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lunes, 24 de junio de 2013

¡Qué solos se quedan los vivos!: Crónica de una despedida.(1)

Así titulé el escrito que dediqué a mi padre, del que integro un párrafo dentro del comentario a "La ridícula idea de no volver a verte", de Rosa Montero. Creo que es de honor compartirlo en su totalidad, imagino que por su extensión ocupará varias entradas. Pretendía ser un desahogo íntimo (muchas veces, escribir ayuda a expulsar sentimientos que te ahogan y que por diversos motivos no sabes expresar de otro modo). Así que aquí queda este homenaje a ti, papá. Allá donde estés, sigues aquí. Te quise y te quiero mucho.

Tiene 78 años, y el pelo blanco, muy blanco. Los ojos blanquecinos por la catarata que no vale la pena operar. Llegaron a meterle en quirófano, pero una vez allí, y ya dormido, el oftalmólogo vio tan dañados los ojos que no quiso tocarlo. Una prueba más en la vida, otra ilusión perdida… ¡con lo que le costó tomar la decisión de operarse!. Cuenta que una bomba en la guerra civil, cuando él tenía tan solo 10 años, explotó tan cerca que le provocó un derrame.

Nunca quisieron hablar de ello. Retazos de conversaciones, comentarios aquí y allá fueron reconstruyendo esa terrible época. 
 
 ¡Dichosa guerra!. Ocho hermanos, siete varones y una chica, quedaron solos con su madre, casi en la calle. Hasta los colchones les quitaron. A la llegada de los “nacionales” (les había tocado en zona “roja”, sin saber por qué -como a tantos y tantos españoles que de repente eran enemigos de guerra por culpa de una imaginaria línea divisoria-, acusaron a su padre, mi abuelo, que aparece en la foto de boda de papá y mamá con un parecido impresionante a la apariencia que tiene su hijo ahora (cara diminuta de tan enjuta, rapado pelo blanco al estilo militar, erguido, esbelto aun a su edad y con una orgullosa sonrisa de dientes postizos -o sin dientes, quizás- y de hombre “bueno” en el sentido machadiano), le acusaron, digo, de no-sé-qué-historias por ser carabinero y acabó en la cárcel mientras que sus hijos y su mujer comían cáscara de patatas y guisos, naturalmente, sin aceite. 
 
 Anécdotas que la pátina del tiempo se encarga de suavizar y comentarios que ayudan a saber lo inmisericorde que puede llegar a ser una guerra. Recuerdo que un día mamá olvidó poner aceite en un guiso y papá le comentó: “Sabe igual que el que hacía mi madre”. Y entonces fue cuando se dio cuenta del ingrediente que faltaba, comentando luego: “claro, qué aceite iba a poner la pobre mía…”.
Nunca vio bien. Sus gafas de “culo de vaso” con esos círculos concéntricos que hacían ver unos ojos  diminutos en el centro, han ido con él siempre. Así le recuerdo desde niña. La pérdida gradual de visión, el acercarse el papel a la nariz para poder ver, lector impenitente, hasta que ya no pudo leer más. Jamás en vida de mamá llegó a reconocer que no veía. Incluso ahora sigue diciendo que ve. Sombras… pero que ve. No es cierto. No nos distingue a no ser que le saludemos. Pero es una reacción muy propia de quien no quiere verse desvalido, de quien no quiere molestar ni depender de los demás. Del ser independiente, orgulloso y autosuficiente que ha sido siempre.
  Ahora las arrugas lógicas del tiempo que se han acumulado por la vida, se han acelerado notoriamente desde hace un año hasta esta parte. Desde que murió mamá: su compañera desde hacía 59 años, su lazarillo y razón de vivir.

 
 Desde entonces todo su afán es cerrar capítulos. Completar todo lo que dejó preparado para ella, para cuando él faltase (jamás pensó ni remotamente que ella se iría antes que él) y pasarlo a sus hijos "tal y como ella hubiera dispuesto".
 ¡Se fue tan inesperadamente!. El terrible atentado en la estación de Atocha el día 21 de Marzo de 2004. La inconcebible masacre de inocentes. El revuelo. La tensión por no saber de nosotros, los  hijos que tomábamos ese tren, hasta bien entrada la mañana…
 Su corazón no resistió, y el día 23 de Marzo de 2004, sentada en su sillón del tresillo del cuarto de estar, frente a la tele, con los pies en alto en su escabel, esperando la llegada de mi hermano soltero, se quedó dormida para siempre. Papá, a su lado, en el sillón gemelo, escuchaba más que veía el noticiario de las tres. No notó nada. No oyó nada. Simplemente su corazón dejó de latir. Se fue y nos dejó ese enorme vacío de las despedidas incompletas, la impotencia del hecho consumado sin posibilidad de vuelta atrás, de las cosas que hubiéramos hecho o dicho y dejamos de hacer o decir porque parece que siempre habrá tiempo, o simplemente porque la rutina cotidiana obliga a pensar antes en cuestiones del día a día. Y te fuiste, mamá. Y el vacío que dejaste fue enorme, enorme.

Para solucionar esos asuntos, me pidió que le acompañara. He ido de viaje con él. Dos días intensos, lunes y martes, en coche. Íbamos a cerrar otro capítulo: la venta del piso en el pueblo donde tantos recuerdos se han amontonado. Donde pasaban los meses “buenos”, de abril a septiembre y donde íbamos invariablemente en las vacaciones de verano a pasar unos días con nuestros hijos, sus nietos. Los muebles y enseres indispensables, el mar, que se veía desde nuestro asiento en la mesa, y sobre todo, sus cuidados, sus guisos… ¡Ya no tenía sentido sin ella!
 
 Jamás había hablado tanto con él, y sin embargo he sido, creo, la que más lo ha hecho. He sentido siempre algo especial por él. Ya desde niña, cuando cruzaba la calle al verle llegar, sin mirar, loca por abrazarle. Cuando tenía que regañarme por hacerlo a pesar de su satisfacción y su ternura ante esa muestra de cariño. Este viaje me ha dejado tal carga emocional que me pasé el miércoles llorando. Pero agradezco la oportunidad de haberlo podido hacer. Mi padre, el bastión familiar, el cabeza de familia autoritario y protector, mi hombre-modelo desde pequeña, a quien he admirado, respetado y querido no por ser mi padre, no: por ser “persona”, por su saber estar, por su ansia de saber, el respeto a la cultura, por su sentido del deber, por su amor a mamá... por tantas y tantas cosas compartidas con él cuando mamá cayó enferma tras el parto de mi hermano pequeño, cuando los médicos no daban con lo que tenía y ella se debilitaba poco a poco pasando tantas temporadas en el hospital que el "nene", como le llamábamos los mayores, con su media lengua le decía cada vez que los veía salir : "Un beso mamá, pero la maleta no la lleves ¿no?"

 
 Cinco hermanos. Yo, la segunda en orden de nacimiento y primera chica, tenía 9 años. Papá me enseñó a cocinar (¡ay! esos despistes de las judías con chorizo sin chorizo o esas patatas con carne sin refrito). Me ayudó en mis deberes escolares (nunca quiso que dejáramos de estudiar) y en el hospital pidió a mamá que le enseñara a hacer un festón y un ojal para que yo lo pudiera presentar en mis deberes del Instituto. Aún guardo ese cuadernito de cartulina azul con cuadritos de batista blanca envueltos en papel transparente donde lucen mis vainicas simples y dobles, mis puntos de cruz, el festón ondulado y el ojal con su correspondiente botón...
 
Recuerdo, al levantarnos, los bocadillos preparados con esmero por papá antes de salir a su trabajo, en riguroso orden de tamaño por edad, para que así supiéramos cada uno cuál era el nuestro, cuidadosamente envueltos en papel de periódico. Las charlas y comentarios durante la comida en la que, también por riguroso orden de edad, cada uno contábamos nuestras anécdotas del día... El verle llorar detrás de cualquier rincón, a escondidas, cuando pasaba algo ante lo que se veía impotente. Como aquella vez que estuvimos a punto de provocar un incendio porque se retrasó – del trabajo iba al hospital a estar con mamá- y hacía tanto frío que nos atrevimos a intentar encender la estufa de leña sin haber abierto el tiro para la salida de humos.  Esas llamas ruidosas y amenazadoras… Los cinco, de 3 a 13 años, aterrados. Salimos corriendo a buscar ayuda, que nos dio el señor Julián, el amable portero.
 
Todo estaba bien ya cuando papá regresó. Pero llorando y entre hipidos, hablando todos a la vez a su alrededor, desahogamos nuestra terrible impresión. Cuando se fue el portero, nos quedamos en silencio, sentados ante la tele, esperando. Sólo al verle aparecer volvieron las cosas a su ser.
 Recuerdo también el sentarnos a hacer los deberes mientras él atendía papeles o leía el periódico para que pudiéramos preguntarle cualquier duda. Invariablemente nos hacía recurrir a la enorme enciclopedia de dos tomos, verde, que nos certificaba si lo explicado era correcto o qué más podíamos aprender acerca de ello. Hermosa costumbre que los hijos hemos mantenido con los nuestros, con sus nietos.
 
Fue un chico despierto en el colegio. La posguerra y la falta de recursos hacían imposible una mayor formación cultural. En todo tiempo fue autodidacta, lo que no impidió que, al poder entrar en el ejército gracias a la recomendación del curita del pueblo (su hermano el mayor, Antonio, murió en el exilio, y los dos siguientes vieron cerrado ese camino por ser “hijos de rojo”), pudiera ir ascendiendo como “chusquero”, es decir, por años de escalafón y tras los cursos en la Academia que correspondiese (que significaban temporadas ausente), los enormes listados aprendidos de memoria de ríos, montes, poblaciones, que le ayudábamos a repasar “tomándole examen”, los mapas mudos…
Y luego, el traslado, el cambio de destino obligatorio entre los sitios vacantes hasta que se diera la posibilidad de elegir. Todo esto, no impidió, decía, que enseñara a otros que hicieron la “mili” con él. Así, nuestro “tito Oliva”, llamado así por ser personaje más presente en nuestras vidas que nuestros propios tíos, aprendió a leer y los conocimientos básicos suficientes para poder ascender y dedicarse también a la carrera militar. Siempre orgulloso de ser amigo de papá, de ser nuestro “tito” (mi primer regalo fue el suyo: un sonajero. Y aún mejor, el juego de pluma y bolígrafo al terminar mi carrera y llevar a sus hijos al centro donde yo enseñaba para presumir con orgullo de que fuera yo su profesora).
Más adelante pedían estudios oficiales para poder seguir ascendiendo y, sin ningún reparo, hizo el Bachillerato elemental y luego el superior apoyándose en nosotros, en nuestras explicaciones, compartiendo clases con niños y adolescentes.
 
Ahora, ciego, se ve impotente, resuelto una vez más a no dejarse vencer ni verse desvalido, pero con miedo. No quiere molestar, pero lo hace, se pone y nos pone en riesgos.
 
Estando yo descargando el coche, sacando cosas del maletero, papá pidió que le diera algún bulto, y mientras yo estaba terminando de sacar otros, veo que echa a andar por la misma carretera, sin darse cuenta de que un coche torcía la esquina.

 
- ¡Papá! , le grité asustadísima.
 

Dejé todo tal cual y me acerqué a él con la intención de colocarle en la acera.
- ¡No hagas eso nunca más!, le reprendí como a un niño.

 
- ¡A mí no me grites!, se revolvió. ¡No sé a quién crees que le hablas, con esos modos!
 
En un intento de distender la situación bromeando, le dije, sonriendo:
 
- ¡A quién me pareceré!
 
- ¡Pero tú eres una mujer! –respondió.
 
- ¡Vaya, hombre! ¿Y por ser mujer…?
 
Lo dejé así. Difícil cambiar convicciones de toda una vida y menos discutir sobre ellas en una situación semejante.
 
No se da cuenta de que con esa actitud no deja que le devolvamos la mitad de lo que por nosotros hizo. Y creo que le entiendo. Siendo lo que ha sido y viéndole como le veo comprendo perfectamente su rebelión. Estoy convencida de que no querría verme en su situación.

 
(Continúa)

 

martes, 13 de febrero de 2024

13 de febrero - #Diadelaradio. #13yMartes.

  Día trece... y martes. ¿Supersticioso?

https://educacion-ne.blogspot.com/2022/12/refran-en-mano-en-trece-y-martes.html

se celebra el DÍA MUNDIAL DE LA RADIO

 
 para reconocer el valor de un medio de comunicación que favorece la diversidad y la difusión del discurso democrático. En su 12ª edición, lleva el lema ‘Radio y paz’.

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 Autores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha

- de  1948, Juan INTROINI, escritor, filólogo, latinista y profesor uruguayo fallecido el  6 de julio de 2013, autor de ensayos sobre tradición y literatura clásica, literatura uruguaya, traducciones de literatura en latín y cuatro libros de cuentos. El 8 de noviembre de 2011 fue elegido para ocupar el sillón «Javier de Viana» de la Academia Nacional de Letras del Uruguay.
Ensayos: Séneca. Apocolocyntosis del divino Claudio, 1996. La ninfa en la selva. Literatura uruguaya y tradición clásica (con Victoria Herrera, 2008). Viejas liras y nuevos vates. Literatura uruguaya y tradición clásica (con Victoria Herrera y L. Augusto Moreira, 2011).
CuentosEl intruso (1989), La llave de plata (1995), La tumba (2002), Enmascarado (2007) y El canto de los alacranes (2013, publicación póstuma).

