se celebra el Día Mundial de los OCÉANOS
Son muchas las amenazas a las que se enfrentan los océanos y las especies que viven en ellos. Tal vez la más visible de ellas sea la contaminación por residuos, que se manifiesta con la llegada al mar de alrededor de 8 millones de toneladas de plástico al año (lo que equivale al peso de 800 Torres Eiffel). Sin embargo, el calentamiento global, aunque es más silencioso, está provocando una alteración acelerada de las corrientes y, en consecuencia, de los ecosistemas marinos, lo que pone en peligro la supervivencia de muchas especies.(Fuente)
El propósito del Día es concienciar a la opinión pública sobre las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos y poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos. Este día quiere movilizar y unir a la población mundial en torno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos, que son una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte esencial de la biosfera. En definitiva, esta celebración es un buen motivo para celebrar juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos.
Autores del s.XX en las lenguas españolas (y premios Nobel de Literatura) nacidos en esta fecha
Aun siendo más reconocido por este sobrenombre, el autor escribió también bajo su propio nombre, así como bajo los seudónimos "Cándido" y "Arhimán". Fue un notorio ensayista, probó suerte en el teatro, pero destacó ampliamente en la novela, en la que distinguen cuatro etapas:
La primera etapa : La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904).
Segunda etapa: Doña Inés (1925). A esta misma etapa pertenece Don Juan (1922), basada en la conversión cristiana del mito.
Tercera etapa: Félix Vargas (1928), Superrealismo (1929) y Pueblo (1939), marcadas por el vanguardismo.
Cuarta etapa: tras un período de relativo silencio profundamente marcado por la contienda civil, vuelve a la narrativa con El escritor (1941), la novela rosa María Fontán (1943) y La isla sin aurora (1944).
Las nubes nos dan una sensación de inestabilidad y de eternidad. Las nubes son —como el mar— siempre varias y siempre las mismas. Sentimos mirándolas cómo nuestro ser y todas las cosas corren hacia la nada, en tanto que ellas —tan fugitivas— permanecen eternas. A estas nubes que ahora miramos las miraron hace doscientos, quinientos, mil, tres mil años, otros hombres con las mismas pasiones y las mismas ansias que nosotros. Cuando queremos tener aprisionado el tiempo —en un momento de ventura— vemos que van pasado ya semanas, meses, años. Las nubes, sin embargo, que
son siempre distintas en todo momento, todas los días van caminando por el cielo. Hay nubes redondas, henchidas de un blanco brillante, que destacan en las mañanas de primavera sobre los cielos traslúcidos. Las hay como cendales tenues, que se perfilan en un fondo lechoso. Las hay grises sobre una lejanía gris. Las hay de carmín y de oro en los ocasos inacabables, profundamente melancólicos, de las llanuras. Las hay como velloncitas iguales o innumerables que dejan ver por entre algún claro un pedazo de cielo azul. Unas marchan lentas, pausadas; otras pasan rápidamente. Algunas, de color de ceniza, cuando cubren todo el firmamento, dejan caer sobre la tierra una luz opaca, tamizada, gris, que presta su encanto a los paisajes otoñales. (Fragmento de "Las nubes").
Aunque muchos intelectuales del país pedían que María Luisa recibiese el Premio Nacional de Literatura, éste nunca le fue concedido.
En 1974 obtuvo el Premio Ricardo Latcham. En 1976 fue condecorada con el Premio Academia Chilena de la Lengua. Finalmente, en 1978, ganó el Premio Joaquín Edwards Bello.
Sumida en el alcohol, visitó constantemente en sus últimos años el hospital, afectada de crisis hepáticas.
Entre sus obras: el cuento El árbol (1931) y novelas como La última niebla (1934), La amortajada (1938), The house of mist (19
De niña fue ella quien reclamó lecciones de piano; nadie necesitó imponérselas, como a sus hermanas. Sus hermanas, sin embargo, tocaban ahora correctamente y descifraban a primera vista, en tanto que ella... Ella había abandonado los estudios al año de iniciarlos.
La razón de su inconsecuencia era tan sencilla como vergonzosa: jamás había conseguido aprender la llave de Fa, jamás. "No comprendo, no me alcanza la memoria más que para la llave de Sol". ¡La indignación de su padre! "¡A cualquiera le doy esta carga de un infeliz viudo con varias hijas que educar! ¡Pobre Carmen! Seguramente habría sufrido por Brígida. Es retardada esta criatura". (Fragmento de "El árbol")
Fallecidos en esta fecha
- de 1993, Severo SARDUY, narrador, poeta, periodista, crítico de literatura y arte cubano nacido un 25 de febrero, fijó su residencia en París desde 1960, donde falleció.
Estuvo vinculado al círculo de pensadores y escritores que hicieron la revista Tel Quel y trabajó como lector en Editions du Seuil, y como redactor en la Radiotelevisión francesa. Fue uno de los más grandes escritores cubanos del siglo XX, cultivó el ensayo y la poesia brillantemente; además, fue un gran narrador perteneciente al neobarroco latinoamericano.
Entre sus obras:
Daiquiri (1980, poesía), Nueva inestabilidad (1987, ensayo) y Cocuyo (1990, novela)
Aunque ungiste el umbral y ensalivaste...
El émbolo brillante y engrasado...
El paso no, del dios, sino la huella...
El rumor de las máquinas crecía...
Entrando en ti, cabeza con cabeza...
La transparente luz del mediodía...
Las húmedas terrazas dominaban...
Ni la voz precedida por el eco...
No por azar, por gusto del dislate...
Omítemela más que lo omitido...
Pido la canonización de Virgilio Piñera*
Que se quede el infinito sin estrellas...
Renuncia a tu cuidado, bien lo sé... (Soneto).
Empezó a escribir teatro, y en 1954 estrenó su primera obra, La llanura. Más tarde vendrían éxitos como El teatrito de Don Ramón (obra estrenada en 1959, por la que se le concedió el Premio Lope de Vega de 1958), Las salvajes en Puente San Gil (estrenada en 1963 en el Teatro Eslava de Madrid, bajo la dirección de Luis Escobar), Como las secas cañas del camino (estrenada en 1965), Las ilusiones de las hermanas viajeras (estrenada en 1973), El caraqueño (estrenada en 1968), El engañao (escrita en 1972, por la que recibió su segundo Premio Lope de Vega) y Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca (estrenada en Madrid en 1977, protagonizada por Concha Velasco y dirigida por Adolfo Marsillach).
Su obra, lúcida y muy crítica con la sociedad española, está considerada como una de las más sólidas del teatro español, heredera del teatro de Valle-Inclán y de Federico García Lorca.
DON RAMÓN.- [...] No creo que tengamos tanta suerte. No vendrá.
PURITA.- La señora marquesa me prometió esta mañana en misa que él vendría. Me lo ha dicho en varias ocasiones y durante los dos meses de preparativos del “Milagro”.
DON RAMÓN.- Piensa que quedaremos muy mal si no viene. No debiéramos haberlo dicho. Además, no tenemos noticias directas del reverendísimo. No envió a nadie anunciando su llegada.
PURITA.- La señora marquesa no mintió nunca. Se lo he dicho a todo el mundo porque estoy segura.
(Feliz, mirando la ventana) Está encendida la luz de la cámara del reverendísimo. Seguro se dispone a venir.
DON RAMÓN.- (Sorprendido) ¿Encendida?
PURITA.- Sube, Ramón, sube.
DON RAMÓN.- (Subido en la escalera) Es cierto. Vendrá [...] (Fragmento de "El teatrito de don Ramón", 1957)