En España y algunos otros países latinoamericanos se despide el año con la costumbre de comer doce uvas acompañando a las doce campanadas de la medianoche.
En
ese bando se imponía una cuota de 1 duro (cinco pesetas) a todos los
que quisieran salir a recibir a los Reyes Magos, tradición que servía
para ridiculizar a algunos forasteros que
llegaban esos días, a quienes se les hacía creer que había que ir a
buscar a los Reyes Magos la madrugada del 5 de enero; era un pretexto,
además, para beber y hacer cuanto ruido se quisiera.
Con
este bando José Abascal privó a los madrileños de la posibilidad de
disfrutar de un día de fiesta en donde se permitiese casi todo. Esto,
junto a la costumbre de las familias acomodadas de tomar uvas y champán
en la cena de Nochevieja, provocó que un grupo de madrileños decidiera
-en un cierto modo de protesta- ironizar la costumbre burguesa acudiendo
a la Puerta del Sol a tomar las uvas al son de las campanadas. Se
cuenta que estos son los antecedentes que dieron lugar a esta costumbre.
De Madrid luego pasó al resto de España, pero la tradición mantiene el celebrar las campanadas en la Puerta del Sol madrileña.
Se celebre dónde y como se celebre, vayan nuestros deseos de
SALUD, AMOR, PAZ, JUSTICIA, SOLIDARIDAD y TRABAJO para todos.
Al comienzo de la guerra civil huyó del territorio republicano a Francia, para luego entrar en la zona nacional y unirse al ejército de Franco. Pensó que cuando terminara la contienda alguien debería escribir por qué se produjo, en qué había consistido y cuales serían sus consecuencias. Concibió la trilogía, que luego sería tetralogía, con una singular perspectiva y un gran deseo de imparcialidad.
Tras la concesión del Premio Nadal por Un hombre (1946) advirtió que le faltaba formación intelectual, experiencia, madurez humana. Cerró la librería de lance que regentaba e impulsado por Magda, su esposa, se fueron a París. Allí aprendería lo que le hacía falta. Y allí podría escribir la primera parte de su trilogía sobre la guerra: Los cipreses creen en Dios (1953).
En 1991 su labor fue reconocida con el Premio GLOBAL 500 de la ONU y los Premios Ondas Mediterráneas de Difusión y Sensibilización 2004.
Es miembro de la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura.
Junto con Félix Rodríguez de la Fuente publicó la Enciclopedia Salvat de la Fauna ibérica y europea.
Entre sus obras: Tierra de vida ( 2003 ), Arte del aire (2004), Agua (poemario, 2004), Agua te quiero (con el ilustrador Francesco Tonucci, 2004) , El placer de contemplar la Naturaleza (2005), El ambiente siempre está en medio (con FORGES, 2005).
- de 1971, Iolanda BATALLÉ PRATS, profesora, editora y escritora española. Ganadora del Premio Prudenci Bertrana en lengua catalana en 2013 con Faré tot el que tu vulguis, escribe en castellano y catalán.
Fallecieron en esta fecha
Fue nombrado rector de la Universidad de Salamanca tres veces; la primera vez en 1900 y la última, de 1931 hasta su destitución, el 22 de octubre de 1936, por orden de Franco tras un incidente en el que Unamuno se arrepintió públicamente de su apoyo inicial a la sublevación.
Durante la intervención final de Unamuno, Millán-Astray exclama irritado «¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!». El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos aclara: «¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!».
Unamuno, sin amedrentarse, continúa: «¡Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho».
A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco, esposa del dictador, quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio.
Entre poesía, teatro, novela y ensayo, sus obras más puramente filosóficas son: Del sentimiento trágico de la vida (1913); y La agonía del cristianismo (1925); destacando también las novelas: Niebla (1914), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno, mártir (1930).
¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!
Pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de tus varios mares,
una voz sola que cantando gime.
Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal, y sus pesares,
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto secreto nos oprime.
La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida al que nació no le perdona;
de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo. ( ¡Dime qué dices, mar! )
.
- de 1953, Cristóbal de CASTRO, escritor español nacido en Córdoba un 22 de noviembre de 1874.
Desde su llegada a Madrid, en 1894, su actividad cultural es intensa, y se dedica tanto a la creación literaria (poesía, novela y teatro) como al periodismo y a la adaptación y traducción al castellano de autores extranjeros (Oscar Wilde, Molière, Visen, Pirandello, Goldoni). Llegó a ser Gobernador Civil de Álava.
Escribió también ensayos sobre teatro, política, feminismo y biografías. Compuso una pieza teatral modernista junto a Enrique López Alarcón llamada "Gerineldo. Poema en cuatro jornadas".