Las manos eran grandes, excesivamente grandes en relación al cuerpo del hombre y se duplicaban inmóviles sobre la superficie del escritorio. Estaban salpicadas aquí y allá de cicatrices, pequeños costurones y huellas de algún rasguño reciente. Los dedos eran largos, poderosos. Delataban una tensión animal en acecho. Las uñas, que brillaban cuidadosamente recortadas, nacaradas con esmero, eran nueve: se destacaba la falange ausente del meñique de la mano izquierda. Erguida entre el pulgar y el índice de la mano derecha, una pequeña lima apuntaba hacia el techo.
Las manos descansaban sobre la superficie aséptica de un escritorio de cármica con patas metálicas. Estaban acompañadas por una breve columna de expedientes apilados, un block para anotaciones, una lámpara encendida y dos vasos alargados: uno contenía lápices y bolígrafos, del otro asomaba una solitaria rosa encarnada, único detalle fresco y vívido en esa oficina lóbrega.
La mano izquierda se sacudió apenas el letargo y con un gesto lacónico le indicó la estrecha silla que enfrentaba el escritorio. Oliveira contempló los bultos de los enormes archivos que llegaban hasta el techo y parecían ocupar toda la habitación. Después, sus ojos soñadores volvieron al cono de luz en que yacían las manos, otra vez inmóviles, y ascendieron hacia la cara del hombre procurando, sin lograrlo, no dejarse atrapar por el ojo de vidrio.
–Osorio– dijo el hombre con voz levemente aflautada, mientras sus labios esbozaron una sonrisa mecánica, dejando asomar una doble hilera de dientes blanquísimos, chillonamente postizos. –Pero llámeme Tumba o La Tumba, como prefiera –agregó–; aquí todos me llaman así.

(Fragmento del cuento La tumba)

Fallecieron en esta fecha

- de  1986, Geno DÍAZ, escritor y dibujante argentino nacido en fecha indeterminada del 1926.
Durante las décadas de 1960 y 1970 participó de varios espectáculos teatrales, dando monólogos junto a artistas como Eduardo Falú, Les Luthiers, Nacha Guevara, Los Andariegos, etc.
En 1977, tras publicar varios libros de dibujos e ilustraciones, publicó su primera novela, Los desangelados un policial que se convirtió en un gran éxito, y que fue llevado al cine en 1980 con el nombre Sentimental (Réquiem para un amigo). Dos años más tarde le siguió Moriré sin conocer Disneylandia, novela que ronda entre el género policial y la literatura humorística. En 1982 colaboró con la renovada revista Caras y Caretas.
En 1984 publicó Genocidio II, suerte de autobiografía humorística mezclada con lo que serían sus "diarios de viaje" y con una recopilación de algunos de sus mejores trabajos como dibujante. Ese año fue premiado por la Fundación Konex en la categoría Literatura de humor.
Su última obra fue la novela Kermesse, editada en 1985.
Murió como consecuencia de un enfisema pulmonar.

jueves, 2 de noviembre de 2023

2 de noviembre - #DíaDeDIFUNTOS. Odisseas Elytis. Maria Larrea.

 Siguiendo con las celebraciones luctuosas de este largo fin de semana, se conmemora el  Día de los DIFUNTOS o Día de los MUERTOS.

Así como el día de ayer era dedicado a quienes ya hallaron la paz eterna, la celebración de una fiesta dedicada a los difuntos persigue en la mayoría de culturas el objetivo de apaciguar a los muertos más recientes que vagan aún por la tierra sin encontrar el lugar de reposo (para la Iglesia Cristiana Católica ese lugar por el cual vagan se llama Purgatorio).
Documentos históricos señalan que estas celebraciones en realidad comenzaron como una fiesta para recordar a personas que, debido a su maldad, habían sido destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5–7; 7:11.)
 En el centro y sur de México y en América Central (que en conjunto componen la región conocida como Mesoamérica) esta celebración se combinó con elementos de indigenismo y del sincretismo resultó una original celebración en el Día de Muertos, distinta de las otras naciones católicas. Esta fiesta incluye por tradición un Altar de muertos que consiste en una serie de adornos florales acompañados de la comida favorita del difunto; además de fotografías y otros detalles.

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Autores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha

 - de 1910, Enrique MOLINA, poeta argentino. Fallecido el 13 de noviembre de 1997, fue uno de los más destacados representantes del surrealismo en la literatura de la Argentina.  Fundó en 1952, con Aldo Pellegrini, la revista "A Partir de Cero".
Publicó, además de numerosos libros de poesía, la novela Una sombra en la que sueña Camila O'Gorman, inspirada en la historia de amor del sacerdote católico tucumano Ladislao Gutiérrez, que escandalizó a Buenos Aires en el siglo XIX y tuvo un final trágico.
Otras obras: Las cosas y el delirio (1941), Pasiones terrestres (1946), Costumbres errantes o la redondez de la Tierra (1951), Amantes antípodas (1961), Fuego libre (1962),Las bellas furias (1966), Monzón Napalm (1968), Los últimos soles (1980), El ala de la gaviota (1985).

