Las enfermedades transmitidas por los alimentos suelen ser de
naturaleza infecciosa o tóxica. Con frecuencia son invisibles a simple
vista y están causadas por bacterias, virus, parásitos o sustancias
químicas que entran en el organismo a través de alimentos o agua
contaminados.
La inocuidad de los alimentos juega un papel fundamental a la hora de
garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena
alimentaria: desde la producción hasta la cosecha, en el procesamiento,
el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, en la
preparación y el consumo. (Fuente)
es también el Día Mundial de la DONUT.
Sí, sí, leéis bien: este apreciado dulce tiene día propio (y hasta
monumento erigido el 15 de julio de 2007 en Springfield, Canterbury
(Nueva Zelanda) para promocionar la película de Los Simpson).
También llamado rosquilla, dona, berlina o berlín es un rosco de pan dulce (o panetone) que tradicionalmente está frito en grasa de cerdo.
La forma popular que se asocia hoy en día con el término doughnut
se realizó por primera vez en 1847, cuando un marinero llamado Hanson
Gregory, hiciera el famoso agujero con la tapa de un pimentero de un
barco, para solucionar el problema de que la masa no se friera bien en el centro. En España, en 1962, el empresario y panadero Andrés COSTAFREDA constituyó la empresa Donut Corporation, tras un viaje a Estados Unidos.
Y el día mundial de concienciación del Síndrome de Tourette, una afección del sistema nervioso, que afecta a 5 pacientes por cada 10.000 habitantes. (Más info)
Autores del s.XX y XXI en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
- de 1915, Alberto WAGNER de REYNA,
filósofo y escritor peruano considerado uno de los representantes más
destacados del existencialismo cristiano en América Latina.
Tradujo al castellano obras de Santo Tomás de Aquino y Martín Heidegger .
Fue representante permanente del Perú en la UNESCO (1966-1969 y
1976-1978) y miembro de la Academia Peruana de la Lengua.
Falleció en París el 9 de agosto de 2006.
Falleció en París el 9 de agosto de 2006.
Entre sus obras:
La Filosofía en Iberoamérica, (1949), Modelo Peruano (1974) o Historia Diplomática del Perú 1900-1945.
¿Por qué se preocupa el hombre por su muerte? ¿No le bastan las ocupaciones de su vida y las preocupaciones por determinadas necesidades y eventualidades de ella? ¿Es la preocupación por la muerte una de las tantas preocupaciones que nos impone la vida? ¿O es radicalmente diferente? Para responder a estas preguntas es menester saber qué cosa es la muerte.
La muerte es el fin de la vida. Esto puede significar: la muerte es el acabóse de la vida, su término, entendiendo aquí vida en el sentido de proceso biológico. Pero también puede significar: la vida es, en cuanto está destinada a llevar a la muerte —como el camino a una meta. Una y otra significación no se contradicen. Mas, en el primer caso entendemos la muerte en función de la vida, y en el segundo la vida en función de la muerte. Lo uno está al alcance de cualquiera, pues tenemos vida, vivimos. Lo otro, en cambio, nos deja con la pregunta sin responder pues no nos dice qué es la muerte sino qué es la vida en su referencia a la muerte. Para entender la muerte como finalidad de la vida tenemos pues que plantear de otro modo la pregunta: preguntar por la muerte, siempre en relación con la vida y dentro de ella, pero «sin hacerla entrar en la definición». (Fragmento de La muerte: posibilidad decisiva y decisoria de la vida).
¿Por qué se preocupa el hombre por su muerte? ¿No le bastan las ocupaciones de su vida y las preocupaciones por determinadas necesidades y eventualidades de ella? ¿Es la preocupación por la muerte una de las tantas preocupaciones que nos impone la vida? ¿O es radicalmente diferente? Para responder a estas preguntas es menester saber qué cosa es la muerte.
La muerte es el fin de la vida. Esto puede significar: la muerte es el acabóse de la vida, su término, entendiendo aquí vida en el sentido de proceso biológico. Pero también puede significar: la vida es, en cuanto está destinada a llevar a la muerte —como el camino a una meta. Una y otra significación no se contradicen. Mas, en el primer caso entendemos la muerte en función de la vida, y en el segundo la vida en función de la muerte. Lo uno está al alcance de cualquiera, pues tenemos vida, vivimos. Lo otro, en cambio, nos deja con la pregunta sin responder pues no nos dice qué es la muerte sino qué es la vida en su referencia a la muerte. Para entender la muerte como finalidad de la vida tenemos pues que plantear de otro modo la pregunta: preguntar por la muerte, siempre en relación con la vida y dentro de ella, pero «sin hacerla entrar en la definición». (Fragmento de La muerte: posibilidad decisiva y decisoria de la vida).
