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Relacionado sin duda con el que aconseja "
Donde fueres haz lo que
vieres", este refrán en mi opinión esconde sin embargo una paradoja, porque se
suele decir irónicamente cuando alguien carece de opinión propia, se
deja llevar y por ese motivo acaba en algún lío. Es decir, se le tilda de tener poca personalidad y capacidad de decisión.
Por
otra parte, no deja de ser un buen consejo si se toma en su sentido
literal, ya que, por ejemplo, a la hora de elegir un restaurante, el que
esté más concurrido que otro normalmente quiere decir que cumple las 3
B: "bueno, bonito y barato" :) o, lo que es lo mismo, no somos tan diferentes, y si algo gusta a muchos... por algo será.
No obstante, ese eslogan humorístico de "miles de moscas no pueden equivocarse" también tiene su parte de razón... Así, pues, ¿qué es mejor? ¿Seguir nuestro propio criterio?... ¿dejarse llevar por la mayoría?.
Una vez más nos encontramos con un dilema: una doble interpretación para tomar
la que corresponda según el momento o la situación.
1.- Ante la duda, elige lo más solicitado por los demás, o
2.- Hay que mantener la propia opinión y no dejarse llevar.
Particularmente, es opinión de quien esto escribe que es mejor equivocarse y rectificar por una decisión personal que por haberse dejado llevar... Opiniones hay para todos los gustos.
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Como en otras ocasiones, son muchas las
referencias literarias . En este caso, aquellas en las que los protagonistas se ven envueltos en
algo que les sobrepasa, que apenas entienden, pero que les arrastra
poderosa e irremisiblemente hacia un destino que nunca hubieran previsto
ni deseado.
Suele suceder, sobre todo,
en los movimientos de masas, en los que individualmente cada personaje
jamás se hubiera involucrado, pero "el rebaño", la fuerza gregaria, los
arrastra sin que aparentemente puedan evitarlo. De esto, y de otras
características del ser humano enfrentado a algo superior trata "Dime
quién soy" de Julia Navarro.