El cuarto lunes de enero se celebra el Día Internacional del Community Manager,
una de las profesiones más novedosas y con más auge en el mercado
digital puesto que son los encargados de gestionar la interacción de una
marca con sus clientes y seguidores por medio de las redes sociales.
un community manager o profesional del social media en esencia es un relaciones públicas,
pero su canal de contacto con el cliente o el entorno en general es el virtual.
En este día de 1994, en España, un centenar de académicos de la Lengua Castellana de 20 de las 22 instituciones pertenecientes a la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), reunidos en Huelva (Andalucía), instan a sus respectivos gobiernos a defender el idioma y cultura españolas.
La ASALE fue creada en México en 1951 y está integrada por las 22 academias de la lengua española existentes en el mundo.
Su comisión permanente se encuentra en Madrid (España), ciudad en la que
también se encuentran la sede de la Real Academia Española (RAE) y la
sede central del Instituto Cervantes.
El lema de la ASALE es «Una estirpe, una lengua y un destino».
La colaboración entre la RAE y las academias de la lengua se expresa
en la coautoría, a partir de la XXII edición (2001), del Diccionario de la lengua española, la Ortografía en su ediciones de 1999 y 2010 considerada una obra panhispana y el Diccionario panhispánico de dudas (2005).
En esta fecha del 1931 comienza a funcionar el servicio telefónico entre la Península Ibérica y las Islas Canarias.
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Escritores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
- de 1928, Jorge IBARGÜENGOITIA, escritor mexicano fallecido un
27 de noviembre en un accidente de avión.
Fue ante todo un literato con alto sentido
crítico. El humor de sus cuentos, sus novelas, sus obras teatrales y sus
artículos periodísticos es de un sarcasmo fino y salvaje.
La manera como utilizaba su ágil prosa para diseccionar y destazar,
para ridiculizar y poner en evidencia a sus personajes —muchos de ellos
personajes del poder político y económico, ya fuese a nivel nacional o
en el microcosmos de la provincia mexicana— era su fórmula para
dinamitar la historia y la realidad oficiales, para hacer trizas el mito
de las instituciones y del desarrollo estabilizador, en una época en la
cual el PRI era el partido hegemónico en México.
En 1962, publicó la obra de teatro
El atentado, con la cual ganó el Premio Casa de las Américas, pero a partir de allí decidió hacerse novelista.
Los relámpagos de agosto (1964) fue su primera novela. También escribió cuentos, lo cual derivaría en su aclamado libro
La ley de Herodes de 1967.
Vendrían en adelante otras obras importantes: las novelas
Maten al león (1969),
Estas ruinas que ves (1975),
Las muertas (1977),
Dos crímenes (1979) y
Los pasos de López
(1982) —las últimas cuatro forman parte de lo que podríamos llamar las
novelas del "Plan de Abajo", por desarrollarse, aunque en diferentes
épocas, dentro de la geografía de esa ficticia entidad federativa tan
parecida a Guanajuato— y los volúmenes recopilatorios de sus artículos publicados básicamente en
Excélsior y
Vuelta. De entre estos destacan:
Viajes a la América ignota (1972),
Sálvese quien pueda (1975),
Autopsias rápidas (1988) e
Instrucciones para vivir en México (1990).
Invitado a un encuentro de escritores en Bogotá, abordó el Vuelo 11 de
Avianca, en un Boeing 747 que se estrelló cerca del Aeropuerto de
Madrid-Barajas,
el 27 de noviembre de 1983. En el mismo vuelo viajaban
el poeta y novelista peruano Manuel Scorza, el matrimonio formado por el
crítico literario uruguayo Ángel Rama y la crítica de arte
argentino-colombiana Marta Traba y la pianista catalana Rosa Sabater.
Jorge estaba trabajando en una novela
que, tentativamente iba a llamarse Isabel cantaba, cuando llegó la
invitación para el encuentro de escritores en Colombia. Camino a ese e n
c u e n t r o , ya se sabe, ocurrió el accidente. Jorge había dudado al
principio: no quería interrumpir el trabajo de su libro. Sin embargo,
cuando la hora de tomar una decisión llegó, él estaba en un momento de
su novela en el que tenía que detenerse y comenzarla de nuevo. Eso era
normal ya que así trabajaba él, deteniéndose de vez en cuando y
comenzando todo otra vez. Algunas veces tardaba varios días en tener una
idea clara de por dónde dirigiría la nueva corriente de su historia.
