Se conmemora el Día Mundial de la TARTAMUDEZ y el Día Internacional de la OSCILACIÓN .
- de 1870, Ivan ALEKSEYEVICH BUNIN, escritor ruso, premio Nobel de Literatura en 1933.
Entre sus muchas obras destacan: Caída de la hoja (1901, versos), Manzanas (1900), La aldea (1910), cuadro sombrío y deprimente de la vida campesina en Rusia; El sequedal (1911), El amor de Mitia (1925), La vida de Arséniev (1930 ) y Alamedas oscuras (1943, colección de cuentos).
Corría ya en Isvali el segundo invierno en que Liubka trabajaba como criada de la casa de los señores Panin, cuando Ignat entró a servir allí de pastor. Iba éste a cumplir veintiún años, y veinte la muchacha. Ignat procedía de una casa pobre de Chesmensk, aldea que formaba parte de Isvali, y Liubka era oriunda de la aldehuela vecina de Shatilovo. Ignat no recordaba a su madre; Liubka, por lo contrario, no conocía a su padre. La madre de la muchacha, pordiosera, vagaba por la provincia en compañía de unos mendigos ciegos. Decíase de Liubka que era hija natural del propietario de Shatilovo, y que ésa era la razón por que había pasado su niñez en la casa señorial. Y debido a esa circunstancia, cuanto más pensaba el pastor en la muchacha, cuanto más impresionado se sentía por su belleza, tanto más tímido, sombrío y callado se tornaba y tanto más cavilaba.
Reflejábanse en los ojos negros y brillantes de Liubka franqueza y serenidad insolentes. Tranquila y hábilmente robaba perfumes y jabón de su señora, la cual era viuda, de aspecto majestuoso y de cabellos canosos, y a la que le gustaba fumar cigarrillos perfumados. A veces Liubka mostrábase vivaz e ingenua, pareciendo más joven de lo que era; otras veces se le podía dar muchos más años, pues adquiría de pronto el aspecto de persona que había vivido mucho. Además, sus senos estaban bien desarrollados, como los de una mujer madura.
Tendría catorce años poco más o menos cuando el anciano Sibin, subprefecto de Shatilovo, la violó. Ahora Liubka se divertía con los señoritos de Panin, sin que abrigase amor por ninguno de ellos. (Fragmento del cuento 'El pastor').
En 1949, con treinta y seis años, se trasladó al Reino Unido con el hijo pequeño dejando en Sudáfrica con su padre a los mayores. Instalada en Londres, publicó Canta la hierba (1950) y militó en el Partido Comunista Británico entre 1952 y 1956; participó en campañas contra las armas nucleares y criticó ásperamente el régimen del apartheid sudafricano. Pero la revelación de los crímenes del estalinismo le hizo abadonar definitivamente el partido en 1954; expuso su desencanto político en su libro Retreat to innocence (1956). Tras su gran éxito con la novela feminista El cuaderno dorado, de 1962, siguió escribiendo narrativa y despertó su gran interés por el sufismo, al cual conoció a través de su maestro y amigo Idries Shah. El libro de de George Gurdjieff, Del todo y todas las cosas también resultó una influencia particularmente en su obra de ciencia ficción Canopus en Argos. Su salud se deterioró tras sufrir varios derrames cerebrales, de forma que no pudo ya viajar, y falleció en Londres el 17 de noviembre de 2013 a los 94 años.
Crónica de nuestro enviado especial . Mary Turner, esposa de Richard Turner, un granjero de Ngesij fue hallada muerta, víctima de asesinato, en la veranda de su casa ayer por la mañana. El criado, que ha sido arrestado, confesó ser el autor del crimen. No se ha descubierto ningún móvil. Se cree que buscaba objetos de valor.
El periódico no decía mucho. Gentes de todo el país debieron leer la noticia y su titular sensacionalista sintiendo un arrebato de cólera y algo parecido a la satisfacción, como si vieran confirmado un convencimiento, como si se tratara de algo que ya era de esperar. Esto es lo que sienten los blancos cuando los nativos roban, asesinan o violan.
Y luego debieron volver la página.
Pero los habitantes del «distrito», los que conocían a los Turner, ya fuera de vista o por haber chismorreado acerca de ellos durante largos años, no volvieron la página con tanta rapidez. Muchos debieron recortar el párrafo para guardarlo entre cartas viejas o entre las páginas de un libro, conservándolo quizá como un presagio o una advertencia y mirando el trozo de papel amarillento con semblantes inexpresivos y enigmáticos. (Fragmento inicial de 'Canta la hierba').
Editó el CD Mi propia lengua, que fue musicalizado por Fernando Samalea, y en 2011 el álbum Giro hondo, sobre textos de Girondo, con la participación de León Gieco y Luis Gurevich.
