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domingo, 11 de julio de 2021

Refrán en mano: " A la chita callando..."

" A la chita callando, hay quien se va aprovechando"

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Normalmente se escuchaba "chito" o "chitón" (documentado desde el 1601) cuando alguien hacía callar a los demás, por lo que no es difícil considerar como origen de esta expresión el chistar, de la onomatopeya o sonido "chis" que se hace en esos casos.

Sin embargo, para descubrir aspectos inesperados no hay como profundizar un poco . Y es curioso que, cuando hace poco hablábamos del juego de los tejos, aparezca un nuevo juego muy parecido: el de la tanga.

Para practicar el juego, se necesitaban tres útiles, dos de ellos iguales, las "tangas" y un soporte de madera de unos 7 u 8 cm. de largo por 2 cm de ancho aproximadamente, la chita, donde se ponían las monedas que se jugaban.

Las "tangas", eran dos piedras planas, redondas, normalmente de pizarra de 12 a 15 cm. de diámetro y de 2 ó 2,5 cm. de ancho. En épocas más actuales, las "tangas" o "Tanguillas", se hicieron de hierro. y los jugadores, situados a unos 10 metros de distancia (según lo pactado) tenían que tirar las tangas con el objeto de derribar la "chita" con todas las monedas que tenía encima depositadas. Ganaba las monedas aquel cuya tanga hubiese quedado más cerca de la chita.

Aunque sabemos que servía como "chita" también una taba de carnero puesta en pie de manera que pudiera sostener las monedas y ser derribada con los tejos.

Tratándose de un juego con dinero, no siempre era consentido por los padres como juego de niños, por lo que los adolescentes solían jugarlo en silencio para que no se enterasen los mayores, y de "jugar a la chita, callando" vendría esta expresión.

Por otra parte, entrando en materia de lengua, sabemos que el gerundio, en su uso desplazado (cuando no funciona como verbo) , puede complementar a un sustantivo concertando con él en género y número, por lo que no es raro encontrar expresiones que usan "a la chita, callanda", es decir, a la chita silenciosa o muda, para solicitar atención.

AÑO: 1765. Anónimo.

Esto supuesto, ya empiezo
y salga conforme salga,
que haciendo lo que yo pueda
suplirán todas mis faltas.
Cuenta, mosquetero,
con escucharla.

A ver si ahora consigo
que os caiga en gracia.
¡Ay, morenitos míos,
mis queriditos,
mis puliditos
mosqueteritos,
chita; callanda!

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¡Oigan, oigan, que empiezo! ¡Chita y callanda! AÑO: 1778. Anónimo. "La gitanilla afortunada".

Concluimos, en fin, que una vez más es una tradición popular la que pone entre nuestros modismos el sentido de esta expresión: con sigilo y sin que nadie se entere, hay quien puede aprovecharse de los demás para su propia ganancia.
¡Fíate tú de las mosquitas muertas!

Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)"  http://educacion-ne.es/refranes.htm

Ejercicio propuesto : Nos fijamos en el uso de las formas no personales del verbo. Igual que encontramos "callandito" o "callanda"¿cuántos gerundios en uso desplazado conocemos o podemos construir?

 

martes, 6 de julio de 2021

Refrán en mano- "Al hombre de dos caras, mal rayo le parta"

Tenemos aquí un ejemplo de "dos por uno", como en las ofertas de los supermercados: las expresiones que atribuyen "dos caras" a una persona y el modismo "¡mal rayo le parta!".

Ya vimos en "cada moneda tiene dos caras" un sentido de "bueno y malo", "la cara y la cruz" que presenta tantas veces la vida.

Pero, aunque parecido, no tiene el mismo sentido aquí, ya que un hombre de dos caras es un hipócrita, alguien que muestra una expresión agradable cuando por detrás piensa otra cosa o tal vez hasta esté haciendo daño.

Por otro lado, la expresión ¡mal rayo le parta!, muestra de indignación (bastante generalizada, por ejemplo en Andalucía) por la que se le desea a una persona lo peor después de haberse portado mal con quien lo dice.

Y es que en periodo de tormenta y cuando los rayos y truenos pueblan la atmósfera, era bastante habitual para quien le pillara en despoblado, el morir "partido por un rayo", dado que la electricidad atraviesa el cuerpo, como partiéndolo en dos.

Normalmente estas expresiones, así como "maldita sea su estampa", "mala puñalá le den", etc., no contienen verdaderamente el deseo de que se produzca lo que en ellas se dice, sino que tienen la misma categoría de insulto o desahogo que puedan tener en la época, por ejemplo: "¡ lleven los diablos!", "Pardiez", "hi de puta", mientras que ahora utilizamos a veces expresiones tan malsonantes que prefiero no reflejar aquí, aun cuando de tanto usarse hayan perdido su sentido original junto a otras más suaves como "degraciado", "mala persona", etc.