- de 1928, Fernando LAMBERG, escritor chileno de poesía, cuento, fábulas, teatro, novela y ensayo.
En 1952 obtiene su primer éxito literario al ganar una mención honorífica con su primera obra de teatro, El que construyó su infierno. Su primer libro de poesía aparecería dos años más tarde, y en 1955-56 estuvo en los orígenes del Grupo Fuego de Poesía.
Miembro del Partido Comunista —compañero de célula de Pablo Neruda—
ocupó cargos dirigentes en numerosas instituciones culturales chilenas.
En 1976 se radica en Venezuela como exiliado político a raíz del golpe
de Estado del 11 de septiembre de 1973 dado por Augusto Pinochet en
contra el gobierno socialista de Salvador Allende.
Falleció en Caracas, el 20 de febrero del 2011.
Falleció en Caracas, el 20 de febrero del 2011.
Entre sus obras: Noche maestra, (teatro, 1962), Señoras y señores (poesía, 1973, Premio Casa de las Américas), Hasta siempre, Valparaíso (poesía, 1986), Nacida en Cautiverio; Nacida en Libertad (teatro, 1996), El Escondite (teatro, 2000), Espera y Giros (poesía, 2005) o Versos Teatrales, (poesía, 2006).
En camellos la nafta se transportó a Bagdad,
no para encender la lámpara de Aladino
sino para prender cualquier otra lámpara.
No sabían los camellos
que siglos después serían reemplazados por motores
sedientos de petróleo
y en lugar de brillar las lámparas
arderían poblaciones destruidas por la codicia
Mientras los motores consumían petróleo
Supuestamente en nombre de la justicia. (Camellos y bombardeos)
En camellos la nafta se transportó a Bagdad,
no para encender la lámpara de Aladino
sino para prender cualquier otra lámpara.
No sabían los camellos
que siglos después serían reemplazados por motores
sedientos de petróleo
y en lugar de brillar las lámparas
arderían poblaciones destruidas por la codicia
Mientras los motores consumían petróleo
Supuestamente en nombre de la justicia. (Camellos y bombardeos)
- de 1952, nació Orhan PAMUK,
escritor turco, premio Nobel de Literatura 2006. Aunque su carrera como
escritor se inició a finales de los años 70, y su primera novela se
publicó en 1982, su obra comenzó a tener repercusión internacional con
la novela El astrólogo y el sultán (Beyaz Kale, 1985), y alcanzó su consagración definitiva con Me llamo Rojo (Benim Adım Kırmızı, 1998),
una novela que combina la narración de misterio, la historia de amor y
la reflexión filosófica, ambientada en el Estambul del siglo XVI, bajo el reinado del sultán Murad III.
La posición cívica de Pamuk ante los derechos humanos, particularmente
ante los problemas armenio y kurdo en Turquía, lo han convertido en un
personaje que genera polémica en su patria, y mientras allí unos lo
admiran otros lo consideran un traidor.
Otras obras: Kara Kitap (El libro negro, 1990), Yeni Hayat (La vida nueva, 1995), Kar (Nieve, 2001) o Masumiyet Müzesi (El museo de la inocencia, 2008), Kafamda Bir Tuhaflık (Una sensación extraña, 2015), Kirmizi Saçh Kadin (La mujer del pelo rojo, 2016), Murat Belge (Las noches de la peste, 2022).
Estoy muerto …cuando uno está aquí tiene la impresión de que la vida que ha dejado atrás sigue adelante como solía. Antes de que naciera había a mis espaldas un tiempo infinito. Y ahora, después de muerto, ¡un tiempo inagotable! No pensaba en eso mientras vivía; vivía rodeado de luz entre dos tiempos oscuros… …Contaban una historia de un hombre que movido simplemente por curiosidad se dedicaba a vagar entre cadáveres por sangrientos campos de batalla… A aquel hombre que buscaba entre los guerreros agonizantes alguno que hubiera muerto y resucitado y pudiera desvelarle el secreto del otro mundo, los soldados de Tamerlán lo tomaron por un enemigo y lo partieron en dos de un solo tajo y él creyó que a uno lo parten en dos en el otro mundo… …las almas partidas en dos en el mundo se unen aquí… gracias a Dios, existe el otro mundo… He muerto, pero no he desaparecido… … (Fragmento de "Me llamo Rojo").
Estoy muerto …cuando uno está aquí tiene la impresión de que la vida que ha dejado atrás sigue adelante como solía. Antes de que naciera había a mis espaldas un tiempo infinito. Y ahora, después de muerto, ¡un tiempo inagotable! No pensaba en eso mientras vivía; vivía rodeado de luz entre dos tiempos oscuros… …Contaban una historia de un hombre que movido simplemente por curiosidad se dedicaba a vagar entre cadáveres por sangrientos campos de batalla… A aquel hombre que buscaba entre los guerreros agonizantes alguno que hubiera muerto y resucitado y pudiera desvelarle el secreto del otro mundo, los soldados de Tamerlán lo tomaron por un enemigo y lo partieron en dos de un solo tajo y él creyó que a uno lo parten en dos en el otro mundo… …las almas partidas en dos en el mundo se unen aquí… gracias a Dios, existe el otro mundo… He muerto, pero no he desaparecido… … (Fragmento de "Me llamo Rojo").
- de 1966, Lorenzo SILVA,
escritor español de, entre otros variados géneros, novelas policíacas
que protagonizan los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro. Ha escrito
numerosos relatos, artículos y ensayos literarios, así como
varias novelas, que le han valido reconocimiento internacional.
La flaqueza del bolchevique, fue finalista del Premio Nadal 1997 y ha sido adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca.
El alquimista impaciente, obtuvo el Premio Nadal del año 2000.
Fue también ganador del Premio Planeta 2012 por su obra La marca del meridiano (7ª novela de la serie Bevilacqua).
La llamada "trilogía de Getafe", ciudad madrileña donde reside, comprende: Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia (1997), El cazador del desierto (1998) y La lluvia de París (2000).
La flaqueza del bolchevique, fue finalista del Premio Nadal 1997 y ha sido adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca.
El alquimista impaciente, obtuvo el Premio Nadal del año 2000.
Fue también ganador del Premio Planeta 2012 por su obra La marca del meridiano (7ª novela de la serie Bevilacqua).
La llamada "trilogía de Getafe", ciudad madrileña donde reside, comprende: Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia (1997), El cazador del desierto (1998) y La lluvia de París (2000).
Otras obras: La estrategia del agua (2010), Niños feroces (2011), Los cuerpos extraños (8ª novela de la serie Bevilacqua, 2014), Música para feos (2015) y Donde los escorpiones (9ª novela de la serie Bevilacqua, 2016). Recordarán tu nombre, la novela de un hombre históricamente olvidado, el general Aranguren (2017), Tantos lobos (4 relatos; de la serie Bevilacqua, 2017), Lejos del corazón (11ª novela de la serie Bevilacqua, 2018), Si esto es una mujer (con Noemí Trujillo 2019), Y te irás de aquí (bajo el seudónimo de Patricia Kal, 2020), Diario de la alarma (2020), El mal de Corcira (12ª novela de la serie Bevilacqua, 2020), Castellano (2021), La forja de una rebelde (2022, coescrito con Noemí Trujillo), Nadie por delante (2022, relatos), La llama de Focea (2022), Púa (2023).
Página personal: https://www.lorenzo-silva.com/
Creo que lo primero es tratar de soñar la tierra que quieres pisar, aunque luego sea imposible pisarla. Lo que nunca has soñado no lo sientes, y sin sentir, qué más da dónde narices puedas poner los pies. (…) los pocos sueños que consigues vivir son lo único que vives para siempre. Si lo piensas, la suerte es que no hay una sola verdad. (Fragmento de Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, 1997).
Fallecidos en esta fecha
- de 2011, Jorge SEMPRÚN, escritor, intelectual, político y guionista cinematográfico español recordado en su natalicio, un 10 de diciembre de 1923.
Durante la Segunda Guerra Mundial, ocupada Francia por la Alemania nazi, combatió entre los partisanos de la Resistencia, como muchos otros españoles refugiados en Francia después de la Guerra Civil. Se afilió en 1942 al Partido Comunista de España (PCE). En 1943, tras ser denunciado, fue detenido, torturado y posteriormente deportado al campo de concentración de Buchenwald, estancia que marcaría su posterior experiencia literaria y política. De hecho, recogerá en varios de sus libros su trabajo en la administración del campo. Tras su liberación, fue recibido como un héroe en París, donde fijó su residencia.
Toda su obra escrita, ya novelas u obras autobiográficas, está fuertemente influida por sus peripecias vitales, en particular su paso por el campo de concentración de Buchenwald (El largo viaje, 1963; Aquel domingo, 1980; La escritura o la vida, 1994; Viviré con su nombre, morirá con el mío, 2001). Su expulsión del Partido Comunista queda reflejada en Autobiografía de Federico Sánchez (Premio Planeta, 1977) , mientras que Federico Sánchez se despide de ustedes, 1993, narra el período, entre 1988 y 1991, en que fue Ministro de Cultura durante el Gobierno de Felipe González (aunque nunca militó en el PSOE).
Hasta 2003, todas sus obras de ficción habían sido escritas en francés, sólo utilizando el castellano para algunos de sus libros biográficos. En dicho año se publica la primera novela de Semprún escrita originalmente en castellano, Veinte años y un día (Premio José Manuel Lara, 2004).
