"Ver la
botella medio vacía"
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Ante
una misma realidad, siempre hay dos maneras de enfrentarse a ella:
La
optimista, la que ve en la botella aún la mitad de su contenido (medio
llena) y lo que queda por disfrutar; y la pesimista, la que ve lo que ya
no está, lo que se ha bebido (medio vacía) y ya no se podrá degustar.
Así
sucede ante cualquier situación en la vida, y por ello se suele decir
figuradamente esta sentencia cuando una persona está con el ánimo
bajo, deprimida y sin ilusión para ver el lado positivo, el rayo de
esperanza al que agarrarse para salir de ahí.
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Tenemos un genial ejemplo de
optimismo en el personaje, a veces iluso y en ocasiones difícilmente
creíble, de la exitosa película "La vida es bella" ("El niño con el
pijama a rayas" de John Boyne, muestra la otra mitad).
Pero estamos de suerte los que
vivimos en Madrid: el indiscutiblemente genial actor Rafael Álvarez, "el
Brujo", capaz por sí solo de llenar un escenario y establecer una
complicidad con él mientras dura la obra (he tenido el placer de verle
como el Lazarillo y el Quijote), en gira desde Octubre del 2009, fecha
de su estreno, representa en el Teatro Infanta
Isabel, "El Testigo", de Fernando Quiñones (relato corto incluido en
"Nos han dejado solos") en torno a la figura del cantaor flamenco -no se les suele denominar cantantes-, Miguel
Pantalón.
En el escenario, tres mesas de
taberna con botellas de fino
siempre medio vacías como una metáfora de la vida misma del cantaor...
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