Recordando la tremenda fuerza de esta mujer, Mercedes Sosa, y el sentido de sus letras reivindicativas en una América del Sur convulsionada, recuerdo, entre muchas otras, Como un pájaro libre (Adela Gleijer, 1982), "Si se calla el cantor" (Eraclio Catalino Rodriguez, 1975) o "Gracias a la vida" (Violeta Parra, 1966).
Espero que no parezca mal ir trayendo aquí las tres, empezando por la última (primera en el orden cronológico).
Gracias a la vida, popular canción de inspiración folclórica chilena compuesta e interpretada por la cantautora Violeta Parra (1917-1967), una de las artistas que sentó las bases del movimiento artístico conocido como la Nueva Canción Chilena.
Resulta paradójico que la autora de un himno de amor por la existencia se suicidara un año después de escribirla.
Es una de las canciones chilenas más conocidas e interpretadas en el mundo, gracias al impacto de la interpretación de Mercedes Sosa y de Joan Baez.
Gracias a la vida que me ha dado tanto:
Me dio dos luceros, que cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco
y, en el alto cielo, su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto:
Me ha dado el oido que en todo su ancho
graba noche y dia, grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto:
Me ha dado el sonido y el abecedario;
con el las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos, montanas y llanos,
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón, que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos del malo,
cuando miro al fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
asií yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es mi mismo canto,
y el canto de todos que es mi propio canto.
Gracias a la vida...
Espero que no parezca mal ir trayendo aquí las tres, empezando por la última (primera en el orden cronológico).
Gracias a la vida, popular canción de inspiración folclórica chilena compuesta e interpretada por la cantautora Violeta Parra (1917-1967), una de las artistas que sentó las bases del movimiento artístico conocido como la Nueva Canción Chilena.
Resulta paradójico que la autora de un himno de amor por la existencia se suicidara un año después de escribirla.
Es una de las canciones chilenas más conocidas e interpretadas en el mundo, gracias al impacto de la interpretación de Mercedes Sosa y de Joan Baez.
Gracias a la vida que me ha dado tanto:
Me dio dos luceros, que cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco
y, en el alto cielo, su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto:
Me ha dado el oido que en todo su ancho
graba noche y dia, grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto:
Me ha dado el sonido y el abecedario;
con el las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos, montanas y llanos,
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón, que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos del malo,
cuando miro al fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
asií yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es mi mismo canto,
y el canto de todos que es mi propio canto.
Gracias a la vida...