viernes, 15 de noviembre de 2013
domingo, 3 de noviembre de 2013
Refranes con emoticonos en wasap-1
Como sabéis me encantan los refranes. Supongo que muchos habréis recibido este reto en vuestro móvil. ¿Cuántos habéis adivinado?
martes, 8 de octubre de 2013
Refranes, dichos, frases hechas: "En su haber"
Esta vez es el mundo de la contabilidad el que da origen a esta frase que utilizamos a menudo en expresiones como "tiene en su haber", "cuenta en su haber" y similares.
Y es que en estos libros, el contable organiza sus números en la listas DEBE (pagos o gastos) y HABER (ingresos). Si los números "cuadran", es decir, no se gasta más de lo que se gana, o existen beneficios porque la cantidad del haber es superior al debe, estamos ante una empresa rentable.
Así mismo se miden los actos de las personas y sus frutos, contando en su "haber" aquello que es considerado beneficioso para los demás, ya sean obras literarias o profesionales como inventos o acciones solidarias. De ahí que alguien sea acreedor a algún premio reconociendo sus méritos o deudor de algún favor o ayuda recibida.
Así lo acredita la definición haber2 de la RAE: 4. m. Cualidades positivas o méritos que se consideran en alguien o algo, en oposición a las malas cualidades o desventajas.
Y es que en estos libros, el contable organiza sus números en la listas DEBE (pagos o gastos) y HABER (ingresos). Si los números "cuadran", es decir, no se gasta más de lo que se gana, o existen beneficios porque la cantidad del haber es superior al debe, estamos ante una empresa rentable.
Así mismo se miden los actos de las personas y sus frutos, contando en su "haber" aquello que es considerado beneficioso para los demás, ya sean obras literarias o profesionales como inventos o acciones solidarias. De ahí que alguien sea acreedor a algún premio reconociendo sus méritos o deudor de algún favor o ayuda recibida.
Así lo acredita la definición haber2 de la RAE: 4. m. Cualidades positivas o méritos que se consideran en alguien o algo, en oposición a las malas cualidades o desventajas.
viernes, 27 de septiembre de 2013
Refranes, dichos, frases hechas: "A salto de mata"
"A salto de mata"
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Teniendo
como tienen un origen y significados distintos, el hecho de
compartir el homófono "mata" ha hecho que este dicho y el de "a
matacaballo" evolucionen en conjunto para significar más o menos
lo mismo: ir atropelladamente, con prisas. Pero sabemos que el
mata-caballo es verbo, mientras que las matas que se saltan en
éste son pequeños arbustos.
Como ya vimos en "ir a matacaballo", las situaciones
eran diferentes. En la una, el motivo de las prisas se debe a una
urgencia, a la necesidad de cumplir un cometido urgente en el menor
tiempo posible; mientras que el "ir a salto de mata" (en la
http://rae.es lo encontramos
definido así: 1.
m.
Huida o escape por temor al castigo )
pasa en el lenguaje común de implicar una persecución a presentarse
como una actitud ante la vida .
¡Vamos a verlo!
Nos imaginamos una liebre huyendo a través del campo perseguida
por un cazador... saltando y sorteando los obstáculos en su
huída como puede. ¿Lo tenemos? Pues así es como va también ,
literal o metafóricamente, la persona acosada, perseguida. Sin
mirar por dónde va, tropezando, zigzagueando, 'como loca', sin
más afán que ampliar la distancia y dejar atrás a su
perseguidor.
Como decía, ese significado literal se da ya pocas veces, y hoy
en día "va a salto de mata" quien no es capaz de centrarse. Una
muestra acertada es la novela del mismo título de Paul
Auster(1), quien hace en ella la biografía de sus años más
duros en los que entre trabajos varios, viajes, mudanzas, y
estudios universitarios va asomando su vocación de escritor.
A salto de mata constituye una crónica de la realidad de
quien quiere verse libre de las ataduras laborales. Modo de vida
que no es sólo una elección caprichosa, sino que constituye toda
una forma de ser. En palabras del propio autor:
“Creía en mis capacidades, y sin embargo no tenía confianza
en mi mismo. Era atrevido y tímido, ágil y torpe, resuelto e
impulsivo: un monumento viviente al espíritu de la
contradicción. Mi vida acababa de empezar y ya me movía en dos
direcciones a la vez”.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.(1) es.wikipedia.org
lunes, 16 de septiembre de 2013
Salón de lectura.- Rosa Montero. "El corazón del tártaro"
Publicada en el 2001 por Espasa, "El corazón del tártaro" tiene de nuevo como protagonista a una mujer, pero de nuevo también está rodeada de figuras masculinas que marcan su trayectoria vital y el desarrollo de la trama.
En esta manera anárquica con la que voy leyendo -y releyendo- las obras de Rosa, me he encontrado en esta obra con paralelismos (pensé: "¡la pillé!") con la Historia del rey transparente que la autora publicara cuatro años después (Alfaguara, 2005) y es que ella misma reconoce en esta última el atractivo que el periodo medieval ejercía en ella, hasta que se decidió centrar en él una narración.
Pues bien, el paralelismo que encuentro está en la historia de los hermanos que se causan la muerte el uno al otro abrazándose, y en la figura del retrasado. Nada más... Cada una de las historias tiene su trayectoria independiente, pero me ha hecho gracia y he querido contarlo como anécdota.
