En esta fecha se conmemora el Día Internacional de las VÍCTIMAS de DESAPARICIONES FORZADAS
Es motivo de especial preocupación:
-el acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada;
-el uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones;
-y la todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición forzada.
Debe prestarse también especial atención a los grupos de personas especialmente vulnerables, como los niños y las personas con discapacidad (ONU). Como ejemplo patente está la reivindicación de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina.
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Fue director del Teatro Del Pueblo desde el 20 de marzo de 1931 hasta su muerte, un 15 de marzo de 1975.
Figura de la izquierda independiente argentina, era conocido como el hombre de la campana debido a que salía con una a llamar al público. Participó del Boedo y del movimiento fundador de los teatros independientes.
Entre sus obras: Pájaros negros (cuentos, 1946), La flor; Cuentos de hadas; La mesa -Editorial Puma- (cuentos, 1954), Cuentos del hombre que daba de comer a su sombra (cuentos, 1957), Primer cielo de Buenos Aires (novela, 1960), Nuevos cuentos (cuentos, 1961), De espaldas a la luna (novela, 1964), Oda al Paraná (verso, 1966), Canción de cuna (verso, 1966), Novela (novela, 1967), Lengua de pájaro (verso, 1967), Aunque llueva ... (novela, 1970), Un señor de Levita (Novela de Barrio Norte) (novela, 1972).
Trajeron agua del río, y se lavó, despacio.
—Mire, Adelina, déme una camisa limpia —dijo con voz ahogada—, quiero irme decente.
La mujer le anudó el pañuelo al cuello y le peinó el cabello largo alrededor de las orejas.
—Bueno; me voy —dijo con una exhaltación ahogada—. Tráigame el rebenque grande, ¿quiere?
Los ojos, chiquitos, con un anillo de agua en la pupila, brillaron agudos por un instante.
—Bueno; me voy —repitió, ensimismado.
La mujer se movió; fija la mirada triste, las manos, cruzadas sobre el vientre.
—Bueno; me voy —tornó a decir, y agregó con cierta firmeza: —Déjela entrar nomás a la Elenita.
La muchacha entró, demudada. Quedó inmóvil junto a su padre y gruesas lágrimas empezaron a mojarle la cara.
—¿Por qué llora, pues? —dijo él suavecito—. Enjúguese. Acéquese a besar a su padre. No pierda el tiempo. Ya tendrá ocasión de llorar. Béseme de una vez y hágalo entrar al Emilio.
La separó despacito de su rostro y la muchacha salió, hipando.
Afuera se detuvo frente a su hermano y a su madre y dijo, aspirando las sílabas:
—¡Se va! (Fragmento de 'La partida', cuento recogido en "La flor y otros cuentos").
Hija de la también periodista Josefina Carabias, nació en París al estar su madre exiliada en la capital francesa desde la Guerra Civil Española. Su padre, socialista y republicano, permaneció en prisión por el régimen franquista hasta 1944, año en que toda la familia se reunió en Madrid. Diez años después se fueron a vivir a Estados Unidos, donde su madre era corresponsal del diario Informaciones. En la Universidad de Georgetown estudió Ciencias Políticas, graduándose en 1958.
Al inicio de la década de 1960, instalada en París, comenzó a publicar en distintos periódicos. Después de pasar por Argentina, se estableció en España en 1971. Su actividad periodística se centró en el nuevo y exitoso semanario antifranquista, Cambio 16, del que fue cofundadora. También publicó en otras revistas, guiones para cine y en la edición dominical de El País.
Su última novela, Fin de Fiesta, fue una despedida de sus lectores, donde trataba del envejecimiento. Murió en Madrid por un cáncer de pulmón.
Entre sus obras: La costilla asada de Adán (1996), Cortados, solos y con (mala) leche (1999), Fin de Fiesta (2001), Tirar a matar (2001, inacabada), Tres mujeres [volumen que reúne sus tres primeras novelas Cómo ser mujer y no morir en el intento (1990), Cómo ser infeliz y disfrutarlo (1991) y Cuernos de mujer (1992)]
Mi vida es bastante complicada. Tengo tres hijos y tres maridos. Siempre me dijeron las brujas y
echadoras de cartas que mi número mágico era el tres. Aunque no sé muy bien qué tiene de mágico mi tercer marido, por ejemplo, que es este señor que está tumbado en la hamaca de la playa próxima a la mía y emite ronquidos sin preocuparse del qué dirán.
Claro que en esta playa demencial nadie se preocupa de nadie. Yo no quería venir a Marbella este año y menos en agosto. Alguien debería tomar una decisión definitiva con respecto a este mes: eliminarlo del calendario o quizá modificar el sistema de enseñanza, de forma que el colegio de los niños empezara en junio y nadie pudiera irse de vacaciones en agosto.
Casi todo lo que sucede en dicho mes es malo, incluido mi cumpleaños, que es el día 30. Cada día resulta más corto que el anterior. Cuando no hace calor tórrido, sopla el viento o se desencadenan tormentas increíbles. Para mí lo peor es lo segundo. El viento me vuelve mucho más loca de lo que mi marido y ex maridos dicen que estoy. Y si realmente estoy tan pirada es por culpa de ellos y del viento. A mi perra Ada también le destroza la moral.
(Fragmento de 'Cómo ser mujer y no morir en el intento')
Fallecidos en esta fecha
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Desde muy joven se dedicó a componer obras de ficción y publicó algo más de 80 relatos una vez hubo terminado sus estudios medios, en 1934.
