros géneros: novela, ensayo, teatro, diario y aforismo.
En el año de 1994 (poco antes de su defunción) ganó el reconocido Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
En 1953, viajó a París para preparar una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona. Por entonces escribió su primer libro, Los gallinazos sin plumas, una colección de cuentos de temática urbana, considerado como uno de sus más logrados escritos narrativos.
Entre 1954 y 1956 estuvo en Múnich, donde escribió su primera novela, Crónica de San Gabriel que le hizo merecedor del Premio Nacional de Novela de 1960.
En 1973, se operó por primera vez de un cáncer pulmonar, provocado por su adicción al cigarrillo, y a raíz de lo cual recibió un largo tratamiento. Inspirado en esta experiencia, escribió un libro titulado Solo para fumadores.
Hacia el atardecer, cuando Matías y su mujer sorbían un triste té y se quejaban de la miseria de la clase media, de la necesidad de tener que andar siempre con la camisa limpia, del precio de los transportes, de los aumentos de la ley, en fin, de lo que hablan a la hora del crepúsculo los matrimonios pobres, se escucharon en la puerta unos golpes estrepitosos y cuando la abrieron irrumpió el doctor Valencia, bastón en mano, sofocado por el cuello duro.
-¡Mi querido Matías! ¡Vengo a darte una gran noticia! De ahora en adelante serás profesor. No me digas que no… ¡espera! Como tengo que ausentarme unos meses del país, he decidido dejarte mis clases de historia en el colegio. No se trata de un gran puesto y los emolumentos no son grandiosos pero es una magnífica ocasión para iniciarte en la enseñanza. Con el tiempo podrás conseguir otras horas de clase, se te abrirán las puertas de otros colegios, quién sabe si podrás llegar a la Universidad… eso depende de ti. Yo siempre te he tenido una gran confianza. Es injusto que un hombre de tu calidad, un hombre ilustrado, que ha cursado estudios superiores, tenga que ganarse la vida como cobrador… No señor, eso no está bien, soy el primero en reconocerlo. Tu puesto está en el magisterio… No lo pienses dos veces. En el acto llamo al director para decirle que ya he encontrado un reemplazo. No hay tiempo que perder, un taxi me espera en la puerta… ¡Y abrázame, Matías, dime que soy tu amigo!
Antes de que Matías tuviera tiempo de emitir su opinión, el doctor Valencia había llamado al colegio, había hablado con el director, había abrazado por cuarta vez a su amigo y había partido como un celaje, sin quitarse siquiera el sombrero. (Fragmento del cuento 'El profesor suplente')
- de 2010, Xabier LETE, poeta y cantautor español en lengua vasca, nacido el 5 de abril de 1944. En 1968 salió a la luz el primer poemario de Lete: Egunetik egunera orduen gurpilean (Día tras día en la rueda de las horas), que tiene referencia a la poesía social de Gabriel Aresti, sobre todo la recogida en Harri eta Herri (Piedra y Pueblo), y en ese sentido el de Oyarzun se sirvió de la palabra para denunciar las injusticias que vio a su alrededor.
En 1974 publicó Bigarren poema liburua (Segundo libro de poemas). En esta obra, Lete continuó analizando el rol del poeta, pero a comparación del anterior trabajo su poesía es más íntima.
Debido a la influencia de la filosofía existencialista de Francia el poeta dedicó un mayor espacio a la reflexión sobre la vida y la muerte. En el siguiente poemario, Urrats desbideratuak (Los pasos desviados, 1981; galardonado con el premio Ciudad de Irún), el cambio se mostraba de manera evidente. Además de endurecerse el idioma, los poemas eran fiel reflejo del pesimismo y de la desesperación. Una vez recuperado, Lete publicó su tercer poemario: Zentzu antzaldatuen poemategia (Poemario de los sentidos transmutados; 1992). Con dicha obra consiguió el premio de poesía Felipe Arrese Beitia otorgado por Euskaltzaindia (la Academia de la Lengua Vasca). Poco después, en una edición revisada, el poemario adopta el título de Biziaren ikurrak (Los símbolos de la vida).
En abril 2009 fue nombrado miembro electo de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras.
Adiskide bat bazen Era un amigo
orotan bihotz-bera, muchas veces de buen corazón
poesiaren hegoek las alas de la poesía
sentimentuzko bertsoek versos de sentimientos
antzaldatzen zutena. le cambiaban.
Plazetako kantari Cantador en las plazas
bakardadez josia, lleno de soledad.
hiltzen lihoa iruten Donde estas, en que prado
Bere barnean irauten pastor de Urepel
oinazez ikasia... subiendo por las laderas de las montañas
ikasia. te escapaste.
Nun hago, zer larretan Rota la valla
Urepeleko artzaina, liberaste la canción
Mendi hegaletan gora de todas las ataduras
oroitzapen den gerora de las fronteras de los cuerpos.
ihesetan joan hintzana. Intentando ser libre
lotura guztietatik nunca se pueden decir
gorputzaren mugetatik verdades tapadas
aske senditu nahirik. el grito mas fuerte...
fuerte...
Azken hatsa huela Donde estas, en que prado
bertsorik sakonena, pastor de Urepel
inoiz esan ezin diren subiendo por las laderas de las montañas
estalitako egien te escapaste.
oihurik bortitzena...
bortitzena.
Urepeleko artzaina,
Mendi hegaletan gora
oroitzapen den gerora
ihesetan joan hintzana. ('Xalbadorren heriotzean' Letra y traducción)