Tenemos un ejemplo de esta expresión en el inmortal "Don Juan Tenorio" de Zorrilla, cuando conocemos al protagonista y en el inicio, cansado del jaleo que hay en la posada donde se ha puesto a escribir, dice:

¡Cuán gritan esos malditos!
Pero, ¡mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos! 
 
 Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)"  http://educacion-ne.es/refranes.htm
  
Propuesta de ejercicio: ¿Cuántas expresiones que muestran enfado conocéis?

martes, 29 de junio de 2021

Refrán en mano- "A carnicera por barba, y caiga quien caiga"

Es de muchos conocido que, en un reparto, "por barba" o "a escote" sirve para indicar uno por persona; por lo que se suele decir "tocamos a tanto por barba" o "pagamos a escote".
 
mariannavarro.net.Refranes
Pero también hay que señalar que aquí lo que se reparte no son mujeres dedicadas al oficio de la carnicería, sino que las "carniceras" en cuestión eran unas unidades de peso para carne y pescado en la corona de Aragón.
Las llamadas libras carniceras eran aproximadamente 36 onzas, y dado que una onza son 38,35 gramos, es fácil deducir que 1.380,6 gramos de carne o pescado eran bastante comida.

Pues bien, nos cuenta Romualdo Nogués en "Cuentos, dichos, anécdotas y modismos aragoneses que da a la estampa un soldado viejo natural de Borja" (1881) que en el rico monasterio de Veruela, próximo a Tarazona (Zaragoza), los monjes consumían tres carniceras en su dieta cotidiana. Queriendo el abad limitar el número de enfermedades por semejante exceso, los monjes protestaron y en el "regateo" subsiguiente concluyeron: "a carnicera por barba, y caiga quien caiga".

Es decir, kilo y cuarto de comida para cada uno sin importar las consecuencias... lo que no estaba nada mal.
 
De ahí pasó a utilizarse como frase hecha para llamar glotones a los comensales en un banquete.

 Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)"  http://educacion-ne.es/refranes.htm
 
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Ejercicio propuesto:

Aunque es bien frecuente en el refranero el uso del doble sentido y la ambigüedad en base a la POLISEMIA, todavía no hemos practicado con ello; 





Repasemos y ahora... ¿por qué no reflexionar sobre dichas palabras?

Empezamos precisamente con éstas: carnicero, carnicera, carnicería... ¿Qué significados puede tener según el contexto?


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jueves, 24 de junio de 2021

Refrán en mano- ¡Fiate tú de las mosquitas muertas!

Con el fin de unificar esfuerzos, he decidido cerrar mi blog refranenmano y trasladarlo aquí en consideración a quienes sí lo seguís. Gracias por ello.

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Más vale refrán en mano: "¡Fíate tú de las mosquitas muertas!"

En la tradición popular, se llaman "moscones" a los hombres que molestan a la mujer con su cortejo. El hecho de que se use el femenino en este refrán ha dado lugar a pensar que se refiere a las mujeres taimadas que conquistan y embaucan al "pobrecito" que se enamora de ellas para utilizarle a su antojo.

 

Pues bien, centrándonos en el dicho, debemos recurrir a la entomología (ciencia que estudia a los insectos) para comprender de dónde viene:

 

Es costumbre en algunas especies, para asegurar su supervivencia, hacer creer al supuesto atacante que están muertos o que son absolutamente inofensivos permaneciendo totalmente inmóviles, de modo que pueden atacarle cuando éste se confía.

 

Por tanto, en este refrán el imperativo suele aplicarse con sentido irónico como aviso contra las personas traicioneras - no importa el sexo - que mediante halagos y palabras dulces esconden una perversa intención aparentando ser lo que no son. Se muestran como gente de confianza, sin peligro alguno, y nos defraudan cuando menos se espera.


 Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)"  http://educacion-ne.es/refranes.htm

 

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Es en la corte y en círculos de poder donde más suelen darse este tipo de personajillos; pero también al ciudadano "de a pie" le rondan esos insectos, personajes dignos de lástima que, sin respeto a la palabra y a la confianza puesta en ellos, traicionan para conseguir su propio interés. No obstante, también es verdad que los hay que se ven obligados a serlo para poder mantenerse.

 

Siguiendo con nuestra costumbre de aconsejaros lecturas de interés relacionadas con el tema, menciono en esta ocasión "Boquitas pintadas" de Manuel Puig con un interesante comentario que relaciona los tangos que son interludio entre las escenas, con su contenido.