Es el Día Mundial del PALUDISMO y el Día del ADN.
Este día de 1719 Daniel DEFOE publica su novela Robinson Crusoe.
Y en el de 1852, nace Leopoldo Alas «CLARÍN», escritor español, autor de "La Regenta" y deliciosos cuentos de ambiente asturiano.
Asimismo, un día como el de hoy de 1938, George ORWELL publica Homenaje a Cataluña, sobre su experiencia durante la Guerra Civil Española.
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Autores del s. XX en lengua española y Premios Nobel nacidos en esta fecha
En 1989 llevaba ya escritas 2.243 novelas. En 1991 publicó su primera novela larga, Lucha oculta, que la autora consideraba su favorita. Posteriormente publicó otra narración extensa, Amargos sentimientos. Muchas de sus obras fueron adaptadas al cine y a la televisión. En el año 2000 publicó su primera obra en Internet, Milagro en el camino.
Hacía un frío intensísimo y los montes se veían mucho más altos que la carretera, como si ésta discurriera ondulada formando un sendero no demasiado ancho entre las montañas impolutas.
No se veía ni un atisbo de verdor y hasta los altos pinos parecían salpicados de hielo, resbalando éste por los bordes de la carretera haciéndola casi intransitable.
Pero como el panorama era impresionante, Ariadna, como sugestionada, detuvo su coche azul, dos caballos, regalo de su hermano al sacar los cursillos e ir destinada a aquella parte casi oculta entre montañas como maestra de escuela.(Primeras líneas de 'Llena mi soledad')
Cae la noche.
El corazón desciende
infinitos peldaños,
enormes galerías,
hasta encontrar la pena.
Allí descansa, yace,
allí, vencido,
yace su propio ser.
El hombre puede
cargarlo a sus espaldas
para ascender de nuevo
hacia la luz penosamente:
puede caminar para siempre,
caminar...
¡Tú que puedes,
danos nuestra resurrección de cada día! ("Poemas a Lázaro" , 1960)
Fallecidos en esta fecha
Gran narrador oral, practicó el filandón, tradicional costumbre de contar cuentos en público mientras se ejecutaban trabajos manuales.
Entre sus obras: El síndrome de Estocolmo ( Premio Fastenrath de la Real Academia Española, 1988), Relatos sin fronteras (1998) y Cuentos de la Cábila (2000).
Mi padre era económico, no digo tacaño, y si en casa había que coger el tren se viajaba en tercera. Por esto fue una fiesta la vez que los dos cenamos en el vagón-restaurante, como un par de personajes. Era por los días más largos del año y a media tarde habíamos salido de casa bajo un sol que pegaba duro. El correo de Galicia llegó con retraso al trasbordo de Toral, y tan lleno que nos costó trabajo meternos. Luego, ya camino del puerto de montaña, el tren se paraba a cada poco, por el mal estado de la vía. Íbamos en el pasillo de nuestra clase, pensar en un asiento aunque fuera el borde de una maleta sería mucha fantasía. Mi padre me miraba con preocupación, sudoroso yo en mi trajecillo de mocete. Él era fuerte de haber martillado el hierro en la fragua de los abuelos y aunque fuera en traje de vestir se le notaba la musculatura.
Un empleado de chaquetilla blanca se abría paso avisando con una campanilla. Mi padre me miró y esta vez era con compasión. Sin levantar mucho la voz, como si no quisiera que los otros viajeros se enteraran, le dijo al empleado que nos apuntara para el primer turno de la cena.
-Si es para el primer turno, los señores pueden pasar a sentarse --dijo el de la chaquetilla. ("El toque de obispo", fragmento).
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