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viernes, 28 de septiembre de 2012

37.- "No hay manjar que no empalague, ni vicio que no enfade"

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La palabra "manjar", del catalán antiguo o del provenzal (mangare = comer) pasó a referirse a:

2. m. Comida exquisita.

3. m. Recreo o deleite que fortalece y da vigor al espíritu.

 Del mismo modo, el "vicio" se usa comúnmente como:

5. m. Defecto o exceso que como propiedad o costumbre tienen algunas personas, o que es común a una colectividad.

6. m. Gusto especial o demasiado apetito de algo, que incita a usarlo frecuentemente y con exceso.

 Ambos vocablos, pues, hacen referencia a elementos o momentos que pueden hacer más agradable la vida de una persona en frases como : Es un exquisito manjar o el más actual: (alguien o algo) "está de vicio".

 Pero el ser humano es inconstante y como nos indican otros proverbios como "lo poco gusta y lo mucho cansa", o "lo bueno, si breve, dos veces bueno", de nuevo se encierra una gran verdad:

 Lo que se tiene normalmente y en abundancia causa hastío y aburrimiento. Y es que, como somos así, no sabemos valorar algo hasta que se pierde.

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 Aunque tiene muchas otras connotaciones, recomiendo la lectura de la obra de Henri Nouwen titulada: “El Regreso del Hijo Pródigo, meditaciones ante un cuadro de Rembrandt” 

 ©"De abuelos a nietos". Mª A. Navarro