Durante la Segunda Guerra Mundial, ocupada Francia por la Alemania nazi, combatió entre los partisanos de la Resistencia, como muchos otros españoles refugiados en Francia después de la Guerra Civil. Se afilió en 1942 al Partido Comunista de España (PCE). En 1943, tras ser denunciado, fue detenido, torturado y posteriormente deportado al campo de concentración de Buchenwald, estancia que marcaría su posterior experiencia literaria y política. De hecho, recogerá en varios de sus libros su trabajo en la administración del campo. Tras su liberación, fue recibido como un héroe en París, donde fijó su residencia.
Toda su obra escrita, ya novelas u obras autobiográficas, está fuertemente influida por sus peripecias vitales, en particular su paso por el campo de concentración de Buchenwald (El largo viaje, 1963; Aquel domingo, 1980; La escritura o la vida, 1994; Viviré con su nombre, morirá con el mío, 2001). Su expulsión del Partido Comunista queda reflejada en Autobiografía de Federico Sánchez (Premio Planeta, 1977) , mientras que Federico Sánchez se despide de ustedes, 1993, narra el período, entre 1988 y 1991, en que fue Ministro de Cultura durante el Gobierno de Felipe González (aunque nunca militó en el PSOE).
Hasta 2003, todas sus obras de ficción habían sido escritas en francés, sólo utilizando el castellano para algunos de sus libros biográficos. En dicho año se publica la primera novela de Semprún escrita originalmente en castellano, Veinte años y un día (Premio José Manuel Lara, 2004).
Fue también guionista de la serie de TV El caso Dreyfus.
Entonces da dos pasos, lateralmente, hacia las ventanas de donde viene, a su derecha, la luz, y se pone los dedos de las dos manos sobre los párpados —que cierra como se cierra los ojos de los que acaban de morir— sobre los huesos de la cara, dejando los ojos cerrados después de que los dedos hubieran dejado de cubrirlos y sus dos manos se juntan, quizá implorantes, bajo la barbilla. Entonces vuelve a abrir los ojos, evita disimuladamente mirar el cuadro, da la vuelta al sofá que se encuentra allí, delante de la Vista de Delft, sale de la sala, vuelve a entrar en la otra, más grande, a la que se accede directamente desde el rellano del primer piso, y cuyos ventanales —así lo ha observado hace un momento— dan a un estanque, y se inmoviliza delante de El jilguero de Carel Fabritius.
Nada más, no mirar nada más.
El pequeño lienzo está ante él, encadenado en su visión minuciosa, absorbente, como el propio pájaro está encadenado —a decir verdad, delicadamente— a una anilla que podría deslizarse por el soporte metálico en el que se apoyan sus patas (pájaro inmóvil, conocedor de los límites de su fingida libertad, habiendo ya a menudo agitado con sus alas el espacio aéreo que le sirve de jaula, resignado tal vez ahora, pero atento sin embargo, al acecho incluso, con la cabeza erguida que resalta sobre el lienzo rugoso de una pared que amarillea, en cuya parte baja, ligeramente hacia la derecha del borde inferior del cuadro, aparece la firma del pintor en letras mayúsculas, y la fecha: 1654). (Fragmento de La segunda muerte de Ramón Mercader).
Entonces da dos pasos, lateralmente, hacia las ventanas de donde viene, a su derecha, la luz, y se pone los dedos de las dos manos sobre los párpados —que cierra como se cierra los ojos de los que acaban de morir— sobre los huesos de la cara, dejando los ojos cerrados después de que los dedos hubieran dejado de cubrirlos y sus dos manos se juntan, quizá implorantes, bajo la barbilla. Entonces vuelve a abrir los ojos, evita disimuladamente mirar el cuadro, da la vuelta al sofá que se encuentra allí, delante de la Vista de Delft, sale de la sala, vuelve a entrar en la otra, más grande, a la que se accede directamente desde el rellano del primer piso, y cuyos ventanales —así lo ha observado hace un momento— dan a un estanque, y se inmoviliza delante de El jilguero de Carel Fabritius.
Nada más, no mirar nada más.
El pequeño lienzo está ante él, encadenado en su visión minuciosa, absorbente, como el propio pájaro está encadenado —a decir verdad, delicadamente— a una anilla que podría deslizarse por el soporte metálico en el que se apoyan sus patas (pájaro inmóvil, conocedor de los límites de su fingida libertad, habiendo ya a menudo agitado con sus alas el espacio aéreo que le sirve de jaula, resignado tal vez ahora, pero atento sin embargo, al acecho incluso, con la cabeza erguida que resalta sobre el lienzo rugoso de una pared que amarillea, en cuya parte baja, ligeramente hacia la derecha del borde inferior del cuadro, aparece la firma del pintor en letras mayúsculas, y la fecha: 1654). (Fragmento de La segunda muerte de Ramón Mercader).
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