Pero una vez que encontraba la solución nada lo detenía y cambiaba
muchísimo su versión anterior. Algún personaje secundario se convertía
en protagonista, otro que antes era asesinado esta vez era el asesino.
Cambiaba a sus personajes incluso físicamente.
Vivíamos en París
desde hacía algunos años, sin frecuentar a mucha gente. No pocas de las
cenas que hacíamos en casa con amigos fueron cocinadas por Jorge. Le
gustaba inventar recetas y mezclaba, con mucho acierto según nuestros
amigos, la cocina italiana con la mexicana. Hacía muchos platos
diferentes y disfrutaba especialmente hacer las compras para la cena.
Sobre todo con la vida de barrio que hay en París, donde cada uno de los
comerciantes (el de los quesos, el de los vinos, el del pan) ya conocía
a Jorge, lo aconsejaba y lo complacía en sus gustos. Había un vendedor
de periódicos que se parecía increíblemente a un tío suyo de Guanajuato.
Jorge no dejaba de divertirse con el parecido y llegó a tener un trato
cordial con ese hombre. Muchas veces hacía un recorrido un poco más
largo para comprarle a él los periódicos en vez de adquirirlos en la
esquina.
(Introducción a 'Instrucciones para vivir en México')
- de 1932,
Francisco BRINES.
Poeta español encuadrado en el grupo poético de los años 50. Desde 2001, es Académico de la Real Academia Española.
Estudió derecho en las universidades de Deusto, Valencia y Salamanca y Filosofía y Letras en Madrid.
Fue profesor de Literatura española en la Universidad de Cambridge y más tarde de Lengua española en la Universidad de Oxford.
Ha
sido reconocido con distinciones como el Premio Nacional de las Letras
Españolas (1999), el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
(2010)1 o el Premio Miguel de Cervantes (2020).
Su poemario La última costa, fue elegido libro del año 1996 por el suplemento ABC Cultura y ganó el Premio Fastenrath de 1998.
Otras obras: Las brasas (Premio Adonais 1959). El santo inocente, 1965. Palabras a la oscuridad, (Premio de la Crítica, 1966). Aún no, 1971. Insistencias en Luzbel, 1977. El otoño de las rosas (Premio Nacional de Literatura, 1986).
Fallecieron en esta fecha
- de 1981,
María MOLINER, bibliotecaria, lexicógrafa y filóloga española nacida un
30 de marzo de 1900.
Estudió en la Institución Libre de Enseñanza, donde fue, al parecer, don
Américo Castro quien suscitó el interés por la expresión lingüística y
por la gramática en la pequeña María.
En Zaragoza se formó y trabajó como filóloga y lexicógrafa en el Estudio
de Filología de Aragón, dirigido por Juan Moneva desde 1917 hasta 1921,
años en los que colaboró en la realización del
Diccionario aragonés de dicha institución.
En Murcia fue la primera mujer que impartió clase en la Universidad de Murcia, durante 1924.
Los últimos años de la vida de María estuvieron marcados por el cuidado
de su marido, jubilado en 1962, enfermo y ciego ya para 1968, y por el
deseo de pulir y ampliar con tranquilidad su famoso
Diccionario de uso del español (publicado en dos grandes volúmenes en 1966-1967,
vid. infra).
Sin embargo, en el verano de 1973 surgieron repentinamente los primeros
síntomas de una arterioesclerosis cerebral, enfermedad que la iría
retirando de toda actividad intelectual.
La escritora Carmen Conde,
que sería muy pocos años después, en 1978 (ya en el periodo
democrático), la primera mujer admitida a la Academia, siempre ha
reconocido que ocupaba el puesto que hubiera debido corresponder a María
Moliner, y no olvidó mencionarlo indirectamente en su discurso de
ingreso, en 1979: "Vuestra noble decisión pone fin a una tan injusta
como vetusta discriminación literaria".
