Como en esta sección se trata de aprender de la sabiduría que -como el valor a los soldados en tiempo de paz- se les supone a quienes han conseguido ser considerados "alguien" en este oficio del garabateo, traemos a colación un libro de no-consejos a los escritores:
"Mientras escribo", de Stephen King.
Con gran honestidad este autor que convierte en oro todo cuando publica, comienza con una tajante afirmación que yo resumiría como: Si vales, sigue; si no vales ¿para qué?
"La respuesta fácil es que alguien que ha vendido tantas novelas como yo tiene que tener alguna opinión interesante sobre su elaboración, pero las respuestas fáciles no siempre son verdad. El coronel Sanders vendió cantidades ingentes de pollo frito, pero no estoy muy seguro de que le interese a nadie saber cómo lo hacía" (edic. digital en pdf, pág. 5).
Y luego, el autor sentencia:
"Yo no creo que el escritor se haga, ni por circunstancias ni por voluntad (antes sí lo creía). Es un accesorio que viene de fábrica, y que, dicho sea de paso, no tiene nada de excepcional." (Op.cit.pág.9).
"Me gusta hacer diez páginas al día, es decir, dos mil palabras. En tres meses son 180.000 palabras, que para un libro no esta mal; si la historia es buena y está bien contada, el lector puede perderse a gusto. Hay días en que salen diez páginas sin dificultad (...) A veces, cuando cuesta que salgan las palabras, llega la hora del té y todavía estoy trabajando."
Pero el trabajo no hace al buen escritor. Leer mucho no hace al buen escritor. Al buen escritor lo hace el serlo desde la cuna, la inspiración, el acierto, el decir más cosas al mayor número de personas.
Si no hay masa-madre, nunca habrá buen pan.
"En general, la gente que compra libros no se guía por el mérito literario de una novela. Quieren una historia entretenida para el avión, algo que los cautive desde el principio, que los absorba y los impulse a girar la página." (Op.cit., pág.101)
Puede sonar la flauta, como al burro, pero si no hay... También puede suceder como a algunos escritores de la historia literaria que, tras un gran éxito, fue tal el miedo a escribir que no volvieron a hacerlo más, por lo menos públicamente (King cita a Harper Lee, autor de un solo y excelente libro: 'Matar un ruiseñor').
"Se entra en el país de los escritores con los papeles en regla. La lectura constante te lleva a un lugar (o estado mental, si lo prefieres) donde se puede escribir con entusiasmo y sin complejos. También te
permite ir descubriendo qué está hecho y qué por hacer, y te enseña a distinguir entre lo trillado y lo fresco, lo que funciona y lo que sólo ocupa espacio. Cuanto más leas, menos riesgo correrás de hacer el tonto con el bolígrafo o el procesador de textos." (Op.cit., pág. 95)
Consejo a los noveles:
"Cuando entres en tu nuevo espacio de escritura y cierres la puerta, ya deberías haberte decidido por un objetivo diario. Es como con la gimnasia: al principio conviene no imponerse metas muy altas, para no desanimarse. Propongo unas mil palabras al día, y, como me siento magnánimo, añadiré un
día de descanso semanal, al menos al principio. Más de uno no, o perderías la urgencia e inmediatez de tu relato. Una vez concretado el objetivo, toma la resolución de no abrir la puerta hasta haberlo cumplido. Dedícate por entero a poner las mil palabras en papel o en disquete." (Op.cit., pág.98).
"Cualquier escritor hará bien en eliminar las distracciones, y el novicio más. (...) Escribir es crearse un mundo propio."
Respecto a las "escuelas de escritores" es igual de sincero:
"Antes, en las clases de escritura, solía haber una máxima: «Escribe de lo que sepas.» Suena bien, pero ¿y si quieres escribir sobre naves espaciales que exploran otros planetas, o de alguien que mata a su mujer y quiere partirla en trocitos con un desbastador de madera? ¿Cómo se consigue que cuadren esas y otras mil ideas extravagantes con el principio de escribir de lo que se sabe? (...) También saben cosas el corazón, y la imaginación. ¡Menos mal! Sin ambos, el mundo de la ficción sería un lugar bastante sórdido. Hasta puede que no existiera." (Op.cit., pág.100).
"Seamos justos. Debo reconocer que aquí, por mi parte, pesa cierto prejuicio: una de las pocas veces en que he padecido un caso de bloqueo creativo con todas las de la ley fue durante mi último año en la Universidad de Maine, yendo no a uno, sino a dos cursos de escritura creativa" (Op.cit., pág.151).
Así que, sin pretender ser didáctico y contando solo sus experiencias e impresiones, Stephen King vierte una serie de dignísimos consejos y guías que hacen este escrito altamente recomendable.