Colaboró con algunos periódicos y revistas, y fue director de Tiempo y Hoy. Su obra en prosa y verso se encuentra influenciada por la mayoría de corrientes de la época, como el modernismo, el romanticismo poético, el realismo hispánico, el costumbrismo andaluz, e incluso por la estética libertaria, el erotismo y la novela lírica. Entre sus obras en prosa: Los hombres de hierro (1927) y La generala carlista (1931). En verso: Las proféticas (1919) y Joyel de enamoradas (1940).
JORNADA PRIMERA
Salón de Corte de los Reyes de Castilla. Celébrase el solemne acto de despedir a la embajada del Rey granadino. El Rey, la Reina y la Infantina, ocupan un trono en estrados, a la derecha. A la izquierda, en sillones, el Embajador y nobles moros.
Rodeándolos, como en guardia de honor, están, de pie, el Condestable, el Alférez y varios caballeros. Junto a los Reyes, y en segundo término, el Obispo, en sillón dorado, y cerca del Obispo, damas en sillones. El Duque de Arjona y otros nobles están enfrente y en escaños. En el centro y al foro hay escabeles, donde los pajes, y Gerineldo entre ellos, preparan sus laúdes y guzlas. Al levantarse el telón, y antes de que comience el diálogo, se oye una leve música de laúd. Todo el cuadro ha de ser solemne y noble, y los actores cuidarán de que tanto el habla como los modales, se acomoden al acto palatino.
ESCENA PRIMERA
LA REINA, LA INFANTINA, EL REY, EL EMBAJADOR MORO, GERINELDO,
EL CONDESTABLE, EL DUQUE DE ARJONA, EL OBISPO, EL ALFÉREZ,
DAMAS, NOBLES, MORISCOS Y PAJES
(Se oye una música de laúd)
EMBAJADOR. Así Alá, Rey poderoso,
tu reino siembre de dichas,
así el amor siempre arda
de tu Reina en las mejillas
y vele el sueño tus noches
y guarde la paz tus días
y brillen, soles eternos,
los ojos de tu Infantina,
como este moro que el Rey
Jusuf de Granada envía,
si vuelve el cuerpo a Granada,
se deja el alma en Castilla. (Inicio de 'Gerineldo')
Fue cofundador, en 1951, e inspirador de la revista El Ciervo, que dirigió junto a su mujer Roser Bofill y su hermano Joaquim Gomis Sanahuja y director de El Correo Catalán de 1977 a 1981 .
La revista, de intelectuales cristianos, fue considerada como una ventana abierta en pleno franquismo.
Fue catedrático emérito de periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona. También fue columnista y consejero de dirección de La Vanguardia.
Entre sus obras: El caballo (Premio Adonais, 1951), Cámara lenta (1969), Oficios y maleficios (1971), Sons i sonets (1984), Libro de Adán y Eva (1991).
A veces pienso que algo se prepara.
Cada mañana veo en el espejo
un hombre que me mira, un hombre viejo,
un viejo que me mira cara a cara.
No le conozco, pero –cosa rara-
me mira con sonrisa de conejo
y me coge el cepillo, si le dejo,
y se afeita en mis barbas, y no para.
Y no para y no para de imitarme.
No sé si es un actor o es un abuelo,
un viejo actor que estudia bien mis gestos
o un abuelo que viene a consolarme.
Es más viejo que yo, ya es un consuelo,
mi compañero de los ratos estos. ('La edad')
- de 2013, Hugo GARCÍA ROBLES, escritor, gastrónomo y crítico de arte uruguayo nacido un 10 de noviembre de 1931.
En 1969 publicó El cantar opinando (Alfa, Montevideo, 1969) un estudio sobre la canción política en Uruguay, desde los 'cielitos' patrióticos del siglo XIX hasta las canciones de protesta en los años 1960.
En 1974, durante la dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985), se exilió en Caracas, Venezuela, donde residió hasta 1987, año en el que regresó a Uruguay. Trabajó en la prensa venezolana como crítico de música y literatura.
Como gastrónomo y crítico de vinos, escribió notas bajo el seudónimo de «Sebastián Elcano» y fundó la revista La Casa de Lúculo, pionera en Venezuela sobre estos temas.
Desde los años 1990 colaboró semanalmente con el diario El País y el semanario Búsqueda, y tuvo un espacio semanal en radio Sarandí sobre gastronomía y vinos.
Tradujo obras del francés, inglés e italiano, entre ellas Lunar caustic de Malcolm Lowry y Escritos corsarios de Pier Paolo Pasolini.
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