se conmemora el Día Internacional de la NO VIOLENCIA. Señalado así porque en esta fecha de 1869, nació Mahatma GANDHI,
político y líder religioso hindú.
Demostró con su actitud y su vida lo que se puede conseguir a través de la no violencia.
Como los infaustos días de violencia callejera en manifestaciones, producto de oscuros intereses y manipulación popular que el porvenir desvelará y juzgará, cada día los informativos nos sobrecogen con noticias de accidentes de tráfico con víctimas inocentes de unos imprudentes, personas cuyo único delito fue estar allí en el momento menos apropiado; la violencia de género, la falta de empatía, en fin, por la que ni nos saludamos, ni miramos al otro como lo que es: un igual.
Noticias de este tipo (muertes por disparos de policía, asesinatos en familia, luchas entre bandas, secuestros o desapariciones, cargas policiales a manifestantes y viceversa, violencia en el deporte y malas caras en las calles) que a lo mejor sucedían lejos y pensamos que nunca nos va a pasar, pero que cuando nos tocan tan cerca nos hacen pensar en la tremenda capacidad de hacer daño, de ira, de rencor que tiene el ser ¿humano?
Menos mal que por otra parte está el lado bueno, el solidario, que nos mantiene en la esperanza de que quizás, solo quizás, pueda llegar un día en que el hombre sea principalmente eso: humano.
y el Día mundial de la EDUCACIÓN SOCIAL, sin duda, íntimamente relacionado con el anterior. Los colegios, los educadores sociales, forman y enseñan, pero son los padres los que deben educar dedicando tiempo y sirviendo de ejemplo a sus hijos. No hay libro de instrucciones, pero dar todo a un hijo para que no incordie, no regañándole con la excusa de que ya la vida se encargará de enseñarles, no es el mejor camino. Enderezar un arbolito mientras crece es más sencillo que repararlo hecho árbol.
Queremos, pues, felicitar a quienes trabajan día a día por hacer una sociedad más solidaria y justa.
Autor de frases ya inmortales como:
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros".
"Parad el mundo que me bajo".
"Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo".
"¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?". "¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?".
"La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música".
"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".
"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente".
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..
Autores del s.XX y XXI en las letras españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
En 1959 comenzó a impartir clases de Filosofía e Historia del Arte y recibió un accésit del Premio Adonáis de poesía por su obra Enemigo íntimo.
Convertido ya en un personaje altamente popular de la literatura española, comenzó a escribir novelas en los años noventa, iniciándose con El manuscrito carmesí, que ganó el Premio Planeta en 1990, y títulos como La regla de tres y La pasión turca, adaptada al cine por el conocido director español, Vicente Aranda.
El Águila bicéfala es una colección de artículos sobre el amor.
Destaca también en el campo del relato corto con libros como Los invitados al jardín (2002).
Como dramaturgo: Los verdes campos del Edén ( Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca , 1963), Noviembre y un poco de hierba, Los buenos días perdidos (1972), Anillos para una dama (1973), Las cítaras colgadas de los árboles (1974), la comedia ¿Por qué corres, Ulises? (1975), Petra regalada (1980), El hotelito, Séneca o el beneficio de la duda (1987) y en 1989 el libreto de la ópera Cristóbal Colón.
Sus memorias, Ahora hablaré de mí, (2000), son entretenidísimas y se hallan escritas con un gran sentido del humor.
El 5 de julio de 2011 el escritor hace público en su columna en el diario El Mundo, 'La tronera', que padecía "un cáncer de difícil extirpación" del que declaró estar libre en febrero de 2015 durante un homenaje en Málaga. Lleva tiempo recluido en su finca de La Baltasara, en Alhaurín el Grande.
El 14 de diciembre de 2011 recibió el Premio Quijote de Honor 2011 a toda una vida, que concede la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE).
Otras obras: El imposible olvido (novela, 2001), El dueño de la herida (relatos, 2003), El pedestal de las estatuas (novela, 2007), Los papeles de agua (novela, 2008), Quintaesencia (aforismos, 2012 ), Desde el Sur te lo digo (poesía, 2019).
Aún eres mío, porque no te tuve.
Cuánto tardan, sin ti,
las olas en pasar...
Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.
Entonces, se inaugura
-entre el fulgor y el júbilo-
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.
Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré. ('Aún eres mío. porque no te tuve...')
Licenciado en Filología Románica (1959) y en Lenguas Modernas, especialidad en Italiano (1962), y doctor en Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Enseñó Literatura Española en el Instituto Cervantes, de Madrid.
Durante su juventud fue miembro del Partido Comunista de España, PCE, y, a consecuencia de su actividad opositora contra la dictadura franquista, cumplió 16 meses de cárcel y permaneció exiliado siete años. Pese a su inicial afiliación comunista, ha definido posteriormente su ideología como anarquista.