Ya me contaréis qué os parece ;)
Casa del Libro, 9,45 € en papel o 5,99 € en e-book https://www.casadellibro.com/libro-mientras-escribo/9788497597326/907511.
"Mientras escribo", de Stephen King.
Con gran honestidad este autor que convierte en oro todo cuando publica, comienza con una tajante afirmación que yo resumiría como: Si vales, sigue; si no vales ¿para qué?
"La respuesta fácil es que alguien que ha vendido tantas novelas como yo tiene que tener alguna opinión interesante sobre su elaboración, pero las respuestas fáciles no siempre son verdad. El coronel Sanders vendió cantidades ingentes de pollo frito, pero no estoy muy seguro de que le interese a nadie saber cómo lo hacía" (edic. digital en pdf, pág. 5).
Y luego, el autor sentencia:
"Yo no creo que el escritor se haga, ni por circunstancias ni por voluntad (antes sí lo creía). Es un accesorio que viene de fábrica, y que, dicho sea de paso, no tiene nada de excepcional." (Op.cit.pág.9).
"Me gusta hacer diez páginas al día, es decir, dos mil palabras. En tres meses son 180.000 palabras, que para un libro no esta mal; si la historia es buena y está bien contada, el lector puede perderse a gusto. Hay días en que salen diez páginas sin dificultad (...) A veces, cuando cuesta que salgan las palabras, llega la hora del té y todavía estoy trabajando."
Pero el trabajo no hace al buen escritor. Leer mucho no hace al buen escritor. Al buen escritor lo hace el serlo desde la cuna, la inspiración, el acierto, el decir más cosas al mayor número de personas.
Si no hay masa-madre, nunca habrá buen pan.
"En general, la gente que compra libros no se guía por el mérito literario de una novela. Quieren una historia entretenida para el avión, algo que los cautive desde el principio, que los absorba y los impulse a girar la página." (Op.cit., pág.101)
Puede sonar la flauta, como al burro, pero si no hay... También puede suceder como a algunos escritores de la historia literaria que, tras un gran éxito, fue tal el miedo a escribir que no volvieron a hacerlo más, por lo menos públicamente (King cita a Harper Lee, autor de un solo y excelente libro: 'Matar un ruiseñor').
"Se entra en el país de los escritores con los papeles en regla. La lectura constante te lleva a un lugar (o estado mental, si lo prefieres) donde se puede escribir con entusiasmo y sin complejos. También te
permite ir descubriendo qué está hecho y qué por hacer, y te enseña a distinguir entre lo trillado y lo fresco, lo que funciona y lo que sólo ocupa espacio. Cuanto más leas, menos riesgo correrás de hacer el tonto con el bolígrafo o el procesador de textos." (Op.cit., pág. 95)
Consejo a los noveles:
"Cuando entres en tu nuevo espacio de escritura y cierres la puerta, ya deberías haberte decidido por un objetivo diario. Es como con la gimnasia: al principio conviene no imponerse metas muy altas, para no desanimarse. Propongo unas mil palabras al día, y, como me siento magnánimo, añadiré un
día de descanso semanal, al menos al principio. Más de uno no, o perderías la urgencia e inmediatez de tu relato. Una vez concretado el objetivo, toma la resolución de no abrir la puerta hasta haberlo cumplido. Dedícate por entero a poner las mil palabras en papel o en disquete." (Op.cit., pág.98).
"Cualquier escritor hará bien en eliminar las distracciones, y el novicio más. (...) Escribir es crearse un mundo propio."
Respecto a las "escuelas de escritores" es igual de sincero:
"Antes, en las clases de escritura, solía haber una máxima: «Escribe de lo que sepas.» Suena bien, pero ¿y si quieres escribir sobre naves espaciales que exploran otros planetas, o de alguien que mata a su mujer y quiere partirla en trocitos con un desbastador de madera? ¿Cómo se consigue que cuadren esas y otras mil ideas extravagantes con el principio de escribir de lo que se sabe? (...) También saben cosas el corazón, y la imaginación. ¡Menos mal! Sin ambos, el mundo de la ficción sería un lugar bastante sórdido. Hasta puede que no existiera." (Op.cit., pág.100).
"Seamos justos. Debo reconocer que aquí, por mi parte, pesa cierto prejuicio: una de las pocas veces en que he padecido un caso de bloqueo creativo con todas las de la ley fue durante mi último año en la Universidad de Maine, yendo no a uno, sino a dos cursos de escritura creativa" (Op.cit., pág.151).
Así que, sin pretender ser didáctico y contando solo sus experiencias e impresiones, Stephen King vierte una serie de dignísimos consejos y guías que hacen este escrito altamente recomendable.
Ya me contaréis qué os parece ;)
Casa del Libro, 9,45 € en papel o 5,99 € en e-book https://www.casadellibro.com/libro-mientras-escribo/9788497597326/907511.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido?