Según aconseja la RAE, cuando la enumeración es completa o exhaustiva, el último elemento va introducido por una conjunción (y, e, o, u, ni), delante de la cual no debe escribirse coma:
Es un chico muy reservado, estudioso y de buena familia.
No le gustan las manzanas, las peras ni los plátanos.
¿Quieres té, café o manzanilla?
Es un chico muy reservado, estudioso y de buena familia.
No le gustan las manzanas, las peras ni los plátanos.
¿Quieres té, café o manzanilla?
Si la enumeración es incompleta y se escogen solo algunos elementos representativos, no se escribe conjunción alguna ante el último término, sino coma. La enumeración puede cerrarse con etcétera (o su abreviatura etc.), con puntos suspensivos o, en usos expresivos, simplemente con punto:
Acudió toda la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.
Estamos amueblando el salón; hemos comprado el sofá, las alfombras, la lámpara...
Todo en el valle transmite paz: los pájaros, el clima, el silencio.
Estamos amueblando el salón; hemos comprado el sofá, las alfombras, la lámpara...
Todo en el valle transmite paz: los pájaros, el clima, el silencio.
Se separan mediante comas los miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado. Al igual que en el caso anterior, si el último de los miembros va introducido por una conjunción (y, e, o, u, ni), no se escribe coma delante de ésta:
Llegué, vi, vencí.
Estaba preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.
No te vayas sin correr las cortinas, cerrar las ventanas, apagar la luz ni echar la llave.
Estaba preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.
No te vayas sin correr las cortinas, cerrar las ventanas, apagar la luz ni echar la llave.
Uso de la conjunción "NI".
Dicha conjunción se usa como sinónimo de 'y+no ' o 'tampoco ' y siempre al final de la enumeración tras una o varias negaciones:
No olvides el jabón, la toalla, el peine ni el champú.
Salió bastante mal del accidente: no habla ni conoce.
Es usado también en expresiones coloquiales expresivas como: ¡Ni lo sueñes!, ¡Ni se me ocurriría pensar eso!; Ni siente, ni padece; etc.
Evitar la reiteración es aconsejable en todos los campos del lenguaje, sin embargo, es obligatoria si los segmentos conectados preceden al verbo:
Ni las prohibiciones, ni los halagos, ni las explicaciones hacen que modifique su conducta.
No debe ser usado en construcciones en las que el primer término es afirmativo y el segundo negativo: en ese caso se utiliza y no en lugar de ni.
Están descontentos, protestando por ello y no les falta razón.
Ejemplos de usos del "NI".-
1. Entre comas:
Podría alegarse retrospectivamente que Stalin no era, ni mucho menos, el primer candidato en el que se habría pensado para este papel. (Amis 2004: 119).
No había ira en su voz, ni apenas reproche, sólo cansancio (R. Zafón 2003: 93).
Son todas estas —y otras— preguntas a las que no se ha podido, ni tal vez se podrá nunca, dar una respuesta teóricamente aceptable (Porto Dapena 2002: 135).
2. Rayas (guiones)
La recuperación de la España plurilingüe, o mejor, del concepto de lenguas “propias”, “nacionales”, definitorias de una comunidad (catalana, vasca, gallega, valenciana…), no es sólo —ni siquiera principalmente— obra de la lucha contra el régimen de grupos liberales, progresistas o de izquierdas (anecdóticos durante la dictadura en unos casos, duramente reprimidos en otros), ámbitos donde, antes de 1939, no hubo defensores de las lenguas como símbolos nacionales […] (Lodares 2002: 36-37).
La mayoría de los métodos [de lectura] utilizados en las escuelas no han tenido en cuenta —ni lo tienen todavía— este aspecto tan básico (Correig 2000: 132)
Quien investiga no debe ignorar —ni borrar ante los demás— sus puntos de vista previos, los criterios teóricos y metodológicos de los que parte, su manera de entender los problemas que aborda, así como los sentimientos y los cambios que la propia investigación le hace experimentar (Calsamiglia y Tusón 2002: 355).
