lunes, 8 de noviembre de 2010
José Saramago.- "El evangelio según Jesucristo"
Suscribo punto por punto el comentario que LUCIANA STEGAGNO PICCHIO, hace sobre él, por lo que me limito a copiarlo y a aconsejar su lectura, tanto para creyentes como para no creyentes.
Sabemos que Saramago era irreverente, pero esta profundización en la figura de Jesucristo, origen involuntario de la Iglesia cristiana, se hace desde el respeto, poniéndose en la piel del protagonista como hombre abocado a una misión que no ha elegido.
“El Evangelio según Jesucristo” responde al deseo de un hombre y de un escritor de excavar hasta las raíces de la propia civilización, en el misterio de su tradición, para extraer las preguntas esenciales.
“¿Quién es este nuestro Dios, primero hebraico y ahora cristiano, que quiere la sangre, la muerte, para que sea restablecido el equilibrio de un mundo que sólo de sus leyes se nutre?”
“El Evangelio” de José Saramago es todo así, trágicamente problemático, y sería absurdo condenarlo con leyes que no sean sus propias leyes, literarias, poéticas y filosóficas. Aquí no se niega lo divino, la religiosidad latente en el corazón de cada hombre: lo que se hace es interrogarlo, cuestionarlo, acusarlo.
Apasionadamente, religiosamente. Como Milton, situado en el lado del perdedor, que es
siempre, no lo olvidemos, un ángel caído.
martes, 2 de noviembre de 2010
Navarro, Julia.- La biblia de barro.
jueves, 28 de octubre de 2010
Salón de lectura. Chacón, Dulce. "La voz dormida"
Se ve que la inspiración tiene también sus ciclos y la tan traida y llevada "memoria histórica" resucita voces que callaron durante mucho tiempo y, claro está, esas voces "dormidas" tienen el color de la sangre, rojo, no colorado, que son las que callaron por más tiempo.
Estas heridas duelen, están aún muy recientes porque hay gentes vivas que lo sufrieron en sus propias carnes y aún pueden hablar, a veces manteniendo el temor, porque ése parece el denominador común de estas historias: el miedo.
Una guerra es una guerra. Hay dos bandos y ambos cometen atrocidades porque en eso consiste una guerra. Luego, uno gana y el otro se convierte en el "malo" al que hay que, no ya masacrar, que también, sino sobre todo hacerle callar por temor a las represalias.
Pero aquí se habla de valentía y decisión en su momento, heroicidades como el de esas mujeres que en la cárcel perseveran en sus convicciones, las mismas que las llevaron allí y que mantienen en jaque a sus familiares, pendientes de las horas de visita a la cárcel y de esa llamada a sus puertas que las llevarán a un interrogatorio, la tortura y a engrosar la población de esas cárceles donde se hacinan miles de mujeres en espacios pensados para no más de 500.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y esta historia lo es.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Salón de lectura. Libro electrónico.
La posibilidad de tener el mismo número de libros en una simple tarjeta electrónica es impagable, y si además le sumamos el que leo en la cama antes de dormir ( aunque no pare de leer, las lecturas para mi trabajo y las clases no las incluyo como esparcimiento y relajación, que es de lo que hablo), el que el peso del libro sea siempre el mismo, ya se trate de "Los Pilares de la Tierra" como de "El camino del corazón" -por poner dos ejemplos de "tocho" y libro de bolsillo-, hace que esté muy agradecida a este descubrimiento.
Al mismo tiempo, esto hace que tenga la posibilidad de deciros dónde encontrar en formato digital los libros que comento.
Así que si es de vuestro interés (y si el tiempo y la autoridad lo permiten) podéis pedirme la dirección de dónde descargarlos. Muchas veces los tenemos con sólo buscar en google, como podréis ver en las direcciones que aparecen en el blog de MN.Academia en línea, relacionadas con los comentarios de refranes y los de la sección de Humanidades.
lunes, 25 de octubre de 2010
Almudena Grandes. "El corazón helado"
Salón de lectura: Almudena Grandes. "El corazón helado"
Según cuenta la propia autora en el epílogo, el título esta inspirado en los versos de Antonio Machado "Una de las dos Españas, ha de helarte el corazón". Con eso es fácil suponer la trama: la historia de dos familias con raíces comunes que viven las consecuencias de la Guerra Civil.
Particularmente, y aunque confieso mi admiración por la autora, he de reconocer que hubo un momento en que llegué a pensar en abandonar su lectura por culpa de lo repetitivo de un recurso que de tan reiterado me llegó a cansar, y es cuando uno de los protagonistas encuentra la carta de una abuela y juega con sus pensamientos al leerla repitiendo sus frases una y otra vez.
Raro es que haya dejado de leer un libro hasta el final (pienso que sólo así puedo hacer una crítica veraz), por tanto me mantuve leyendo y puedo asegurar que ha valido la pena aunque el libro podría haber sido mucho más corto y ganar en interés sin tanto perderse en divagaciones.
No deja de ser una opinión personal, y a pesar de todo entra dentro de los que considero dignos de ser leídos.