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domingo, 17 de mayo de 2020

El hombre que calculaba Final del Cap 5 La regla de tres





    

Momentos después del debate sobre las palabras llegábamos al “Patito Dorado”.
El dueño de la posada se llamaba Salim y había sido empleado de mi padre.
Al verme, gritó sonriente:
 - ¡Alah sea contigo, mi señor! Aguardo tus órdenes ahora y siempre.
Díjele entonces que necesitaba una habitación para mí y para mi amigo Beremís Samir, el calculista, secretario del visir Maluf.
- ¿Ese hombre es un calculista? -exclamó el viejo Salim-. Sí así es, llegó en un momento oportuno para sacarme de un apuro. Acabo de tener una seria divergencia con un joyero. Discutimos largo rato, y de nuestra discusión ha resultado, al final, un problema que no sabemos resolver.
 Al saber que un calculista había llegado a la posada, varias personas se aproximaron, curiosas. El vendedor de joyas fue llamado, y declaró estar interesadísimo en la resolución de ese problema.
- ¿Cuál es el origen de la duda? –preguntó Beremís.
El viejo Salim contestó: - Ese hombre, y señaló al joyero, vino desde Siria a vender joyas en Bagdad, prometiéndome pagar por el hospedaje veinte dracmas si vendía las joyas por 100 dracmas, pagando 35 si las vendía por 200.
Proporción que planteó el mercader de joyas:
200 : 35 = 140 : x
El valor de x es 24,5
Al cabo de varios días de ir y venir de aquí para allá, vendió todo en 140 dracmas.
¿Cuánto debe pagar, en consecuencia, ateniéndose a lo convenido, por concepto de hospedaje?
- Debo pagar apenas 24 dracmas y medio –replicó el mercader sirio-. Si vendiendo a 200 pagaría 35, vendiendo a 140 debo pagar 24 y medio.
- Está equivocado –replicó irritado el viejo Salim-. Por mis cálculos son 28.
Vea usted: si por 100 debía pagar 20, por 140 debo recibir 28.
Proporción que planteó el dueño de la hospedería: 100 : 20 = 140 : x El valor de x es 28.
- Calma, mis amigos –interrumpió el calculista- es preciso encarar las dudas con serenidad y bondad. La precipitación conduce al error y a la discordia. Los resultados que los señores indican están equivocados, según voy a demostrarlo:
Y aclaró el caso del siguiente modo:
- De acuerdo con la combinación hecha, el sirio pagaría 20 dracmas si vendiese las joyas por 100, y se vería obligado a pagar 35 si las vendiese en 200. Tenemos así:
Precio de venta-Precio hospedaje 200-35 100-20
Diferencia: 100-15
Observen que a una diferencia de 100 en el precio de venta, corresponde una diferencia de 15 en el precio del hospedaje. ¿Está claro esto?
- Claro como leche de camello –asintieron ambos.
- Ahora –prosiguió el calculista-, si un acrecentamiento de 100 en la venta produce un aumento de 15 en el hospedaje, un acrecentamiento de 40 (que es los dos quintos de 100) debe producir un aumento de 6 (que es los dos quintos de 15) a favor del posadero.
El pago que corresponde a los 140 dracmas es, pues, 20 más 6, o sea, 26.
Proporción que planteó el calculista: 200 : 15 = 40 : x El valor de x es 6.
Dirigiéndose entonces al joyero sirio, así le habló:
- Mi amigo. Los números, a pesar de su simplicidad aparente, no es raro que engañen, aun al más capaz. Las proporciones, que nos parecen perfectas, nos conducen, a veces, a error. De la incertidumbre de los cálculos es que resulta indiscutible el prestigio de la Matemática.
 De los términos del problema resulta que el señor deberá pagar a hotelero 26 dracmas y no 24 y medio, como al principio sostenía.
Hay todavía una pequeña diferencia que no merece ser considerada y cuya magnitud no puedo expresar numéricamente, por carecer de recursos.
 - El señor tiene razón –asintió el joyero-. Reconozco que mi cálculo estaba equivocado.
Y sin dudar, sacó de su bolsa 26 dracmas y los entregó al viejo Salim, ofreciendo como presente al talentoso Beremís un hermoso anillo de oro con dos piedras oscuras, acompañando el obsequio con expresiones afectuosas.
 Todos los que se hallaban en la posada admiraron la sagacidad del nuevo calculista, cuya fama, día a día, ganaría a grandes pasos la “almenara” del triunfo.
Momentos después, cuando nos encontrábamos a solas, interrogué a Beremís sobre el sentido exacto de una de sus afirmaciones: “De la incertidumbre de los cálculos es que resulta indiscutible el prestigio de la Matemática”.
 El “Hombre que calculaba” me aclaró el concepto:
- Si los cálculos no estuvieran sujetos a dudas y contradicciones, la Matemática sería, al final, de una simplicidad insípida, tibia, apagada, sin interés alguno. (...) Presentándose, sin embargo, aún en las fórmulas más perfectas y rígidas, las dudas, incertidumbres y contradicciones, el matemático toma del carcaj de su inteligencia, sus armas y se apresta a combatir.
Donde el ignorante ve incertidumbre y contradicciones, el geómetra demuestra que existe firmeza y armonía.
El rey Artajerjes preguntó, cierta vez, a Hipócrates de Cos, médico famoso, como debía proceder para combatir de modo eficiente las epidemias que diezmaban al ejército persa.
Hipócrates respondió: “Obligad a todo vuestro cuerpo médico a estudiar Aritmética. Al practicar el estudio de los números y las figuras, los doctores aprenderán a razonar, desenvolviendo sus facultades de inteligencia, y aquel que razona con eficacia es capaz de hallar los medios seguros para combatir cualquier epidemia.”

jueves, 2 de abril de 2020

Rivière.- Necesidades de las personas autistas.


