¿A quién no le ha pasado que al irse a dormir, teniendo alguna preocupación, ha dado vueltas y vueltas sin conciliar el sueño hasta caer rendido?
Esas vueltas y revueltas son literales en cuanto a que uno no puede estarse quieto, pero también figuradas en cuanto se refiere a los pensamientos, que no dejan de ir y venir al tema que nos preocupa.
Esas reflexiones con la almohada, que nos permiten repasar los detalles y sus consecuencias, son las que dan origen a esta sentencia.
Normalmente, absorbidos por la actividad diaria, poco tiempo hay para detenerse a pensar. Es entonces, en el momento de la relajación, cuando reina el silencio, el lugar y tiempo adecuado para hacerlo y se consigue tomar decisiones, normalmente acertadas.
Recopilado en: "Más vale refrán en mano... (De abuelos a nietos)" ¡Pídelo! http://educacion-ne.es/refranes.htm
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Ejercicio propuesto:
También podemos reflexionar sobre el uso del imperativo y de los pronombres enclíticos: dímelo, sacádmelo, dadle, etc...
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