Yo
también quería,
hacer un poema como esos que hacen los grandes poetas.
Yo quería bordar los pliegues del amor y sacarlo del fango en el que la especie manda.
Yo quería volver a pintar los colores con el sesgo arborescente que preña el universo de las letras.
Yo quería reponer las palabras, peldaños para
ir y volver y volar…
volar
hacia lo más alto,
de lo alto,
de lo alto,
en un clima
de ascensión
jubilosa
y radiante,
para abarcar
desde una mirada
rasante todo lo existente,
lo soñado,
lo por soñar.
Y el
devenir de el devenir, el porvenir.
Siempre soñé́ despierto fabricar un poema contundente,
exquisito,
arrollador,
apasionante,
demoledor,
fantástico,
lleno de fuego
y nieve,
un poema
curador. (Un poema curador, de 'Poema menos uno').
Sus Episodios republicanos incluyen: El escándalo del estraperlo (2020), Las elecciones de febrero de 1936 (con Íñigo Palencia, 2021) , La conspiración (2021), El alzamiento (2021), El asedio de Madrid (2021).
Me jode ir al Kronen los sábados por la
tarde porque está siempre hasta el culo de gente. No hay ni una puta
mesa libre y hace un calor insoportable. Manolo, que está currando en la
barra, suda como un cerdo. Tiene las pupilas dilatadas y nos da la
mano, al vernos.
-Qué pasa, chavales. ¿Habéis visto el partido, troncos? -pregunta.
-Una puta mierda de equipo. Del uno al once, son todos una mierda -dice Roberto.
-Me han jodido el baño en Cibeles, tronco. Si esto sigue así, acabaré haciéndome del Atleti. A ver, ¿qué queréis?
Pillamos un mini y unas bravas.
Roberto
echa una ojeada a nuestro alrededor para ver si Pedro ha llegado.
Luego, mira su reloj y dice: joder con el Pedro, desde que tiene novia
pasa de todo el mundo.
- ¿Hemos quedado con alguien más? -pregunto.
- Sí. Con Fierro, Raúl y con Yoni.
- ¿Quién es Yoni?
-Un
amigo de Raúl. Un tío guay, nada que ver con el pesado de Raúl. Allí en
Marbella, en Semana Santa, nos lo pasamos de puta madre con él. (Fragmento inicial de 'Historias del Kronen')
Fallecieron en esta fecha
Fundó y dirigió no menos de nueve revistas de poesía. En 1989 recibió el Premio de las Letras de Castilla y León y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. La Academia Castellano Leonesa de Poesía le entregó en el año 2000 un premio por el conjunto de su obra y en abril de 2002, pocos meses antes de su muerte, publicó su último libro Claro decir, Canto a la vejez.
Durante la guerra civil comienza una serie de poemas amorosos que publica en 1942 bajo el título de Espesa rama. En 1957 publica Vuela pluma, bajo la influencia juanramoniana, en 1966 reúne su poesía religiosa en Cinco preludios. En 1969 aparece el último libro de esta etapa, Textos económicos. Continúa en 1970 con uno de los libros claves de la poesía experimental española, Solar, al que le siguen Poema (1972), Hombre, Canción (1973), Octaedro mortal o reloj de arena (1973), formando lo que el autor denomina Agujeros para la poesía. El crítico Antonio Piedra reunió en 1994 su obra vanguardista en la colección Siyno sino.
Solitario campo.
Me encuentro conmigo.
Soy mi descampado.
Solitario cielo.
Me encuentro conmigo.
Soy mi desanhelo.
Solitario alud.
Me encuentro conmigo.
Soy mi multitud. ('Ausencia', de Versos para distraerme, 1982)
Entre sus obras: Páramo de sueños (1940), Imágenes desterradas (1948), Palabras en reposo (1956), Los momentos críticos (ensayos, 1987) y En la orilla del silencio y otros poemas en la voz del autor (CD, 1997).
Los cuerpos se recuerdan en el tuyo:
su delicia, su amor o sufrimiento.
Si noche fuera amar, ya tu mirada
en incesante oscuridad me anega.
Pasan las sombras, voces que a mi oído
dijeron lo que ahora resucitas,
y en tus labios los nombres nuevamente
vuelven a ser memoria de otros nombres.
El otoño, la rosa y las violetas
nacen de ti, movidos por un viento
cuyo origen viniera de otros labios
aún entre los míos.
Un aire triste arrastra las imágenes
que de tu cuerpo surgen
como hálito de una sepultura:
mármol y resplandor casi desiertos,
olvidada su danza entre la noche.
Mas el tiempo disipa nuestras sombras,
y habré de ser el hombre sin retorno,
amante de un cadáver en la memoria vivo.
Entonces te hallaré de nuevo en otros cuerpos.
( Elegía del marino, de "Amor entre ruinas")