En los ejercicios de tiro que hicimos en Montjuïc, no acerté ninguna diana —ni por casualidad— (Pla 1999: 475).
No es mi intención presentar ahora —ni nunca— un Balmes vulgar, comerciante y adocenado, sino la de presentar a un Balmes completo (Pla 1999: 217).
La frase se hizo en seguida célebre y le abrió una serie de puertas que no se le han cerrado —ni es posible que se le cierren— nunca más (Pla 1999: 216).
3. Paréntesis
Salió bastante mal del accidente: no habla ni conoce.
Ni las prohibiciones, ni los halagos, ni las explicaciones hacen que modifique su conducta.
En conclusión, vemos que su uso es como conjunción o adverbio, siempre negativo; y que su uso repetitivo en una misma cláusula, implica el destacar dicho aspecto negativo.
Ejemplos de usos del "NI".-
No había ira en su voz, ni apenas reproche, sólo cansancio (R. Zafón 2003: 93).
2. Rayas (guiones)
La recuperación de la España plurilingüe, o mejor, del concepto de lenguas “propias”, “nacionales”, definitorias de una comunidad (catalana, vasca, gallega, valenciana…), no es sólo —ni siquiera principalmente— obra de la lucha contra el régimen de grupos liberales, progresistas o de izquierdas (anecdóticos durante la dictadura en unos casos, duramente reprimidos en otros), ámbitos donde, antes de 1939, no hubo defensores de las lenguas como símbolos nacionales […] (Lodares 2002: 36-37).
La mayoría de los métodos [de lectura] utilizados en las escuelas no han tenido en cuenta —ni lo tienen todavía— este aspecto tan básico (Correig 2000: 132)
Quien investiga no debe ignorar —ni borrar ante los demás— sus puntos de vista previos, los criterios teóricos y metodológicos de los que parte, su manera de entender los problemas que aborda, así como los sentimientos y los cambios que la propia investigación le hace experimentar (Calsamiglia y Tusón 2002: 355).
En los ejercicios de tiro que hicimos en Montjuïc, no acerté ninguna diana —ni por casualidad— (Pla 1999: 475).
No es mi intención presentar ahora —ni nunca— un Balmes vulgar, comerciante y adocenado, sino la de presentar a un Balmes completo (Pla 1999: 217).
La frase se hizo en seguida célebre y le abrió una serie de puertas que no se le han cerrado —ni es posible que se le cierren— nunca más (Pla 1999: 216).
No le recomiendas (ni le deseas) a nadie el hecho de ser autodidacta (Monterroso 1990: 93).
En el proceso los científicos no descubrirían ni inventarían nada (ni siquiera los mismos instrumentos) (Bunge 2000: 289).
Ya no hubo más soplones acercándose al buzón del campo con denuncias, nadie dio más nombres a los guardianes (ni siquiera bajo coacción violenta) (Amis 2004: 276).
Y aunque me descubro ante la fuerza y limpieza de los relatos y novelas de Dashiell Hammett (sobre todo, La llave de cristal), y no desdeño la obra de Cornell Woolrish ni la de Ross MacDonald (ni siquiera desdeño la de Jim Thomson, Hadley Chase o Chester Himes, entre quienes me vienen ahora a la memoria), y aunque admiro las novelas de Patricia Highsmith y la habilidad de P. D. James, el autor que me rindió fue Raymond Chandler (Puértolas 194).
4. Con punto y coma y con punto
Hoy, ni a nadie se le ocurriría pronunciar esta clase de discursos, ni parece probable que, de pronunciarlo, lograse hacer surgir un solo voluntario. Ni aquí ni en ningún país occidental (Goytisolo 2002: 142)
Pero saber estas tres cosas no me ha valido de nada. Ni me vale (Chabás 1998: 190).
Me dijo que volvería , pero no le he vuelto a ver por aquí. Ni ganas (R. Zafón 2003: 141).