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viernes, 5 de agosto de 2022

Refrán en mano.- "Cada mochuelo, a su olivo"

 Se usa con el mismo sentido que el dicho de "Cada uno en su casa y Dios en la de todos", puesto que el mochuelo (ave rapaz de la familia de los búhos) suele habitar en los olivos, ya que vive de los insectos, roedores y pequeña fauna que habita el olivar.

Parece que la expresión viene de que cada trabajador tenía un olivo adjudicado para la faena de "varear" y desprender las aceitunas del árbol. 

De ahí viene el consejo: que cada uno debe atender a sus asuntos y saber cuál es su sitio.

También se suele utilizar al dar por terminada una reunión, indicando que cada quién puede regresar a su casa o tarea.
 

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¿Recordáis más expresiones que aconsejan no meterse en asunto de otros?

lunes, 4 de julio de 2022

Refrán en mano - ¡Cada loco con su tema!

Esto solemos exclamar cuando vemos que en una conversación cada uno va por su lado o empiezan todos a hablar sin escuchar a los demás, enfrascados en aquello que les preocupa o la idea que quieren defender. ¡Cuántos debates públicos vemos desarrollarse así!

En este caso el tema de este loco (loca) que esto escribe es el del refranero (por si no lo habíais notado ;)), y me satisface encontrarlos como fuente de temas de actualidad.

Esto es lo que sucede en esta canción de Serrat, magnífico y admirado cantautor.
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Copio la letra, os ofrezco el vídeo y someto a vuestra consideración el hallar los refranes y frases hechas con los que juega el autor.



 
 
Cada loco con su tema,
contra gustos no hay disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, soy partidario
de las voces de la calle
más que del diccionario,
me privan más los barrios
que el centro de la ciudad
y los artesanos más que la factoría,
la razón que la fuerza,
el instinto que la urbanidad
y un sioux más que el Séptimo de Caballería.

Prefiero los caminos a las fronteras
y una mariposa al Rockefeller Center
y el farero de Capdepera
al vigía de Occidente.

Prefiero querer a poder,
palpar a pisar,
ganar a perder,
besar a reñir,
bailar a desfilar
y disfrutar a medir.

Prefiero volar a correr,
hacer a pensar,
 
amar a querer,
tomar a pedir.

Antes que nada soy
partidario de vivir.

Cada loco con su tema,
que contra gustos no hay ni puede haber disputas:
artefactos, bestias, hombres y mujeres,
cada uno es como es,
cada quién es cada cual
y baja las escaleras como quiere.

Pero, puestos a escoger, prefiero
un buen polvo a un rapapolvo
y un bombero a un bombardero,
crecer a sentar cabeza,
prefiero la carne al metal
y las ventanas a las ventanillas,
un lunar de tu cara
a la Pinacoteca Nacional
y la revolución a las pesadillas.

Prefiero, el tiempo al oro,
la vida al sueño,
el perro al collar,
las nueces al ruido
y al sabio por conocer
a los locos conocidos.

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