Este domingo hemos adelantado una hora, y quizás nos preguntamos el porqué
se adelanta la hora en primavera para después atrasarlo en otoño.
Pues el motivo dicen que es el ahorro de energía, pero bien nos tememos que no es otro que el económico: Las estadísticas calculan que el ajuste horario puede llegar a ahorrar un 5 por ciento del consumo
eléctrico en iluminación, un dato que equivale, según los precios de
2014, a unos 300 millones de euros.
- En la economía familiar
Mientras
que en verano es cierto que al haber más periodo de luz, ese ahorro
puede darse (aunque al adelantar el reloj vuelve a haber un periodo en
que necesitamos luz en las casas al ser , por ejemplo, las 7 con iluminación de sol de las 6 de la mañana).
Pero es que está todavía menos claro
en invierno, puesto que nos levantamos de noche y volvemos a casa en la
oscuridad y a las 19 horas ya están las farolas encendidas.
En fin,
que me temo que ese ahorro está pensado, una vez más para los grandes
capitales y empresas. Habrá que ser bien pensados y confiar en que "ellos" saben y esperar a
que los motivos no sean
engordar los bolsillos de las compañías. Que todo puede ser, visto lo
visto... pues
en la factura de la luz ese ahorro no lo notamos.
- En las empresas
El cambio de hora
se generalizó de forma desigual desde 1974,
a raíz de la primera crisis del petróleo, por la que algunos países
decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz solar y
consumir menos electricidad en iluminación.
En
España y la Unión Europea se aplica desde 1981 con una Directiva que ha
sido renovada cada cuatro años hasta que en el año 2001 se consolidó su
carácter indefinido.
El cambio se realiza el último domingo de marzo y
el horario estival se mantiene
hasta el último domingo de octubre,
cuando volverá a regir la hora 'normal' o de invierno y se deberá
retrasar una hora.
Sin embargo hay voces discordantes, como la del
presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los
Horarios Españoles (ARHOE), reivindicando que
"España
debe adoptar, de una vez por todas, el huso horario del Meridiano de
Greenwich, el que nos corresponde por situación geográfica, y
abandonar el de Berlín,
horario que se adoptó como medida provisional el 2 de mayo de 1942".
Así, "recuperaremos nuestra posición natural" y aconseja que "no nos
abandonemos a costumbres que no tienen sentido".
Hoy en día se pretende regular que cada país actúe según su conveniencia y mantenga horario de verano o de invierno.
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