Nacen en este día
con todos mis errores.
—oscuridad, errores, sed de entonces—
se debe únicamente
al hecho involuntario de ser hombre.
¿Sabe que ha de morirse por la noche?
Amanece otra vez para las torres
y los balcones, para las iglesias
tranquilas donde animan a los pobres,
para la acera malgastada y viva
que casi no recuerda lo de anoche…
y el corazón lo reconoce. ('Amanece')
- de 1930, Paco URONDO, escritor, periodista y poeta militante político y guerrillero argentino, fallecido el 17 de junio de 1976.
En 1957, ocupó la Dirección de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral. El 16 de junio de 1958, el Gobernador de la Provincia de Santa Fe lo designa Director General de Cultura de la Provincia de Santa Fe. En 1973 es designado director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Entre sus obras: Veraneando y sainete con variaciones (teatro, 1966), Al tacto (cuentos.1967), Adolecer (poesía,1968), Veinte años de poesía argentina (ensayo,1968), Larga distancia, (poesía, 1971), Los pasos previos (novela,1972) y La patria fusilada (entrevistas, 1973).
Cuando esta casa,
en la que vivo hace años,
tenga una salida,
yo cerraré
la puerta para guardar su calor;
yo la abriré
para que los vientos
de todas partes, vengan
a lavarle la cara;
a remontarla,
de esa manera con que vuelan
las intenciones,
los aparecidos, los recuerdos por venir,
y lo que a uno le asusta
aunque todavía no haya ocurrido. (Hoy, un juramento)
- de 1956, Antonio MUÑOZ MOLINA, escritor español, académico de número de la Real Academia Española (1996) —donde ocupa el sillón u minúscula— y honorario de la Academia de Buenas Letras de Granada. En 2013 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Entre sus obras: Calle Mayor (1920), Babbitt (1922) y El doctor Arrowsmith (1925).
Esto es en Norteamérica; una ciudad de unos cuantos miles de habitantes, en una región de trigo, maíz, vaquerías y pequeñas arboledas. La ciudad se llama en nuestra historia Gopher Prairie, en el Estado de Minnesota; pero su calle Mayor es la continuación de las calles Mayores de todas las ciudades. El relato sería él mismo si ocurriese en Ohio, en Montana, en Kansas, en Kentucky o en Illinois, y no muy diferente si lo situásemos en el Estado de Nueva York o en las montañas de la Carolina. La calle Mayor es el centro de la civilización. Para que ese coche Ford pueda estar parado frente a los almacenes Bon Ton, Aníbal invadió a Roma, y Erasmo escribió en los claustros de Oxford. Lo que Ole Jenson, el tendero, le dice a Ezra Stowbody, el banquero, es la Ley nueva para Londres, Praga y las islas estériles del mar. Todo aquello que Ezra no conozca y sancione es una pura herejía que no merece conocerse y de la que es pecaminoso ocuparse. (Primeras líneas del prólogo a 'Calle Mayor')
Sin haber estudiado la carrera de magisterio, su manera de ejercerla y sus innovaciones pedagógicas la convirtieron en un referente, asentando las bases de un nuevo sistema educativo que aún hoy se mantiene.
Desolación, considerada su primera obra maestra, aparece en Nueva York en 1922.
En 1923 en México se publica su libro Lectura para mujeres, y aparece en España la antología Las mejores poesías, con prólogo de Manuel de Montoliú.
En 1924 publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa "poesía escolar", renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una poética austera y muy depurada.
A partir de 1933, y durante un periodo de veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades de Europa y América. Su poesía fue traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, resultando muy influyente en la obra creativa de muchos escritores latinoamericanos posteriores, como Pablo Neruda y Octavio Paz.
A finales de 1945 regresó a Estados Unidos por cuarta vez, ahora como cónsul en Los Ángeles. Será allí donde al año siguiente escribiría gran parte de Lagar I, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, y que será publicado en Chile en 1954.
En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida relación sentimental que ésta siempre negaría, pero no se separarían hasta su muerte. Mistral tenía diabetes y problemas de corazón. Finalmente murió en el Hospital de Hempstead, Nueva York, a causa de un cáncer de páncreas, el 10 de enero de 1957, a la edad de 67 años, estando acompañada por Doris Dana.
Manuel:
Su carta me ha dado un asombro como no podria expresarse: el silencio de dos años era ya todo el olvido que cabe y su carta ultima parecia una lapida. La he leido dos veces y he pensado como antes que me habla un hombre en un momento de fiebre. Porque no cabe en cabeza humana juntar estas cosas: el motivo de nuestra ruptura y la ternura que dice haber conservado para mi; ni en la cabeza más loca de las que usted ha acariciado cabe juntar ese silencio hacia una mujer desterrada y triste y una piedad siquiera pequeña, menos aún un afecto.
Si un hombre a quien yo solamente conociera -a quien yo no amara- cayera a la cárcel, yo sentiría mi deber de consolarlo, solo por haber estrechado alguna vez su mano. Yo era más que una relegada, era un ser puesto al margen de la vida, por un destierro inconcebible. Usted, por un juicio irreverente hacia una mujer ni siquiera alta por haberle querido, se irritó conmigo.
Después de su ternura para mi, la segunda sorpresa es esta, su vida triste. Yo he sabido de usted siempre, por retoñar de pasiones viejas, de esas que están ya trenzadas con sus huesos, o por amoríos de cada primavera. Por esto, supe callar. He tenido siempre el respeto de la dicha ajena. Le he de decir toda mi verdad. Nunca me hallará usted hipócrita, Las primeras noticias me fueron como una
quemadura; las siguientes las justifique con un ligero escozor de mujer olvidada; las que vinieron después no movieron en mí una sola fibra. Esto lo sentí como una nobleza, mi única nobleza. (Fragmento de la 'Carta XX', una de las cerca de 80 cartas que la autora intercambió con el poeta chileno Manuel Magallanes entre los años 1915 y 1923)
Quiero sembrarme en ti. No me conformo
con tu piel, ni con tu risa, con tu aliento.
No me bastan tus ojos y tus labios.
Tu sangre quiero.
Tenderte junto a mí,
desmadejar tu pelo
sobre el césped, sentirlo embravecido
como el torrente negro.
Deslizar mi silencio por tu lengua.
Beber de ti en tus pechos.
Surcarte libre, único, infinito,
como el barco en el mar y el pájaro en el cielo.
Enamorar tu entraña con mi entraña.
Herir de paz tu cuerpo.
Yo callo triste, tú besas mis manos,
mientras gime de amor mi pensamiento. ('Canción de amor y sombra')
El autor desarrolló asimismo ensayos, artículos y relatos, dispersos en las páginas de revistas y periódicos o como prólogos y contribuciones a diversos libros. Dentro de su obra ha seguido una línea paralela a la de sus libros: la exaltación de su pueblo y del pasado indígena, la defensa de ese espíritu liberal, así como el estudio y valoración de las expresiones de su país.
acércate más, más cerca.
Dame tu mano
y por el camino de mi mano
pásate y éntrate en mi corazón.
Escucha lentamente para que
puedas entender estas palabras
que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire,
como si fueran pequeñas balsas
próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
Sé tú como una blanda orilla de mar
a donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla,
donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú
en mi corazón, yo abro los ojos
y te busco en el viento y en la nube,
y otra vez me encuentro solo,
completamente solo bajo el viento.('Ven a mí...').