Rivière, 2001. "Autismo. Orientaciones para la intervención educativa". Madrid, Editorial Trotta. p. 58-59)

1. Necesito un mundo estructurado y predecible.

2. Utiliza señales claras. Usa gestos evidentes, para que pueda entender.

3. Evita los ambientes bulliciosos, caóticos, o hiperestimulantes.

4. Dirígeme, no esperes mi iniciativa para establecer interacciones.

5. Evalúa objetivamente mis verdaderas capacidades y actúa en consecuencia.

6. Es fundamental que me proporciones medios para comunicarme.

7. Para tratar de evaluarme o enseñarme, tienes que entender que puedo jugar y compartir el placer con las personas.

Imagen de: http://ayudemosanicolau.blogspot.com.es


8. Muéstrame lo mejor posible lo que me pides que haga.

9. Proporciona a mi conducta consecuencias contingentes y claras.

10. No respetes mi soledad. Procura atraerme y ayúdame a participar .

11. No me plantees siempre las mismas tareas ni actividades. El autista soy yo, no tú.

12. Mis alteraciones de conducta no son contra ti.

13. Para ayudarme, tienes que analizar cuidadosamente mis motivaciones. Me  gustan las interacciones que entiendo, las que son estructuradas, y claras. Hay muchas otras cosas que me
gustan. Estúdialas primero. 
14. Lo que hago no es absurdo. Procura comprender la lógica, incluso de mis conductas más extrañas.
15. Enfoca la educación y el tratamiento en términos positivos sustituyendo conductas nocivas por otras más gratificantes. 
16. Ponme límites, negocia conmigo: me ayuda a saber que existes y que existo. 
17. En general, no interpretes que no quiero, sino que no puedo. 
18. Si quieres que aprenda, tienes que proporcionarme experiencias de aprendizaje sin errores. Adáptalas a mi nivel de desarrollo, y ayúdame a hacer con éxito las tareas que me pides. 
19. Pero evita las ayudas excesivas. 
20. Por ahora, mi problema se mejora sobre todo con la educación. Procura evitar excesos farmacológicos. 
 21. No me compares. Mi desarrollo sigue caminos distintos y quizá más lentos, pero se produce.
22. Ten en cuenta que dominar un signo, un sólo signo, puede cambiar mi vida por completo. 

23. Utiliza frecuentemente códigos viso-espaciales para enseñarme o hacerme entender las cosas.Por ejemplo, los pictogramas que muestran lo que se va a hacer y sirven como “agendas”. 
 24. Plantea actividades funcionales y que puedan tener algún sentido en mi trayectoria personal. 
25. Ten en cuenta que antes de ser autista soy niño, adolescente o adulto. Por muy grave que sea mi trastorno del desarrollo, es mucho más lo que me une que lo que me separa de las otras personas.


martes, 31 de marzo de 2020

¿Por qué se cambia la hora?

Este domingo hemos adelantado una hora, y quizás nos preguntamos el porqué se adelanta la hora en primavera para después atrasarlo en otoño.
Pues el motivo dicen que es el ahorro de energía, pero bien nos tememos que no es otro que el económico: Las estadísticas calculan que el ajuste horario puede llegar a ahorrar un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, un dato que equivale, según los precios de 2014, a unos 300 millones de euros.

- En la economía familiar
Mientras que en verano es cierto que al haber más periodo de luz, ese ahorro puede darse (aunque al adelantar el reloj vuelve a haber un periodo en que necesitamos luz en las casas al ser , por ejemplo, las 7 con iluminación de sol de las 6 de la mañana).
Pero es que está todavía menos claro en invierno, puesto que nos levantamos de noche y volvemos a casa en la oscuridad y a las 19 horas ya están las farolas encendidas.
En fin, que me temo que ese ahorro está pensado, una vez más para los grandes capitales y empresas. Habrá que ser bien pensados y confiar en que "ellos" saben y esperar a que los motivos no sean engordar los bolsillos de las compañías. Que todo puede ser, visto lo visto... pues en la factura de la luz ese ahorro no lo notamos.

- En las empresas
El cambio de hora se generalizó de forma desigual desde 1974, a raíz de la primera crisis del petróleo, por la que algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación.
En España y la Unión Europea se aplica desde 1981 con una Directiva que ha sido renovada cada cuatro años hasta que en el año 2001 se consolidó su carácter indefinido.
 El cambio se realiza el último domingo de marzo y el horario estival se mantiene hasta el último domingo de octubre, cuando volverá a regir la hora 'normal' o de invierno y se deberá retrasar una hora.


Sin embargo hay voces discordantes, como la del presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), reivindicando que "España debe adoptar, de una vez por todas, el huso horario del Meridiano de Greenwich, el que nos corresponde por situación geográfica, y abandonar el de Berlín, horario que se adoptó como medida provisional el 2 de mayo de 1942". Así, "recuperaremos nuestra posición natural" y aconseja que "no nos abandonemos a costumbres que no tienen sentido".

Hoy en día se pretende regular que cada país actúe según su conveniencia y mantenga horario de verano o de invierno.
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