La denominación «de uso» aplicada a
este diccionario significa que constituye un instrumento para guiar en
el uso del español tanto a los que lo tienen como idioma propio como a
aquellos que lo aprenden y han llegado en el conocimiento de él a ese
punto en que cl diccionario bilingüe puede y debe ser substituido por un
diccionario en el propio idioma que se aprende. Y ello, en primer
lugar, na la mano del usuario todos los recursos de que el idioma
dispone para nombrar una cosa, para expresar una idea con la máxima
precisión o para realizar verbalmente cualquier acto expresivo. Y, en
segundo lugar, resolviendo sus dudas aeerca de la legitimidad o
ilegitimidad de una expresión, de la manera correcta de resolver cierto
caso de construcción, etc.
Estos objetivos se persiguen con dos de las características del diccionario:
1.º Con un sistema de sinónimos,
palabras afines y referencias que constituye una clave superpuesta al
diccionario de definiciones para conducir al lector desde la palabra que
conoce al modo de decir que desconoce o que no acude a su mente en el
momento preciso: de la idea a la expresión. 2.º Con
ciertas indicaciones gramaticales en
cada articulo y el desarrollo de los que son propiamente gramaticales,
que resuelven las dudas sobre construcción; así como con los ejemplos
que acompañan a las definiciones, los cuales ponen ante el lector el
valor de uso de las palabras, no siempre claro aun conociendo
exactamente su valor 1ógico. (Fragmento de la presentación del
Diccionario de uso del español)
- de 2014,
Manu LEGUINECHE, escritor y periodista.
Citado un 28 de septiembre, fecha de su nacimiento, tuvo ocasión
de presenciar y transmitir como destacado reportero, algunas de las
crisis y conflictos bélicos más desgarradores del siglo XX.
Inició su trayectoria profesional en el semanario Gran Vía de Bilbao. Con posterioridad, trabajó como corresponsal y enviado especial en el diario El Norte de Castilla -siendo su director Miguel Delibes-, así como en Televisión Española. Fundó las agencias de noticias Colpisa y Fax Press y es autor de numerosos libros.
Entre sus obras:
Recordad Pearl Harbour (2001),
Los ojos de la guerra (2001, junto con Gervasio Sánchez Fernández),
Recordad Manhattan: el 11 de septiembre, Afganistán, la guerra (2001),
Gibraltar (2002),
Madre Volga (2003),
La letra de los ríos (2003, varios autores),
El último explorador: la vida de Wilfred Thesiger (2004) y
El club de los faltos de cariño (2007).
Yo tenía poco más de veinte años y toda
la vida por delante cuando en el verano de 1964 mi amigo Willy Mettler
me habló por primera vez de una vuelta al mundo en coche para batir el
récord mundial de distancia , sin repeticiones, con tres periodistas
norteamericanos y él mismo como fotógrafo de la expedición.
Estaba yo
hasta más arriba del gorro de aquella atmósfera opresiva de la
Universidad y de las tediosas clases de filosofía y letras, especialidad
de filología italiana. Era el momento de dejarlo todo. Una revista
semanal a punto de salir se interesaba por mis reportajes alrededor del
mundo. Ganaba 3000 pesetas mensuales como redactor de una agencia de
prensa y malvivía en una pensión del barrio de Argüelles. Unos años
atrás había colgado la carrera de derecho por el periodismo activo y
los vagabundeos a través de Europa. Nada me unía de manera sólida a
Madrid, ni siquiera una Penélope que tejiera su lienzo a la espera de mi
regreso. Necesitaba oxígeno, una cura psicoanalítica en forma de viaje,
sensaciones nuevas, abandonar mi piel y mudarla como una serpiente. O
sea, una evasión rápida de aquel mundo concéntrico, más allá de las
columnas de Hércules. Y qué digo, no sólo la huida por la huida. Existía
la tentación al vuelo metafísico, la afición al riesgo, esa curiosidad
de viajar que llevamos dentro desde nuestras primeras exploraciones
infantiles. Y si el viaje comporta incertidumbre , ruptura total con lo
conocido, mejor que mejor. Las ciudades en que vivimos cada vez se
parecen más unas a otras. Es hora de partir a la búsqueda ancestral del
paraíso perdido. (Fragmento del prólogo a '
El camino más corto')