"De
grandes cenas, están las sepulturas llenas"
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La
verdad es que no he podido encontrar mucho acerca de las causas
fisiológicas que corroboren este aserto. Y entre lo que he encontrado
hay opiniones para todos los gustos, así que para su explicación me
quedo con los que más creíbles me han parecido:
En
primer lugar se habla de los "adipocitos": funcionan como parte
del sistema inmunitario y ayudan a controlar la acumulación de grasas.
Pero parece ser que estas células descansan también durante nuestro
sueño, por lo que en una persona ya sobrecargada de materia grasa, y al
carecer de esta ayuda en el difícil proceso de la digestión, se
multiplican las posibilidades de una congestión que la lleve a la
muerte.
Relacionado con los excesos de las "grandes cenas" se halla el abuso del
alcohol, causa de cirrosis y coma hepático en metabolismos ya alterados
por el hábito de beber a menudo y en demasía.
Por
todo ello, el refranero nos indica: "Desayuna como un rey, come como
un señor y cena como un pobre".
Claro
que de todos es sabido, sobre todo en las suculentas y apetitosas cenas tradicionales
de Nochebuena y Fin de Año, que no hay nada mejor que hacer una sobremesa larga y dejar que
el cuerpo realice la digestión antes de irnos a dormir ;).
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A cenas y banquetes excesivos se les llama
"pantagruélicos". Si os interesa acercaros al porqué, procede de la obra
de François Rabelais :
Gargantua et Pantagruel (1532).
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