Queda un regusto de tiempo de descanso desaprovechado, cuando has estado sin vacaciones en realidad. Porque ¿a cuántos nos ha pasado -al no poder salir por la dichosa economía- que hemos aprovechado lo que los calores nos permitían para hacer cosas que en época de trabajo no se nos permite?
Desmontar armarios para limpiar, ordenar ropa y volverlos a montar... revisar todos esos papeles que guardamos sin saber por qué... quitar trastos... en fin, ¡una paliza!.
Y se pasan las vacaciones sin enterarte y sin haber estado "tirado a la bartola" (por cierto, este dicho no lo he explicado :) ) y casi más cansado-a que cuando empezaron.
Bueno, veremos el aspecto positivo y ya podemos empezar a acumular y desordenar de nuevo . ¡Bienvenidos al curro!
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