La dulzura de recordar el sol en la espiral del sueño
y el vano poder de haber ido tan lejos.
Es tan extraño perdurar, oír aún
la grave letanía de los huesos y el hechizo del mundo.
Déjame ver, déjame ver:
alguien me condujo hasta aquí y se oculta,
cubierto de grandes praderas, de climas,
refugios baldíos, luces que brillan
en el faro donde la tierra termina.
Salido de lugares inciertos, de trópicos y lluvias,
voraz como fuego, intruso,
la huella de sus dientes y sus besos en la manzana.
¿De quién es ese rostro desconocido entrevisto
donde se pierde? Es incierto y ansioso
extraviado en la fábula oscura de mi vida.
Adiós, sombra mía.
('Algún vestigio de tu paso')

- de 1911, Odysseas ELYTIS, poeta griego fallecido un 18 de marzo de 1996, fue premio Nobel de literatura en 1979.
En el contexto de la literatura griega, pertenece a la generación literaria de los años 1930 y fue distinguido en 1960 con el Premio Nacional Griego de Poesía. Es conocido, especialmente, por su extenso poema de 1959 To axion estí (traducido como Dignum est en su versión en español). Fue denominado «El Poeta de la Luz» debido al papel central que ésta desempeña en su poesía.
 En 1948 viajó a Suiza, para instalarse luego en París, donde cursó clases de filosofía en la Sorbona. En París fue miembro fundador de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y tuvo la oportunidad de conocer a André Breton, Paul Éluard, Albert Camus, Tristan Tzara, Pierre Jean Jouve, Joan Miró y otros artistas e intelectuales.
De acuerdo con la comunicación oficial, le fue concedido el premio Nobel "por su poesía, que teniendo como fondo la tradición griega, pinta con fuerza sensible y creadora y sagacidad intelectual la lucha del hombre moderno por la libertad y la creación".
La recopilación Dignum Est y otros poemas (Barcelona, 2008), tr. Cristián Carandell, recoge una muestra amplia de la trayectoria de Elytis, desde Orientaciones hasta De cerca.

La voz se corta en el trémulo viento y en sus árboles ocultos tú respiras
¡Es rubia cada página de tu sueño y según mueves tus dedos un incendio se esparce
Dentro de mí con vestigios tomados del sol! Y propicio sopla el mundo de las imágenes
Y el mañana exhibe totalmente desnudo su pecho marcado por la inmutable estrella
Que anochece la mirada como cuando va a agotar un firmamento
Oh no florezcas más en los párpados
Oh no remuevas más en las matas del sueño
Sabes qué suplica en los dedos enciende
el aceite que guarda los portales del alba
Qué fresca revelación susurra en la espera el recuerdo convertido en hierba
Allí donde tiene esperanza el mundo ¡Allí donde el hombre no quiere sino ser hombre
En soledad y sin ningún Destino!

('Dormida', de "Orientaciones" )

- de 1950, George BERNARD SHAW, dramaturgo y periodista irlandés, Premio Nobel de Literatura en 1925. Nació el 26 de julio de 1856.

 Fue un socialista notable, destacado miembro de la Sociedad Fabiana, que buscaba la transformación de la sociedad a través de métodos no revolucionarios.
Shaw se volvió vegetariano cuando tenía veinticinco años, después de una lectura de H. F. Lester (Escenas en el matadero, 1892). En 1901, rememorando la experiencia, dijo: «Fui caníbal durante veinticinco años. Por el resto de tiempo, he sido vegetariano». Como convencido vegetariano, fue un firme anti-viviseccionista y antagonista de deportes crueles con animales por el resto de su vida. La inmoralidad de comer animales fue una de las causas más cercanas a su corazón y es un tópico frecuente en sus obras y prefacios. Su posición, mantenida sucintamente, fue: «Un hombre de mi intensidad espiritual no come cadáveres».
Entre sus obras con más proyección,  Pigmalión y My Fair Lady (de la que surgió la afamada obra musical).