Entre sus obras: Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España (Premio Nacional de Literatura en su modalidad de ensayo, 1979), El camino del Corazón (1990), La prueba del laberinto (Premio Planeta, 1992), El camino hacia Ítaca (1998), Historia Mágica del Camino de Santiago (1999), Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción... (2010), Esos días azules. Memorias de un niño raro (2011), Pacto de sangre: vidas cruzadas (con Ayanta Barilli) (2013), La canción de Roldán: Crimen y castigo (2015), Santiago Abascal. España vertebrada (2019), España guadaña. Arderéis como en el 36 (2019), Galgo corredor. Los años guerreros. 1953-1964 (2020), Habáname (2021).
«Tácito refiere en su limpia prosa un episodio de Termancia que anticipa Fuenteovejuna. El pretor Pisón quiso, en efecto, cobrar tributos de manera violenta a los arévacos, por lo que fue muerto por los nativos. Detenido un joven de la ciudad y torturado para que revelase los nombres, se negó,
manifestando que el crimen era colectivo. Lo interesante del caso es la frase que atribuye Tácito al testimonio prisionero: Aquí existe todavía —dijo— la España Antigua…».
José María de Areilza ABC, nov. de 1972
(y Tácito, Anales, Lib. IV, IV, 45)
La cita de Tácito que encabeza este volumen, hábilmente alterada por quien la recoge, no puede ser más explícita sobre el propósito que me anima a escribirlo: trato de aventurarme sin esperanza de retorno por el inconsciente colectivo de esa poliédrica y escurridiza —aunque rotunda— comunidad
geográfica que otros han dado en llamar españoles (pues éstos —como Américo Castro nos recuerda— siempre se consideraron a sí mismos, y a secas, «gallegos, leoneses, castellanos,
navarros, aragoneses o catalanes. El nombre español, que los unificó a todos, se originó en Provenza por motivos comerciales o por cualquier otra razón de carácter práctico»). Y quede ya por delante, cogida al vuelo, la salvedad de que tan madrugadora alusión al más avispado y menos cobarde de nuestros historiadores en modo alguno equivale a comulgar con sus tesis. Los representantes de ese gremio, en el que no me incluyo, suelen confundir la identidad de los pueblos con su toma de conciencia militar o política, sin reparar en que ambas se definen a partir de un concepto —el de nación— parcial, soslayable, reciente, mostrenco y condenado, como todas las ideologías, a
la interinidad de lo especulativo. (Así comienza 'Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España').
Es autora de: Poemas de andar por casa (1993), Cuentos para ciegos (1994), El tiempo no lo cura todo (2006), El Vals de las Orquídeas (2011) y coautora con José Luis Sampedro, su marido, de Escribir es vivir (2005); La Ciencia y la Vida (a tres manos, con Valentín Fuster, 2008) y Cuarteto para un solista (2011).
Febril, despiadada,
Infatigable y agotadora.
Siempre espero.
A veces, con la molesta extrañeza
De no saber qué espero
Y la temerosa sospecha
De que nada hay que esperar,
Solo la tristeza azul de la noche
Y un penar sin lágrimas
En hondo suspiro de resignación”. ('La espera' de Poemas de andar por casa, 1993, en Reivindicando a Olga Lucas)
Su prestigio como narradora le llegó con novelas como Betúlia, El gust de la pols y Un lloc entre els morts, esta última premio Sant Jordi de 1968.
Ejerció de profesora, de actriz y de directora. Además, estrenó obras propias, como Preguntes i respostes sobre la vida i la mort de Francesc Layret, advocat dels obrers de Catalunya; Layret fue un destacado abogado de los obreros de Cataluña que murió asesinado en 1920.
Sóc una dona, ja ho veus, una dona.
Sóc una dona i no hi vull fer res.
Sóc una dona, res més que una dona:
no seré mai un carrabiner.
Sóc una dona, ben ferma i rodona.
Sóc una dona, ja ho deus haver clissat.
Sóc una dona i això és cosa bona:
no seré un barbut magistrat.
Sóc una dona amb dos pits i una poma.
Sóc una dona amb l'hormona que cal.
Sóc una dona i això ja no és broma:
no seré mai capità general
Sóc una dona i n'estic ben contenta.
Sóc una dona i no hi trobo entrebanc.
Sóc una dona i això ja m'orienta:
no seré mai director d'un banc.
Sóc una dona i amb bona harmonia,
sóc la mestressa del meu propi cos.
No seré bisbe ni tampoc policia,
cosa que em posa de molt bon humor. (La irónica 'Soc una dona' con Marina Rossell, en "Bruixes i maduixes", 1980)
Soy una mujer, ya lo ves una mujer,/ soy una mujer, y no quiero cambiar./Soy una mujer, nada más que una mujer/nunca seré no, un carabinero.
Soy una mujer maciza y redonda./Soy una mujer, ya debes haberlo notado./Soy una mujer, y eso es cosa buena./No seré nunca un barbudo magistrado.
Soy una mujer con dos pechos y un trasero./Soy una mujer con las hormonas necesarias./Soy una mujer y eso no es broma,/no seré nunca capitán general.
Soy una mujer y me alegro./Soy una mujer y no le veo inconvenientes./Soy una mujer y esto me orienta:/pues no seré nunca director de un banco.
Soy una mujer y, armoniosamente,/soy la dueña de mi propio cuerpo./No seré obispo ni policía,/cosa que me pone de muy buen humor.