Funcionario como su padre, estuvo trabajando en el Ministerio de Asuntos Religiosos entre 1939 y 1954. De aquel tiempo quedaron inconclusas obras como La maldición de Ra (1939), Radophis la cortesana (1943) y La batalla de Tebas (1944).
Entre 1956 y 1957 su obra Trilogía de El Cairo (integrada por las novelas Entre dos Palacios, Palacio del deseo y La Azucarera) se publica con gran éxito durante una época de grandes cambios sociales y políticos que se dieron en Egipto después del derrocamiento de la monarquía en 1952. El régimen egipcio le publica por entregas en un periódico semioficial la novela que aparecería como libro en Beirut en 1967: Hijos de nuestro barrio. En la actualidad dicha obra está vetada en su país.
La concesión en 1988 del Premio Nobel de Literatura, propiciaría su fama mundial y lo elevaría a la consideración de «padre de la prosa árabe».
Otras obras: Las codornices y el otoño (1962), La ausencia (1964), El mendigo (novela corta, 1965), Veladas del Nilo (1966), Akhenatón: el rey hereje (novela histórica, 1985), El día que mataron al líder (novela, 1985).
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Otras obras: Las Ramblas acaban en el mar, en francés (Les Ramblas finissent à la mer), 1953, que le supuso el veto franquista por el que no pudo regresar a España durante largo tiempo, y la biografía autorizada del rey publicada en 1991.
Hoy empiezo una nueva libreta negra de las llamadas «de la abuela». Para los que no hayan leído La cruda y tierna verdad, el primer lomo de mis memorias no autorizadas, les diré que un día, siendo yo todavía muy jovencito, mi abuela Dolores me regaló una libreta negra de hule y me dijo: «A usted, que un día acabará siendo un escritor — mi abuela me llamaba siempre de usted por razones que ya he explicado anteriormente— , le será muy práctico anotar en unas libretas como ésta todo lo que de interesante le haya ocurrido durante el día. No pretendo que escriba usted un diario, eso es cosa de mujeres, pero sí que tome notas que apuntalen su memoria cuando un día le falle, que, no lo dude, le fallará. Tome nota sobre todo de los nombres de las personas a las que haya oído decir algo inteligente.
No olvidar esos nombres es importante porque llega un momento en que, con la edad, muchos nombres se olvidan y sólo se recuerdan los de los imbéciles que son desgraciadamente los que más impresionan.
Anote también los nombres de sus muertos porque éstos sólo mueren de verdad cuando nos olvidamos de ellos». (Fragmento de 'La rosa, la corona y el marqués rojo').
En 1957 marchó a Belfast para estudiar literatura en la Universidad Queen, donde impartió clases entre 1966 y 1972 antes de dedicarse por entero a la literatura. Heaney, católico irlandés, se vio muy afectado por la violencia entre católicos y protestantes en el Úlster, y decidió trasladarse a Dublín en 1972.
La poesía de Heaney, desde sus comienzos en Muerte de un naturalista (1966), está anclada en los contextos físicos y rurales de su infancia. A medida que se desarrolla su obra, esos escenarios se convierten en el foco de una búsqueda arqueológica de los mitos e historias que han contribuido a configurar la violenta situación política de Irlanda del Norte, que sólo ha tratado abiertamente en Norte (1975).
Otros libros suyos son: Puerta a las tinieblas (1969), Huyendo del invierno (1972), Trabajo de campo (1979), Isola stazione (1984), La linterna del espino (1987) —que contiene un soneto -secuencia de elegías a la muerte de su madre—, Viendo cosas (1991), elegías a su padre, El nivel espiritual (1996, premio Whitbread), Luz eléctrica (2001). Seamus publicó en 2000 una traducción al inglés moderno del poema épico anglosajón Beowulf que se convirtió en un auténtico best seller en el Reino Unido y en Estados Unidos y por la que recibió nuevamente el premio Whitbread. También ha escrito diversos ensayos de crítica literaria: Preocupaciones (1980) y Gobierno de la lengua (1988).
La tensión y la nada ciñen aquel espacio
cuando el coche para en el camino, las tropas revisan
modelo y chapa y, mientras uno de ellos asoma la cabeza
por tu ventanilla, te das cuenta de que hay más
en una colina distante, apuntando fijo con fusiles amartillados
que te mantienen bajo control
y todo es pura interrogación
hasta que alguien mueve el rifle y uno acelera
con fingida despreocupación.
Un poco más vacío, un poco gastado,
como siempre, por ese estremecimiento del yo,
sojuzgado, sí, y obediente.
De modo que sigues manejando hasta la frontera de la escritura
donde vuelve a suceder. Los fusiles en los trípodes;
el sargento con el transmisor repitiendo
tus datos, esperando para darte paso;
el francotirador, como un halcón
apuntándote incómodo por el sol.
Y de pronto te dejan seguir, acusado pero libre,
como si hubieras pasado desde atrás de una cascada
a la corriente negra de una ruta de asfalto
dejando atrás carros blindados, por entre soldados apostados
que se reflejan como sombras de árboles contra el parabrisas lustrado
y se alejan. ('Desde la frontera de la escritura').
A lo largo de su extensa y fecunda carrera profesional trabajó en Televisión Española, Cadena SER radio, dirigió los periódicos Diario de Barcelona (1973 - 1974) y Nuevo Diario (1975 - 1976), fue cofundador de Antena 3 radio y TV y director general hasta su dimisión en julio de 1992 cuando el grupo accionarial mayoritario del empresario Javier Godó vendió su participación a Prisa.
En los siguientes años pasó a colaborar con la Cadena COPE, Onda Cero y Punto Radio sucesivamente y fue columnista de ABC hasta pocas semanas antes de su muerte.