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Sabemos que el santoral y personajes bíblicos son muy citados en nuestro refranero. En este caso se nos cuenta que la santa en cuestión, Santa Rita de Cascia, abogada de los imposibles, fue recriminada así por una muchacha que le pedía novio. Al parecer hubo pretendiente, pero desapareció pronto.
Así pues, podemos escuchar esta recriminación (claramente opuesta a la más resignada - atribuida al paciente Job- : él (el Señor) me lo dio, él me lo quitó...) cuando se reclama la devolución de aquello que hemos dado o prestado.
Tengamos en cuenta también, con relación a esto de los regalos y préstamos, que el refranero nos avisa: "lo olvidado, ni agradecido ni pagado"; por tanto, cuando nos sintamos generosos, mejor no esperar nada a cambio "haciendo el bien, sin mirar a quién". Seguro que nos llevaremos así menos decepciones.
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