LA MADRE.—La verdad, Freddy, es que tú eres muy torpe. Anda, vete otra vez y no vuelvas sin un coche. No podemos pasar la noche aquí.
FREDDY.—Si os empeñáis, iré; pero me calaré en tonto.
LA HIJA.—Como lo que eres. A ti todo te sale por una friolera, mientras tanto…
FREDDY.—Bueno, bueno; no hables más, y sea lo que Dios quiera. (Abre su paraguas y sale corriendo, pero tropieza con una florista que viene precipitadamente para resguardarse de la lluvia, y cuyo canasto de flores se cae al suelo de modo astimoso. Un relámpago deslumbrador seguido de fuerte trueno ilumina el incidente.)
LA FLORISTA.—¡Anda, pasmao! ¡Vaya con el señorito cegato! Nos ha amolao el cuatro ojos. ¡Ay, qué leñe!
FREDDY.—Bastante lo siento, pero tengo prisa. (Escapa corriendo.)
LA FLORISTA.—(Recogiendo sus flores y volviendo a colocarlas en el canasto.) Vaya unas maneras que tienen algunos! ¡Moño, las tienen de…! ¡Y poco barro que hay! ¡Pues ya nos hemos ganao el jornal! (Se agacha y sigue arreglando sus flores lo mejor que puede, al lado de la señora. No es una muchacha muy hermosa. Tiene unos dieciséis años. Su traje modesto está bastante ajado.unos  Su calzado se halla en mal estado. Su tez atestigua el efecto continuo de la intemperie. No es que, en general, no esté limpia y algo cuidada; pero, al lado de las señoras elegantes, el contraste es bastante grande. Sin embargo, se ve que con un poco de cuidado sería una muchacha muy aceptable.)
LA MADRE.—No sea usted deslenguada, que mi hijo lo hizo sin querer.

LA FLORISTA.—Anda, ¿conque es hijo de usted, señora? Bien. Pues mire: podrá usted pagarme las flores estropeás. No se figure usted que a mí me las regalan.
LA HIJA.—¡Pagarle las flores! No faltaba más; haber tenido usted cuidado.
LA MADRE.—Ten juicio, Clara, que la chica sale perjudicada. ¿Tienes dinero suelto?
LA HIJA.—No llevo más que una pieza de seis peniques.
LA MADRE.—Pues venga. Toma, chica, por lo que te han estropeado.
LA FLORISTA.—Muchísimas gracias, señora, y que tenga usted mucha saluz.
LA HIJA.—Seis peniques tirados… No vale un penique todo el canasto.
LA MADRE.—Calla, mujer; no vale la pena.
LA FLORISTA.—¡Qué buena es la señora! ¡Si toas fuan así!…
 (Fragmento de Pigmalión)

- de 1979, María LARREA, escritora, guionista, directora de cine y española.​​ Ha ganado el Premio a la primera novela 2022 en Francia por Les gens de Bilbao naissent où ils veulent (Los de Bilbao nacen donde quieren, en español) de carácter autobiográfico -niña adoptada en época postfranquismo- sobra la búsqueda de los orígenes.

  Fallecieron en esta fecha

- de 2003,  Fernando VIZCAÍNO CASAS, nacido un 23 de febrero de 1926, fue un abogado laboralista, periodista y prolífico escritor español. 
Escritor satírico y mordaz, de ideas afines al falangismo (admirador reconocido de José Antonio Primo de Rivera) retrató la sociedad de posguerra y transición con obras como "De camisa vieja a chaqueta nueva" (1976).
  En "Las autonosuyas" (1981) satirizó el debate sobre el Estado de las Autonomías.
 En "Todos al paro" (1995) satiriza la época de gobierno del PSOE. 
La sátira política, la nostalgia, la ironía, el humor corrosivo, las caricaturas apenas disimuladas o explícitas de políticos y otros personajes camaleónicos y acomodaticios del momento, y la visión crítica de los años posteriores al final del franquismo caracterizan buena parte de su narrativa. Muchas de sus obras son testimonio de su nostalgia por personajes, lugares, ámbitos sociales y costumbres desaparecidas en España. Una de sus principales preocupaciones era transmitir su visión del período franquista, del cual afirmaba que sentó las bases para el posterior despegue económico y social español. Vizcaíno Casas sostenía que esa etapa no era transmitida con justicia e imparcialidad a las nuevas generaciones.
Su obra, terminada ya a su fallecimiento, "Nietos de papá: novela de historia-ficción" (2003), fue publicada en edición póstuma.

 La manifestación se estaba desarrollando de una manera perfecta. Como debía ser; que por algo se trataba de la primera manifestación autorizada en la ciudad, luego de cuarenta años (realmente eran tan sólo treinta y siete, pero siempre se redondea) de autocracia. Muchachos con barba negra y brazalete blanco encauzaban a la masa por el centro de la calle, bajo la mirada benévola de las llamadas fuerzas del orden, que no tuvieron que intervenir en una sola ocasión. Al frente de la muchedumbre (10 000 personas, según la agencia Cifra; 20 000, al decir de los que lo vieron; 50 000, según los organizadores), marchaban agarrados por el brazo, sonrientes, gloriosos, los líderes. Y entre ellos, a la derecha (fue una mera coincidencia, que él lamentó muchísimo), Manolo. Manolo iba sin corbata, naturalmente, con pantalones vaqueros y un clavel rojo en el ojal de su chaqueta. Manolo tenía sesenta años, pero no los aparentaba; y eso que al dejarse crecer la barba (por inexcusables razones políticas), le había salido con abundantes canas. (Primer párrafo de 'De camisa nueva a chaqueta vieja')
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 - de 2008, Ricardo PRIETO, escritor uruguayo, dramaturgo, poeta y narrador, nacido un 8 de febrero de 1943.
  Es uno de los dramaturgos uruguayos de mayor proyección internacional. Su obra El huésped vacío ha sido representada reiteradamente en países como Argentina, España y Francia. Su vasta producción teatral abarca tanto el teatro de vanguardia y de pesquisa existencial como la comedia costumbrista.
 Paralelamente a su tarea como autor dramático, cultivó la poesía y escribió cuentos y novelas.
Entre sus obras: Asunto terminado (teatro, 1994), Donde la claridad misma es noche oscura (cuentos, 1994), Pecados mínimos (teatro, 1995), Pequeño canalla (novela, 1997), La buena vida (teatro, 1998), Amados y perversos (novela, 1999), Palabra oculta (poesía, 2000); Tolstoi, el último viaje (teatro, 2005), La oscuridad menos reciente (2005) y Lugares insospechados (cuentos, 2007).

El escenario representa el comedor de una vivienda. Los muebles son viejos. A un costado hay una mesa y cuatro sillas, aparador y vitrina del mismo estilo. En el otro costado hay uno o dos divanes solitarios, únicos sobrevivientes de un juego de sala. Varias porcelanas de mal gusto están diseminadas sobre el aparador. Al foro está la puerta de la cocina, seguida por otra que representa la entrada del baño. Al lado de éste se encuentra la escalera para subir al altillo. En cada escalón hay una maceta con plantas. El corredor que comunica con la calle está situado a la derecha del espectador. A la derecha puede verse el acceso a la zona de los dormitorios. Láminas figurativas de diverso tipo, encuadradas de manera llamativa, están colgadas en las paredes.
Jorge está sentado estudiando. Tiene la televisión encendida a todo volumen. Entra Gloria, la madre. Trae una caldera llena de agua para regar las plantas.
Gloria: (Baja el volumen del televisor.) ¿Pero qué es esto? ¿Vos sos sordo? ¿Cómo vas a estudiar con este ruido?
Jorge: Yo estudio igual.
Gloria: Mentime que me gusta. (Empieza a regar las plantas. Pausa. Jorge descubre que la caja de cigarrillos está vacía y se pone nervioso.)
Jorge: Mamá: ¿podrías prestarme veinte pesos?
Gloria: ¿Y cómo le explico a tu padre que me faltan veinte pesos?
Jorge: Mentile.
Gloria: Nunca lo hago.
Jorge: Son para comprar cigarrillos.
Gloria: No fumes.
Jorge: Linda solución.
Gloria: Tenemos solo doscientos hasta el martes.
Jorge: Te los devuelvo mañana.
Gloria: ¿Cómo?
Jorge: Vendo un libro, qué sé yo.
(Inicio de 'El huesped vacío')

lunes, 4 de marzo de 2024

4 de marzo - #IngenieriaDesarrolloSostenible, #obesidad.

 Es el Día Mundial contra la OBESIDAD

"[...] Como todas las enfermedades crónicas, las causas de la obesidad pueden ser genéticas, psicológicas, socioculturales, económicas y ambientales. Es hora de que rompamos el ciclo de la vergüenza y la culpa y revaluemos nuestro enfoque para abordar esta compleja enfermedad crónica que afecta a 650 millones de personas en todo el mundo". Fuente


Día Mundial de la INGENIERÍA para el DESARROLLO SOSTENIBLE
con el fin de concienciar sobre el papel de la ingeniería en la vida moderna, imprescindible para mitigar los efectos del cambio climático y avanzar en el desarrollo sostenible, especialmente en África y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID).

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   Nacidos en este día
 
- de 1923, Cristóbal ZARAGOZA, escritor español. Citado en su obituario, un 25 de febrero de 1999.
Activo en los movimientos antifranquistas desde el 68, año en el que publica su primera novela "El escándalo del silencio".
Le siguen libros de historia reivindicativos del bando republicano Los generales del pueblo (1977), El levantamiento en África (1977), Ejército popular y militares de la República (1982), etc.
En este sentido su obra Carta de Franco a Vizcaíno Casas (1978), réplica de Y al tercer año resucitó de éste último, le abre las puertas a la popularidad, que consolida tras haber obtenido el premio Ateneo de Sevilla en 1975 con la novela Manú.
 En 1981, con su novela Y Dios en la última playa, gana el premio Planeta. 
Entre sus obras cabe destacar una larga trilogía sobre la Transición: Generaciones, en 1979. Generaciones 2. Del golpe al cambio, en 1988 y Generaciones 3, fábula, en 2013.
 

- de 1925, Jorge MEDINA VIDAL, escritor,  poeta, ensayista, semiólogo, crítico literario y docente universitario uruguayo fallecido un 17 de junio de 2008.
Licenciado en Letras en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, fue profesor de Enseñanza Secundaria del Instituto de Profesores Artigas, y titular de las cátedras de Teoría Literaria y Semiótica de la Facultad de Humanidades y Ciencias y de la Facultad de Arquitectura.
Colaboró con las revistas "Marginalia", "Clinamen", "Altamira", "Aquí poesía", "Cuadernos de Mercedes" y en el diario "El País".
Entre sus obras: "Poemas, poemenos" (1981), "Delmira Agustini: seis ensayos críticos" (1982) y "Poemas. Obra Completa" (1996).
 
- de 1960, Eduardo FRAILE, poeta y editor español.
Publica su primer libro, Ningún otoño es amar..., en 1982. Posteriormente verán la luz NOPOEMA, en 1985, y Tantalalúnala, en 1987.
En estas dos obras aparece un juego continuo y casi malabar con los significantes y los significados de las palabras.
La vertiente más arriesgada de su producción le sitúa en los ámbitos de la poesía visual y experimental. En este sentido, ha mostrado en diversas exposiciones y revistas especializadas propuestas como Pleamor, pROSAS in 12 PINKturas (1991), Números (1992), De las cosas (1994), 5 poemas visuales (1995), CaÓtica (1996), Deconstrucción de la rosa (1999), Anunciación (2000), Poesía Visual Española. Antología incompleta (57 autores, 2007), Cinco miradas (2009), Jitanjáforas  (2020), entre otras. 

 Fallecieron en esta fecha

- de 1977, Andrés CAICEDO, escritor colombiano. Citado un 29 de septiembre, fecha de su nacimiento, en  1951.
 A pesar de su prematura muerte, su obra es considerada como una de las más originales de la literatura colombiana.
Caicedo lideró diferentes movimientos culturales como el grupo literario los Dialogantes, el Cineclub de Cali y la revista Ojo al Cine.
 En 1970 ganó el I Concurso Literario de Cuento de Caracas con su obra "Los dientes de caperucita", lo que le abriría las puertas a un reconocimiento intelectual.
 En su obra ¡Que viva la música! es en donde asegura que vivir más de 25 años era una vergüenza. Justo la edad a la que se suicidó. La mayoría de sus escritos han sido publicados póstumamente.
 
- de 2004, Fernando LÁZARO CARRETER, citado un 13 de abril, data de su nacimiento.

 Filólogo español, figura presente en casi todos los manuales de Lengua Española utilizados en la EGB, ESO y COU, fue déspota profesor de quien esto escribe en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue asimismo académico de la Real Academia Española -sillón R- y su director, de 1992 a 1998.
  Miembro fundador del Consejo Asesor de Estilo del Departamento de Español Urgente de la Agencia EFE, participa activamente en la redacción de su Manual de Español Urgente (1976).  Buena parte de sus escritos de lingüística están recogidos en su libro Estudios de lingüística (1980).
Cómo se comenta un texto en el bachillerato (1957), escrito en colaboración con Evaristo Correa Calderón (1899–1986), tiene un éxito inmediato entre los profesores de secundaria, pues rompe con la tradición de un estudio exclusivamente memorístico de la literatura.
 Posteriormente, y ampliado con otros artículos, cambia su título a Cómo se comenta un texto literario (1974).
Sus artículos de corrección idiomática, basados en los trabajos encargados a sus alumnos durante el curso, se recopilaron en El dardo en la palabra.
 
- de 2005, Rafael MONTESINOS, escritor y poeta español nacido un 30 de septiembre de 1920.
Su nombre es inseparable de la Tertulia Literaria Hispanoamericana, un lugar de referencia para la Historia de la poesía en lengua española de la segunda mitad del siglo XX, que dirigió desde 1952 hasta muy pocos días antes de morir, en marzo de 2005.
Rafael Montesinos supo dotarla de un carácter independiente desde el punto de vista estético, literario y político, sin otra orientación que la sola exigencia de calidad literaria. Con motivo del 40 Aniversario el propio Rafael Montesinos escribió una pequeña recapitulación titulada La memoria y el martes. En 2007 y con motivo de su 55 Aniversario se publicó en edición no venal 55 Años de la Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos (1952-2007) donde se recoge un "censo" de todos los autores tanto españoles como de Hispanoamérica que participaron en la tertulia desde sus orígenes.