Está claro que el escritor narra poniendo su espíritu en lo que cuenta y ahí se encierran convicciones, creencias, modos de pensar, vivencias y gustos que quedan reflejados en su obra; en fin, todo aquello que le da su impronta y características individuales, su genio, y es precisamente lo que atrapa, lo que le da interés a un autor frente a otros. Lo que caracteriza a Rosa.
Vamos a la obra: La protagonista, que trabaja para una editorial en la edición de un texto medieval, (de ahí las coincidencias de las que hablaba) tiene un pasado turbio del que no sólo quiere huir, sino del que ha conseguido abstraerse hasta el punto de no recordarlo. Pero el pasado vuelve con tal fuerza que puede destruir su presente, como un tártaro invasor, como un infierno dantesco, e incluso acabar con su propia existencia.
En un principio parece la huida la única solución, empezar de nuevo su vida de cero, como ya hiciera una vez. Pero forma parte de ella, irá a donde ella vaya, así que Zarza decide enfrentarse a él, limpiarlo de algún modo, tal vez borrarlo para siempre y luchar por terminar con ello o morir en el intento.
El enfrentamiento con la realidad nos va descubriendo sus circunstancias familiares, la tremenda figura del padre dictatorial, tal vez abusivo (una vez más), la madre siempre enferma, la unión con su hermano mellizo, con el que se evadía de una dura realidad para crearse después otra aún peor en su dependencia de "la blanca", su ternura protectora hacia su inteligente -aunque retrasado- hermano autista y su distanciamiento con su 'tradicional' hermana van conformando un regreso a un pasado al que hay que volver para limpiar desde las raíces.
La dura realidad de la droga, del submundo, frente a la vida 'normal' que había conseguido. La figura enorme, increíble, por su generosidad (¿por su necesidad de romper con su aislamiento, con su soledad?) de Urbano, el carpintero, y el ir y venir de personajes secundarios que, una vez más, te atrapan hasta la última página conformando ese mundo duro, cruel, contra el que hay que luchar porque en eso, al fin y al cabo, consiste el vivir. Es la lucha por la vida y el hecho inexorable de la muerte, constantes que nos transmite Rosa obra a obra, y que, creo, aquí se simboliza en el cubo de Rubí, y una conclusión:
" [...] sólo había una cosa que supiera con total seguridad, y era que algún día moriría. Pero tal vez para entonces hubiera descubierto que, pese a todo, la vida merece la pena vivirse."
Una vez más, un placer leerla.
En esta manera anárquica con la que voy leyendo -y releyendo- las obras de Rosa, me he encontrado en esta obra con paralelismos (pensé: "¡la pillé!") con la Historia del rey transparente que la autora publicara cuatro años después (Alfaguara, 2005) y es que ella misma reconoce en esta última el atractivo que el periodo medieval ejercía en ella, hasta que se decidió centrar en él una narración.
Pues bien, el paralelismo que encuentro está en la historia de los hermanos que se causan la muerte el uno al otro abrazándose, y en la figura del retrasado. Nada más... Cada una de las historias tiene su trayectoria independiente, pero me ha hecho gracia y he querido contarlo como anécdota.
Está claro que el escritor narra poniendo su espíritu en lo que cuenta y ahí se encierran convicciones, creencias, modos de pensar, vivencias y gustos que quedan reflejados en su obra; en fin, todo aquello que le da su impronta y características individuales, su genio, y es precisamente lo que atrapa, lo que le da interés a un autor frente a otros. Lo que caracteriza a Rosa.
Vamos a la obra: La protagonista, que trabaja para una editorial en la edición de un texto medieval, (de ahí las coincidencias de las que hablaba) tiene un pasado turbio del que no sólo quiere huir, sino del que ha conseguido abstraerse hasta el punto de no recordarlo. Pero el pasado vuelve con tal fuerza que puede destruir su presente, como un tártaro invasor, como un infierno dantesco, e incluso acabar con su propia existencia.
En un principio parece la huida la única solución, empezar de nuevo su vida de cero, como ya hiciera una vez. Pero forma parte de ella, irá a donde ella vaya, así que Zarza decide enfrentarse a él, limpiarlo de algún modo, tal vez borrarlo para siempre y luchar por terminar con ello o morir en el intento.
El enfrentamiento con la realidad nos va descubriendo sus circunstancias familiares, la tremenda figura del padre dictatorial, tal vez abusivo (una vez más), la madre siempre enferma, la unión con su hermano mellizo, con el que se evadía de una dura realidad para crearse después otra aún peor en su dependencia de "la blanca", su ternura protectora hacia su inteligente -aunque retrasado- hermano autista y su distanciamiento con su 'tradicional' hermana van conformando un regreso a un pasado al que hay que volver para limpiar desde las raíces.
La dura realidad de la droga, del submundo, frente a la vida 'normal' que había conseguido. La figura enorme, increíble, por su generosidad (¿por su necesidad de romper con su aislamiento, con su soledad?) de Urbano, el carpintero, y el ir y venir de personajes secundarios que, una vez más, te atrapan hasta la última página conformando ese mundo duro, cruel, contra el que hay que luchar porque en eso, al fin y al cabo, consiste el vivir. Es la lucha por la vida y el hecho inexorable de la muerte, constantes que nos transmite Rosa obra a obra, y que, creo, aquí se simboliza en el cubo de Rubí, y una conclusión:
" [...] sólo había una cosa que supiera con total seguridad, y era que algún día moriría. Pero tal vez para entonces hubiera descubierto que, pese a todo, la vida merece la pena vivirse."
Una vez más, un placer leerla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)